Capitulo 01

1.3K 90 14
                                    

ADALIA MEYER

Es tu culpa, esto es tu culpa. Tu madre jamás estaría así si no fuera porque intento salvarte a ti, seguro y ahora se arrepiente de eso.

Golpe.

Golpe.

Otro.

Golpe.

—¡Señorita meyer!—

El grito de mi profesora me hizo levantar mi rostro del frío puesto, me fije en la silueta que tenia frente a mi. La cara de mi profesora estaba como siempre, su gran cara de culo.

—Lo siento— me disculpe restregando mis ojos.

Ella solo asintió caminando de vuelta al pizarrón, lo demás que dijo no preste nada de atención, tenia demasiado sueño como para fijarme en eso. Había trabajado más de lo debido, solo por complacerlo a mi padre y salvar a mi madre.

—¿Estas bien?— pregunto miranda a mi lado, fije mi vista en ella quien tenia una cara de preocupación, sonreí para tranquilizarla pero salió como una mueca.

—Trabaje hasta la una de la mañana, no dormí lo suficiente— respondí sintiendo su brazo pasar por mi espalda acariciando esta.

(...)

—¡Meyer hotel de la calle cincuenta, habitación cincuenta y cuatro!— grito leo desde la caja.

Tome mi casco y la caja de pizza que el nombrado me entrego, salí del restaurante anotando en un papel la dirección que me dieron.

El aire frío choco en mi rostro provocando que me detenga por unos minutos, inhale el refrescante aire mientras mi cabello se desordenada un poco por eso.

Salí de mis pensamientos caminando hacia mi moto, me monte en esta colocando la caja de pizza atrás de mi, asegurada claro.

De nuevo el aire choco en mi rostro con más fuerza al arrancar, seguí la dirección que me habían dado y me estaba dirigiendo a algunas calles lujosas, claramente de alta sociedad.

Jamás me metí en alguna de estas calles, por lo cual es la primera vez que veo esto.

Estacione la moto frente a un hotel muy lujoso, baje de esta agarrando la caja de pizza y sacando el casco de mi cabeza, un olor dulce y empalagoso inundó mis fosas nasales cuando una rubia pasó frente a mi viéndome de mala manera.

¿Gastan plata en perfume tan asqueroso?

Ignore mis pensamientos entrando por las puertas giratorias del hotel, una mujer pelinegra estaba de recepcionista. Me acerque a ella sintiendo las morbosas miradas de algunos hombres, que asco.

—Hola, me podrías decir en que piso queda la habitación...— levanto su mirada viéndome con una sonrisa. Enfoque mi vista en el papel en mis manos para poder ver el número —Cincuenta y cuatro— respondí y en el momento en que la vi su sonrisa desapareció por una mueca de disgusto.

¿Por que ahora caigo tan mal?

Rodó los ojos —Otra más— murmuró pero logre escucharla.

—¿Disculpa? Vengo solo a entregar un pedido— alcé la voz algo ofendida por su mirada.

Sus ojos se abrieron como platos —Perdón, pensé otra cosa— se disculpo —Piso nueve— respondió a mi pregunta con sus mejilla rojas de la vergüenza.

Esta gente está loca.

Ignore lo que acaba de suceder y solo me dirigí al ascensor entrando en este y presionando el botón que tiene un "nueve". El silencio se inundó por todo el ascensor, lo único que se escuchaba era una canción lenta y baja, típico de los ascensores.

Repartidora - Tom Kaulitz (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora