[capítulo 11]

304 26 5
                                    

Me había salido de la casa de Jungkook hace como dos horas, no sin antes dejarle un poco aseada su área, no me gusta que me den asilo y dejar todo como lo encontré.

Ahora estoy atendiendo la cafetería, hoy me tocó estar en caja todo el día, así que no estaré de mesera por hoy.

Algo que me gustaba de estar de cajera era que sólo estaba sentada y me la pasaba cobrando, hoy dios me miró a los ojos.

Jungkook me avisó que ya iba en el vuelo, que llegaría al lugar destinado en una hora más, que se comunicaría conmigo tan pronto aterrizara.

La campana de la entrada resonó por todo el lugar, alcé mi mirada para ver quién era, y resulta que el chico de la semana pasada había regresado, se acercó al mostrador con una sonrisa.

—Hola, buen día... —Se detuvo a leer cuidadosamente la etiqueta con mi nombre —Lalisa —Me sonrió.

—Buen día —Sonreí de vuelta. Pura amabilidad —¿Qué llevarás?

—Un capuccino frío —Decía mientras leía la carta —Y tú número si es posible —Me dijo coqueto.

Me quedé mirándolo fijamente sorprendida, que chico tan directo, feo no es, pero me niego, además Soyeon nos tiene prohibido tener algo con algún cliente.

—Tú capuccino sale en seguida —Ignoré su comentario.

Me alejé de la caja y le fui a informar a Rosé del pedido, cuando volví había dos chicas más, cosa que agradecí, todo con tal de no quedarme sola con él.

Atendí a ambas chicas y les cobré, pidieron un café simple y una dona para llevar, así que fue muy rápido.

—Entonces —Habló el chico —¿Tú número es? —Sacó su celular y me lo extendió.

En estos momentos extraño a Jungkook, él ya me lo hubiera quitado de encima desde que puso en pie en la cafetería.

—Lo lamento, pero no puedo involucrarme sentimentalmente con nadie —Dije de lo más amable.

—No deben haber sentimientos de por medio, linda —Me guiñó un ojo.

Iba a hablar cuando la voz de otro chico me interrumpió, un tipo alto, castaño y con unos ojos preciosos.

—Si la chica dice no, es no —Le dijo poniéndose frente a él —Deberías ser un caballero, no un patán.

—Pedirle el número a alguien no es un delito —Se excusó.

—Lo es cuando te han dicho que no, y sigues presionando.

El otro chico apretó su mandíbula y se alejó de ahí, sentándose en otra mesa para esperar su pedido.

—Gracias —Hice una reverencia.

—No hay de qué —Me sonrió —Me llamo Jisung.

—Lalisa —Extendí mi mano, y él la tomó —¿Llevarás algo?

—Un café negro —Pensó —Y un panesillo de mantequilla.

—En seguida —Volví con Rosé.

Rosé me pidió de favor que sacara la basura, así que eso hice. Ya estando afuera, mi celular comenzó a vibrar, así que lo saqué, era una llamada de Jungkook, y por alguna razón mi corazón latía a mil.

Respiré hondo y le respondí.

—¿Hola? —contesté.

—Hola Lisa.

—Hola Jungkook ¿Llegaste ya?

—Ya, hace como media hora, pero me vine a instalar al hotel.

Contrato de Confidencialidad |Lizkook| +18 Where stories live. Discover now