La Carrera

Capitulo 11

Checo suspira mientras guarda los artículos de limpieza, de nuevo en el garaje. Como, ya no sale mucho, estaba empezando a aburrise de estar tanto tiempo encerrado en casa. A él le gusta salir de vez en cuando, pero su único amigo. Que él tenía era Charles pero su amigo todavía estaba en celo.

Tomó su computadora portátil de la mesa y se sentó en el sofá, abriendo y encendiendo su computadora. Iba a leer unos articulos nuevos sobre leyes ya que no pudo hacerlo una vez que terminaron las clases; tuvo que entrenar para la carrera.

Lástima que todo ese entrenamiento haya servido para nada.

A pesar de ser un omega, nada menos que uno reclamado, Checo se mantuvo firme en continuar con la escuela y no le importaba si Max lo dejaría o no.

Hablando del alpha, se ha puesto a trabajar una vez más, dejando la casa libre solo para él. O eso pensó.

El crujido de la puerta principal al abrirse rompe el silencio y Checo inmediatamente se da vuelta para ver quién era. Todavía era tarde y Max no debería volver a casa tan temprano.

El hombre que entró tenía una complexión delgada y musculosa y cabello negro azabache. Llevaba una fina camisa negra sin mangas con un pantalon de vestir a juego y unos zapatos muy elegantes. Un fuerte olor a leña quemada, similar al que olería una chimenea, invadió la habitación.

Alpha, definitivamente era un alpha.

El nuevo alpha cierra la puerta y se gira para sonreírle. "Hola Sergio."

Fue cuando el hombre tomó asiento en el sofá, a un pie de distancia de donde estaba sentado él, que notó que su oreja izquierda tenía una pequeña hendidura en forma de V en el lóbulo.

Y recordo....

"Yo también quiero reclamarlo", dice el lobo blanco y negro con confianza, mientras sus ojos oscuros miran fijamente al lobo de pelaje color crema, más grande. "Y no lo comparto".

Los dos lobos alpha se lanzan el uno hacia el otro, con los dientes brillando, el pelaje volando y la sangre salpicándose. La pelea terminó tal como comenzó.

Los dos alpha se separan, ambos teniendo sus propia lesión respectiva. Pero parecía el negro, y el alpha blanco lo tuvo peor: marcas de mordiscos en su cuello y flanco y una oreja desgarrada, dividida en V. Max le gruñó y el otro Alfa bajó su cabeza, dando una última mirada a Checo, esos oscuros ojos perforando los suyos, antes de tropezar hacia el seguridad del bosque.

En el presente.

"Eres tu" Checo entrecierra los ojos.

El hombre se ríe. "Soy yo, Lewis."

"¿Qué estás haciendo aquí?", pregunta Checo, cerrando su computadora portátil y dejándola a un lado. "Estás en la propiedad de Max".

"Lo sé", se ríe. "Soy su amigo, uno de sus buenos amigos, de hecho", dice Lewis con aire de suficiencia, girando una llave entre dos dedos.

Checo resopla. "Me sorprende que todavía seas amigo de él".

"Quiero decir, fue decepcionante que me venciera en esa pelea", suspira Lewis. "Pero nos conocemos desde que éramos cachorros".

El alpha de pelo negro giró hacia su izquierda, mirandolo. De repente se sintió cohibido. ¿El alpha no tiene vergüenza? Mirando abiertamente un omega, reclamado nada menos que por su amigo.

"Aún no estás completamente reclamado".

Checo se pone tenso. "¿Sí y?" Debido a que aún no se habían apareado, Max le había dado una leve marca de mordisco, reclamando un reclamo temporal sobre él.

Lewis sonríe, sus ojos se mueven desde la leve marca de la mordida hasta sus ojos. "Bueno, si alguna vez quieres dejar Max, te tomaré como compañero".

Lewis se acerca a Sergio. El omega aleja la cabeza de Lewis, evitando el contacto visual pero inmóvil.

"N-no, gracias. Estoy bien con Max". Por mucho que odiara admitirlo, preferiría quedarse con Max que con Lewis, por alguna extraña razón. ¿Le ha empezado a gustar Max? Quizá sólo un poco.

Lewis arquea una ceja ante eso. "¿Incluso si todavía no lo aceptas como compañero?"

No responde. Lewis se ríe y se aleja. Checo se sintió aliviado de haber recuperado la distancia entre él y alpha.

"Bueno, sólo quería visitarte, pero parece que mi querido y buen amigo no está en casa". Lewis se levanta y se dirige a la puerta. "Mi oferta sigue en pie, Checo. Si necesitas un alpha, siempre estaré aquí". Le guiña un ojo antes de saludarlo brevemente y cerrar la puerta.

Checo se muerde los labios. ¿Se suponía que debía decirle a Max que había entrado en su casa y había intentado convencerlo de que lo dejara por Lewis?

Cuando el sol estaba a punto de ponerse, el familiar aroma a pino flota en la habitación. Checo todavía estaba en el sofá, pensando que se podria hacer en un caso.

"Estoy en casa", anuncia Max.

"Lo sé", responde Checo aburrido, todavía concentrado en su pantalla.

"¿Qué comiste en el almuerzo?" Pregunta Max, tomando asiento en el sofá, al lado de él. Comienza a enviar mensajes de texto.

"Sólo unos fideos", responde mientras escribe una nueva opccion.

"¿Qué hac-" Max hace una pausa, sus ojos azules se estrechan. "¿Con quién estabas?" gruñe.

Checo finalmente dirige su atención a Max, con los labios entre los dientes y los ojos ligeramente desviados hacia un lado. "¿Qué quieres decir?"

"Huelo a otro alpha", gruñe Max.

"Nadie estaba aquí excepto yo". Checo vuelve a concentrarse en su computadora portátil, pero Max solo la cierra y la coloca suavemente sobre la mesa.

"No me mientas". Checo pudo detectar un atisbo de celos en su voz.

Checo mira su regazo. De todos modos, no tenía sentido ocultarlo. "Lewis vino".

Suspiros de Max. "Sabía que debería haberle quitado esa llave". Se acerca a Checo hacia él, con el brazo derecho alrededor de su hombro y el pecho presionado contra el costado de Checo. El gesto inesperado hizo que el omega jadeara suavemente. "Sé que te quiere. Te ha estado deseando desde que lo derroté en la carrera".

El alpha presiona su nariz contra la leve marca de mordedura en su hombro izquierdo, oliéndolo. "Él es mi amigo, pero nunca te dejaré ir, especialmente no ante él", murmuró Max contra su piel.

El alpha continúa oliéndolo, frotando su olor sobre él. Checo lo permite y un sonrojo se forma en su rostro. Se sintió bien.

"Eres mío, Checo".

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