ONE

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Sumiyoshi simplemente iniciaba su mañana como de costumbre, se miraba fijamente al espejo mirando la marca en su cuello que le recalcaba todos los días de que era un doncel, y gracias a ello desde que creció no tardaron las personas en aprovecharse de él, terminando embarazado su anterior pareja que termino dejandolo totalmente solo con una gran responsabilidad.

No recibió ayuda alguna de sus padres por haber terminado embarazado, lo vieron más bien como una total decepción para el apellido Kamado diciendo que todo su esfuerzo por mantenerlo a salvó de los peligros de ser un doncel habían Sido totalmente en vano, se había quedado casi completamente solo si no fuera por su amiga de toda la infancia, Suyako ni el mismo sabe que hubiera sido de él o su hijo sin ella.

Para sumiyoshi y Suyako fue como un regalo de los mismos dioses que el pequeño tanjiro haya nacido con las mismas características de sumiyoshi, su cabello rojizo, sus ojos granates su sonrisa que podría iluminar una galaxia entera, incluso su condición de doncel, era tanjiro solo una mini copia de sumiyoshi.

Siguiendo con su mañana normal de arreglarse para ir a su trabajo en una pequeña cafetería de la ciudad, mientras que Suyako cuidaría del inquieto tanjiro de 4 años de edad.

Mientras terminaba de arreglarse recogiendo su cabello rojizo en una pequeña coleta de caballo, hasta que sintió la pequeña figura de su hijo abrazando su pierna.

-¿Ya te vas mamá?

El pequeño tanjiro dijo con una sonrisa mirando a su madre, como solía llamarle.

-Si me iré en un rato- sumiyoshi se agachó para estar a la altura de su hijo mientras ponía una mano en sus cabellos y lo acariciaba lentamente- Recuerda pórtate bien...no le vayas a dar demasiados problemas a Suyako.

El menor asintió mientras miraba al suelo, no le gustaba mucho que sumiyoshi trabajara demasiado, le gustaría que pasara más tiempo junto a él.

-¡Sumi! Ten te hize tu bento-

Suyako entro a la habitación junto a una caja envuelta en un pañuelo verde, sumiyoshi volvió a su postura habitual y se acercó a su amiga y tomo el almuerzo.

-En serio gracias Suyako, no sé cómo agradecerte o pagarte por todo lo que has hecho...-

-¡oye! No tienes por qué agradecerme o pagarme, eres mi amigo desde que éramos niños ya eres casi como mi hermano-

Ambos adultos se rieron mientras que el menor de la habitación solo miraba a ambos sin darle gran importancia a su conversación.

-Por cierto crees poder salir temprano para recoger a tanjiro al jardín de niños- la ojiAzul dijo tomando a tanjiro en brazos con una sonrisa.

-Es cierto, hoy es el primer dia de tanjiro en el jardín de niños...lo olvidé-

-Si, si lo olvidaste pero ya se te va a hacer tarde ya vete!-

-¡Bien veré si puedo ir por el!-

Sumiyoshi se rió nerviosamente, le dió un beso a tanjiro en la frente mientras ponía ambas de sus manos en sus mejillas.

-portate bien, Te voy a extrañar...-

El pelirrojo menor solo miro a sumiyoshi con una sonrisa mientras que el mayor depositaba suaves besos en las mejillas de menor.

-En serio gracias Suyako...nos vemos en la noche !adiós!-

Tomando sus cosas y despidiendose con un gesto de su mano salió de su casa caminando con su rumbo fijo a quella cafetería algo alejada de su hogar, odiaba más que nada tener que trabajar hasta pasadas de más 7 de la noche, y tener que caminar casi dos horas para llegar de nuevo a su hogar, apenas si podía ver a su hijo cuando dormía, o en ocasiones que salía temprano del trabajo y en las mañanas cuando iba a trabajar pero no podía hacer mucho, tal vez si no hibiera sido tan irresponsable cuando era joven no estaría metido en esa horrible situación como decían sus padres....

recuerdos del ayer |Yoriisumi|Where stories live. Discover now