Royal Rogers Realms

I - Beggin

- Capítulo 1 : Suplicando -

Día 1
Al atardecer, un oscuro bosque se extiende con altos árboles de ramas retorcidas. Virgil, oficinista, usando ropa de Halloween, camina con una linterna en mano. La preocupación es visible, se ha perdido y el miedo va trepando por sus huesos, mientras suspira empieza a hablar a solas.

Virgil: "Se supone que deba estar por aquí..."

Hace esto para apaciguarse, se ha extraviado debido a que en la pantalla de su celular la flecha del mapa se ha puesto como loca.

Virgil: "¡Maldición! Debería haber escuchado a mis amigos. Este GPS está estropeado!"

Golpea el aparato celular varias veces con la mano, como si eso logrará hacerlo funcionar. Bufa al ver que nada sucede y sigue avanzando con ganas de retornar a su vehículo, sin embargo no se dispone a dejarse vencer. De la nada, termina topándose con un sembrío lleno de calabazas.

Virgil: "¡Guau, es hermoso! ¡Justo lo que necesito para mi fiesta de Halloween!"

Con el ánimo renovado, cuidadosamente baja cruzando la valla y va dando tumbos de lado en lado tarareando y se abre paso como imitando a una marioneta, parece un espantapájaros, y va viendo varias calabazas, pero ninguna logra llamar su atención del todo.

Virgil: "Tiene que ser una bonita, no muy grande, no muy pequeña. Pero tampoco muy madura que se malogre pronto."

Parece que todas están en el mismo estado, listas para ser recogidas, así que elige una que le parece bastante interesante.

'I Wanna Be Your Slave' de Måneskin empieza a sonar en su reproductor de música a través de los audífonos que cuelgan en su pecho. Se acerca a la calabaza que le parece en cierto sentido especial y la toma alzándola hacia la luz del sol poniente examinándola con cierto cariño. La hortaliza es más o menos grande, no muy pequeña y tiene una forma entre redonda y ovalada impresionante. Su color naranja tirando hacia amarillo indica que no está demasiado madura. ¡Es lo que estaba buscando!

Virgil: "A tí te llevaré a casa, seguramente nadie te extrañará aquí, calabacita."

Corta el tallo y la pone bajo el brazo, en búsqueda de un camino de salida.

Virgil: " Este sujeto tiene tantas que apenas se dará cuenta que le falta una..."

Ríe para sí, hablando acerca del supuesto granjero que posee dicho campo y se alza de hombros. Saltando la cerca, se va de regreso a su automóvil.

Prende la radio del auto, y el dispositivo se vincula de inmediato. Se muestra en la pantalla el título y la portada de la canción que estaba oyendo en su celular.

Virgil: "Al final no encontré la tienda, qué plomazo. Buff... Mejor, no sea que fuera una tienda de esas horripilantes de las pelis donde encuentras cosas encantadas."

Avanza por la carretera, y le va echando miraditas a su nuevo 'copiloto' al que, por cierto, le ha puesto también el cinturón de seguridad.

Virgil: "No habría querido encontrarme con un objeto maldito que me condenara y se amarrara a mi alma drenándola... No serás tú uno, ¿verdad?"

Empieza a hablar a la calabaza a su lado, como jugando, y ríe.

Virgil: "Supongo que no valía la pena llegar hasta allá... Yo solo quería comprar y coleccionar algo bonito que se me antojó en internet..."

'Kana-Boon' de Silhouette es la siguiente en sonar en su lista, con un grito ahogado de emoción le sube a todo el volumen y la canta horriblemente, a propósito, hasta que llegan a casa.