Kink & fetishes [kpop girlgroups]

Collaring

Fetiche donde uno de los integrantes tiene un collar o correa. 

Irene x Seulgi. 

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Descubrir un fetiche es un proceso inesperado, puede venir sin darse cuenta desde la niñez o con momentos incómodos de la adolescencia. Hay gente que va probando diferentes cosas para descubrir que es aquel fetiche que puede calentarlo más de lo normal, que le haga disfrutar el sexo de una mejor forma. 

En el caso de Irene, el fetiche comenzó a desarrollarse desde temprana edad, de una forma inocente y sutil. Cuando obtuvo su primera mascota, un perro de raza grande, su madre le compró un collar y ella, ante una curiosidad infantil, se lo colocó y al verse tuvo un pensamiento, uno sin importancia, que no duró más de un minuto. 

—Me queda bien—dijo y después se lo sacó, de todas formas no era de su color favorito.

Irene nunca ha sido consciente de como comenzó a gustarle las correas en su cuello. Siempre fue algo sutil. Probándose los de su mascota, mirando los que vendían en la calle, deteniéndose en las tiendas de animales. No fue hasta que se puso de moda usar gargantilla que se dio cuenta de su fijación a las correas. 

Empezó con una gargantilla, luego con un chocker y al final con una correa comprada en una sex shop.

Su última compra, un chocker negro con detalles plateados, era lo que utilizaba últimamente, hasta llegó a convencer a su estilista a que fuera parte de algún conjunto del comeback, iba con el concepto, así que no tardó mucho.

Llevó su mano hacia el collar, fingiendo que lo estaba acomodando, al igual que su micrófono. Respiró profundamente y aprovechando que Joy la tapaba, cerró los ojos para disfrutar el collar, el cómo apretaba y el cómo se sentía. Al frente suyo había un montón fans que no eran consciente de lo feliz que estaba de poder usar ese chocker negro, no era una correa, que era lo que más les gustaban, pero en la parte interior estaba escrito en dorado "Kang Seulgi", casi podía sentirlo.

Dejó de tocar el collar cuando la canción comenzó a sonar. Sonrió y cantó con más energía de lo normal y cada vez que cruzaba miradas con Seulgi sentía que su emoción aumentaba. El collar era lo suficientemente apretado para que nunca se le olvidara que estaba ahí, pero no tanto para molestarle al bailar.

Era la primera vez que lo hacían, idea de Seulgi y en su opinión era la mejor idea que ha tenido en años. Irene sentía que decía a gritos que le pertenecía a Seulgi, un grito tan fuerte que nadie podía escuchar y eso era extremadamente excitante.

La canción se detuvo y la cámara la apuntó a ella ¿Cuánta gente la estará mirando? ¿Cuánta gente la mirarán? ¿Alguno se le pasará por la mente lo que significaba ese collar? Sus mejillas estaban sonrojadas y todos la miraban. Hizo una pose de acuerdo al comeback y luego de unos segundos le informaron que ya no estaban grabaron.

—¿Y?—Seulgi se le acercó rápidamente, sin importarle que aún estaban en el escenario—¿Qué opinas?—le susurró.

Irene la miró con seriedad y Seulgi tragó saliva, nerviosa de lo que podría estar pensando. La mayor se sacó el micrófono y acercó sus labios a su oreja y mientras Seulgi se despedía cariñosamente de los fans, escuchó a Irene susurrar.

—Te estaré esperando en el vestidor para que me folles, cariño—Seulgi sintió todo su cuerpo calentarse, pero no dejó de despedirse de sus fans. Irene se alejó para hacer lo mismo.