2| UN ENCUENTRO INTERESANTE

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No se quería mover. A ninguna parte. Tenía la esperanza que ellos volvieran. Así que se sentó en un tronco y espero. Una hora, dos horas. Pero el tiempo seguía pasando, y el sol se estaba escondiendo.

Una joven de otro planeta en un bosque que no conocía. Tan solo con pensar en las criaturas peligrosas que podría encontrar, se le heló la sangre. No podía seguir sentada sin hacer nada, esperando que la salven.

Así que agarró su arco y flechas y se levantó buscando a dónde ir. Un lugar un poco más seguro que en el medio de la nada. Pero no encontraba nada de lo que buscaba. No había cuevas, ni chozas, no encontraba a personas.

Le empezaba a dar hambre, había comida ya hace horas y las uvas que tenía en la mano no eran suficientes. Así que mientras intentaba orientarse buscaba algo de comer.

Siguió caminando un poco más. Todo lo que veía era verde. A lo lejos escuchaba el correr del agua. Hizo un par de pasos en esa dirección. Pero se detuvo en cuanto escuchó pisadas detrás suyo. Un escalofrío le subió por la columna. Se volteó rápidamente y alzó el arco, preparada para disparar si era necesario. Lo que tenía al frente no parecía peligroso. Era un animal, diferente a los de su planeta. Parecía un ciervo, pero era mucho más grande. Y este no tenía cuernos. Nunca había visto animales, era la primera vez.

Ese animal era más grande que ella, podría matarla ahora mismo. Pero ella estaba a metros del ciervo, este todavía no la había visto.

Bajó el arco. Tendría que seguir buscando frutas, incluso si matase a ese animal, no se animaría a comerlo. Así que se olvidó de este y siguió caminando. En uno de los pasos dados, algo crujió bajo sus pies, alertando al animal.

En cuanto el animal encontró el causante del sonido, le gruñó. Cassie volvió a levantar el arco a su dirección, mientras retrocedía unos pasos.

En cuanto Cassie vio al animal empezar a correr en su dirección, empezó a correr también.

El animal parecía tan hambriento como ella.

No paró de correr, lo seguía haciendo, porque aunque no volteara sabía que el animal seguía estando allí. Sus pies ardían, las manos le habían empezado a sudar de la adrenalina.

Una rama en el piso hizo que tropezara, Cassie murmuró un insulto en eso que se levantaba apresuradamente. El arco apuntando, el único objeto con el que podría defenderse.

Cuando Cassie pensó que no le podría ir mas mal, se encuentra otros dos animales iguales, tras suyo. Estaba acorralada.

Los tres animales estaban a su acecho, esperando el momento correcto para atacar.  Cassie se alejó unos pasos hasta un árbol, apoya su espalda en el tronco, así podía tener los tres animales al frente suyo. Podría reaccionar ante cualquier movimiento.

La mirada de los animales estaba sobre ella, buscando un momento de debilidad.

Cassie baja el arco, buscando como salir de esa. Tras ver un árbol tras suyo, busco la rama más cerca, para así poder subirse a este. Cuando quiso ejecutar su nuevo plan de escape, se vio interrumpida por los gruñidos del animal más cercano. Era una advertencia, el animal estaba más cerca y si no se movía ahora, no tendría otra oportunidad.

Pero el animal fue más rápido. Se aproximó a ella antes que pudiera hacer nada. Joder, no podía ni subirse al árbol.

Cassie eleva el arco nuevamente pero esta vez para soltar la fecha en dirección al animal. Este se desplomó en el suelo.

La sangre empezaba a correr y ella se congeló, el animal está a pasos de ella, con los ojos bien abiertos. Este hizo un ruido extraño antes de finalmente morir. Había matado un animal, nunca en su vida había visto uno, y había matado al primero. Se sentía fatal.

Should i tell you the truth?Where stories live. Discover now