- "Tío"

Su tío se acercó a ella abriendo y cerrando sus labios como si rezar, pero ningún sonido se escuchó.

- "Estela me contó de tu condición" - el hombre se acercó y tomó una de sus manos- "Lamento no poder haber llegado a ti antes. Tu padre me prohibió estrictamente"

Disfraz de guardaespaldas.

- "¿Por qué..?"

¿Por qué estás aquí?

La mujer observó como los ojos de su tío se suavizaron.

- "Mi sangre no debe pasar por esto"- respondió con orgullo- "No tengo mucho tiempo. Te sacaré de aquí"- el hombre le dedicó una leve sonrisa- "¿Qué opina de un lugar cálido? En donde no podrás ser localizada nunca más"

Ridículo.

- "Imposible"

Dando vuelta a su mano posó ligeramente un beso en la palma de su mano.

- " Te prometo que lo haré"

Tal vez fue la luz del trueno que cayó en ese momento en su rostro o la seguridad con que aquellas palabras salieron de su boca, que decidió ver que sucedería.

Aunque su tío no compartía los métodos 'directos', como él solía llamarlos, a las decisiones de su padre. Nunca se opuso seriamente a una.

¿Por qué arriesgarse ahora?

- "¿Tu?"

- "Preparé un helicóptero"- afirmó- "Tus nuevos papeles se encontrarán en él junto con una bolsa con algunos ahorros. En el momento en que te despegues, nunca podrás volver a usar tu nombre actual y perderás cualquier oportunidad de regresar a tu antigua vida. Morirás y renacerás"

La absoluta seguridad del hombre fue atrayente para ella.

Como un pequeño susurro que la brisa da en lo alto cuando el sol está por caer.

- "¿Qué debo hacer?"

Su tío pareció aliviado después de oír esas palabras y dando una mirada nerviosa a la puerta asegurándose que nadie entrara, comenzó.

- "Muy pronto será tu cumpleaños ¿No quieres comer fuera de estas paredes?"


******

- "¿Mamá?"

Veo como el pequeño niño corre del extremo al otro lado de la habitación, aferrándose al vestido de su madre, la cual se encuentra sentada en una silla mirando a través de la ventana.

La mano de la mujer se levanta y acaricia el cabello por lo cual el niño empieza a reírse mientras vuelve su rostro hacia su madre. Y es allí cuando un grito de terror sale de la boca del niño.

La mujer no tiene rostro.

Las amables manos que estaban en su cabello se transforman en pezuñas y el niño aterrado comienza a luchar para separarse de aquella entidad.

Inútil.

Mientras el niño llora y grita la voz de una segunda mujer se añade a la escena.

El niño alza su cabeza esperanzado al reconocer el dueño de aquella voz.

- "¿Enma?"

Sin embargo, ella alza su brazo con unas tijeras en ellas y sin ninguna expresión en él empieza a cortar su propio rostro.

Los gritos de dolor se extendían por toda aquella habitación.

¿Por qué no fuiste bueno? ¿Por qué no fuiste bueno? ¿Por qué no fuiste bueno? ¿Por qué no fuiste bueno?

La Villana Es Realmente MalaWhere stories live. Discover now