el comienzo del juego

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advertencias

1-ari y ama no son hermanas

2-rivers se va a llamar (Samantha Estefanía)

3- todo sera narrado en EU

Punto de vista de Ama

Nueva York, 9:42 PM.

El viento helado de esa noche hizo que se me pusieran los pelos de punta. Restregué mis manos en mis brazos, cubiertos por la gruesa chaqueta negra para que me diese calor. Ya era bastante tarde y yo seguía metida en el cuartel de policía.

Sacudí mi cabeza y me quité los guantes de las manos para agarrar mi paquete de cigarros.

Necesitaba algo para acabar con mi ansiedad. Era invierno, Nueva York estaba cubierto por una gruesa y fría capa de nieve. Particularmente, a mi me encanta esta parte tan fría del año. Todavía podía ver algunos niños jugando a la guerra de bolas de nieve en medio del hielo de la casa del vecino. Peter, el pequeño, me vio a lo lejos y saludó con sus manos con efusividad.

-Hola, Ama! - el chico rubio gritó. Sonreí y lo saludé con la mano. El chico volvió su atención a la guerra de bolas de nieve. Tome un cigarro para ponerlo entre mis labios, y también mi pequeño encendedor con la bandera de los EEUU. Vi la chispa encenderse cuando pulsé el botón, hasta que se hizo fuego. Tan pronto como el cigarro se encendió, puse de nuevo el encendedor en mi bolsillo. Atrapé el humo con la boca intensamente, sintiéndome bien rápidamente tras hacerlo. Puta adicción. Eché el humo de mis pulmones, que rápidamente se esparció por el aire frío de la noche. Necesitaba salir de ahí. Había tenido un día extremadamente largo en la comisaría. En aquel mismo momento, tenía un taco de folios con muchos casos para resolver. Robos, asesinatos, agresiones, pero todo me sabía a poco y no eran para nada satisfactorio. Era comisaria en Mount Vernon, una pequeña ciudad en Westchester County en el estado de Nueva York. Me encantaba mi trabajo, pero en estas últimas semanas, todos los casos me venían pequeños. Me encantaba un buen reto, las situaciones que parecían imposibles de resolver y por desgracia, eso no me estaba pasando.

-Oficial Garza?

-Si, Ramírez?

-He dejado todos los casos archivados en tu escritorio. La mujer de antes está aquí otra vez y quiere presentar cargos contra su marido.

-Estás de bromeando, ¿No? - Le pregunté mirándole directamente a los ojos. Verónica Ramírez sacudió la cabeza, encogiéndose de hombros. -A esa mujer le encanta que le den palizas, la próxima vez que venga a rellenar una queja sobre su marido, me encargaré personalmente de golpearla en su lugar. - Refunfuñé, ya irritada, haciendo reír a Verónica.

-Yo te guardo las espaldas, Ama. Le dediqué una sonrisa y volví a fumar, ofreciéndoselo para que ella hiciera lo mismo. Se acercó y se apoyó en la pared que estaba yo, que por cierto, estaba fría como un témpano. Agarró el cigarro y se lo puso entre los labios. Verónica Ramírez, o simplemente Vero, era mi mejor amiga, ella trabajaba conmigo tan bien como una llave y un candado, ella siempre ha sido mi hermana pequeña desde el instituto, donde nos conocimos. Desde entonces siempre hemos estado juntas en todo.-¿Qué ha pasado? - Preguntó mirándome directamente con las cejas levantadas.

-He mandado nuestros curriculum a Nueva York hoy, y estoy un poco ansiosa por saber si nos van a llamar.

-Tú y tu sed de casos grandes... - susurró con el cigarro todavía en su boca.

-Me alegra que lo sepas, porque no aguanto un minuto más aquí.

-A mí me gusta estar aquí. - dijo mirando a la nada.

Suspiré, tomando el cigarro de su mano y tomando una calada.

-A mí también me gusta estar aquí, pero entiende que quiero crecer como delegada. Y en este pueblo no seré capaz de hacerlo, ¡necesito más! Puede que sea duro, pero estoy segura que puedo hacerlo. Y tú también, Vero. - Dije con sinceridad.

Jaque Mate (Rivama)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin