Capitulo 2: Leon, Un Pasado que me Sigue

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Pueblo de Valdelobos, España

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Pueblo de Valdelobos, España.

-Actualidad-

Llegué al campamento unas horas después, a qué lugar me llevaría cerca de una zona rural que sería un pueblo llamado Valdelobos. Tengo que admitir que fue una travesía un poco larga pero no fue ningún problema con el sigilo y mi garfio como mis más cercanas amigas en mi travesía.

En eso presté atención a los caminos colgantes y bajar a Tierra firme para ponerme en contacto con mi cliente.

Ada: Acabé de llegar al pueblo. Me encuentro en la zona campamental de Valdelobos con rumbo hacia el punto de reunión con Luis.

¿?: Bien. Mientras tú haces eso, yo estaré viendo los movimientos de “Los Iluminados”. No te descuides.

Ada: Entendido.

Continúe con mi camino para cruzar las vigas de madera, pero también reaccionaba deshaciéndome de algunos locales de manera sigilosa para que no me delatará mi posición.

Sebastián: “¿Qué ha sido eso?”.

Uno de los aldeanos levantó su mirada hacia arriba pero no encontró nada. Bueno, lo que se encontró fue una muerte silenciosa de parte mía.

Ada: Fue fácil…

Comencé a caminar hacia la puerta que me sacaría del campamento hasta que unos golpetes fuertes sumado unos brameos hicieron que esta se abriera para mostrar a un cabeza de toro y más gente.

Cabeza de toro: ¡MUUUUU!.

Ada: Vaya forma de bienvenida que me dan. Muy bien grandote, todo lo que lo que tienes.

Aquel toro brameo e intentó atacarme, lo que no se esperó este toro fue mis escribes acrobáticos y con total certeza; aparte también provocarle daño en la cabeza con varios tiros de pistola.

Ada: ¿Parece que no te rindes?.
Me pude percatar que el cabeza de toro no le hacía daño las balas, pero también los pueblerinos aparecieron para emboscarme rodeando mi camino.

Galo: “¡Maten a esa Forastera!”.

Felicia: “¡No hay escapatoria!”.

Galo: “¡Cogedla!”.

Cuando los aldeanos querían atraparme, en eso me percaté de un barril de combustible que podría serme útil y usé mi garfio para salir del escenario pero también abrir fuego hacia los barriles provocando una explosión cerca de la gente.

Úrsula: “¡Dispárenle!”.

Empecé a columpiarme por las plataformas pero a su vez esquivaba los ataques arrojadizos de esas personas hacia mí. Aparte le sumé la muerte de los de las ballestas con unas cuantas patadas acrobáticas.

Ada: ¿Veo que no se cansan fácilmente?.

Usé una vez más mi garfio para bajar hacia donde estaba la puerta y en ese momento me percaté de un cuchillo en el piso pero también de un barril. Así que no perdí el tiempo usa el cuchillo para provocar al tanque una fisura.

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