I. Crowfall, la ciudad de los amaneceres monocromos

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Subió los escalones, mas su torpeza y falta de sueño lo llevó a tropezar con el último y alguno de sus papeles cayeron al suelo; por poco él también. Uno de los presentes se levantó para ayudarlo a recogerlos y chocaron miradas. El alfa, que dejó salir una risa por la situación, no era alguien a quien JungKook había visto alguna vez. Pero JungKook no indagó demasiado en ello, pues su ansioso apuro lo llevó a ignorarlo y a ponerse de pie con todas sus cosas en mano.

Se oían cuchicheos de algunos ruiseñores hablando de su tardía llegada, no era mucha novedad, después de todo. JungKook solo caminó rápidamente el tramo que faltaba para llegar a su asiento en la mesa al otro lado del entarimado. Para cuando ya estuvo sentado, EunWoo ya había ingresado y cerraba la puerta a sus espaldas, siendo el último Ruiseñor en sentarse. JungKook se acomodó mejor y dejó su libreta sobre la mesa.

—Buenos días, señor De'Ath —saludó DongWook, la cabecilla de los Ruiseñores, de aspecto estirado y traje de rayas negras y grises. JungKook correspondió con un asentimiento distraído—. Llegando tarde, otra vez.

—Lo lamento —murmuró JungKook.

DongWook inhaló y sonrió falsamente.

—Se perdió de la presentación del nuevo miembro de la Orden que está hoy aquí con nosotros —acotó, señalando con su palma al otro extremo de la medialuna.

JungKook, con las manos sobre su libreta, dirigió su vista hacia donde su jefe apuntaba. El mismo alfa que lo había auxiliado lo observaba con intensidad y un deje de coquetería natural, aun con el fantasma de una sonrisa en el rostro. Su cabello era negro y estaba fuera de su rostro, dejando ver unas cejas pronunciadas. Tenía una mandíbula perfilada y masculina, la piel ligeramente acanelada y le calculaba más o menos su edad.

—Él es TaeHyung Edevane de Hollow Hill, ocupará el puesto de su padre, el Sr. DaeHoon Edevane ahora que decidió retirarse.

TaeHyung y JungKook se reverenciaron cordial y cortamente. La reunión dio comienzo poco después, cuando los sirvientes trajeron el almuerzo cárnico y todos comenzaron a comer.

—Muy bien, tengamos en cuenta que la situación de la familia De'Ath es bastante reciente —comenzó DongWook, cortando su filete.

JungKook se removió incómodo ante la sola mención.

—Creímos que los Cuervos responsables no pudieron ir muy lejos, así que durante la madrugada enviamos patrullas a barrer toda la ciudad, incluyendo el bosque. —DongWook sonrió son suficiencia y se echó para atrás—. Y me complace informarles que nuestros hombres lograron capturar a uno.

JungKook despegó su espalda desgarbada del asiento y explayó los ojos. Los demás Ruiseñores se sorprendieron a la par.

—Hemos intentado sacarle información durante las últimas horas.

—¿Y ha dicho algo? —preguntó EunWoo, pasando la comida con un sorbo de vino.

—Aun no, pero estamos trabajando en ello —respondió DongWook—. De hecho, nos gustaría intentar algo. —El alfa hizo una seña y un sirviente abrió la puerta.

Un beta amarrado de torso y manos ingresó siendo empujado por un hombre corporalmente más grande; quizá por su sangre de gigante. JungKook tragó grueso cuando, por sus vestiduras negras y plumosas, reconoció que se trataban del Cuervo.

—Creí que sería una buena práctica que nos viera a todos sentados aquí —acotó DongWook, mientras ponían al Cuervo frente a la tarima—. No hay mejor forma de hacerle saber qué sucederá si no nos dice todo lo que sabe.

Los Ruiseñores sonrieron macabro. JungKook pudo ver brillo en los ojos de la mayoría; era una oportunidad de entretenimiento para ellos.

—KeunSuk, ¿nos hace los honores?

Ruiseñores de la Locura © TaekookWhere stories live. Discover now