Dolor.

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Adele.

Solo espero no volver a enamorarme, que no se enamoren tampoco de mi, estoy rota y hundida. Lo roto solo te corta y lo hundido solo ahoga.

(...)

¿Porque no puedo llamarlo papá?–Me miró tiernamente esperando respuesta–Juega conmigo y me carga–Sonrió

–No vas a entenderlo ahora Peanut, solo no lo llames más así ¿Ok?–Asintió aún confundido

–Mami–Estiro su pequeña mano hacia mi–¿Duermes conmigo?

–Claro que si mi amor, vamos.

(...)

Recuerdo como le pedía a la vida una persona que me amara, que me diera un amor incondicional, un amor sincero y honesto.
Un amor que me llenará de abrazos y besos.

Lo encontré cuando supe que estaba embarazada, la única persona que yo necesitaba en mi vida era a mi pequeño gran amor.

Si, mi pequeño amor.
De corazón hermoso y alma pura.
Él simplemente apareció justo para darme calma en días grises y para callar mis demonios.

(...)

Entre a su "oficina" sin tocar, sin avisar, cerrándola de un portazo que lo hizo levantarse furioso.

–¿Ahora que mierda tienes?–Le solté una bofetada que lo hizo girar la cara, me tomo de los brazos mientras yo forcejeaba para que me soltara.

–¡No vuelvas a decirle a mi hijo que eres su padre! ¡Tú no eres nadie para el!–Grite

El solo me soltó dejándome caer en el suelo, como siempre terminaba. Justo ahí, humillándome.

–Últimamente estas peor que nunca, pareces una maldita loca.

–¡Tú me estás enloqueciendo alejándome de mi hijo!

–Sigue como hasta ahora y lo único que vas a provocar es que pase lo mismo de hace un año.

(...)

No podía evitar ponerme mal al saber que él le hacía creer cosas a mi hijo, cosas que eran mentira.

Me alejaba cada vez más de mi propio hijo y yo no podía hacer nada.

Hace un año atrás, cuando cambiaba a mi bebé noté un pequeño moretón en su brazo. Estaba enojada, decepcionada, asustada.

Alex estaba en una de sus dichosas reuniones con sus "socios", lo interrumpí llenándolo de preguntas y amenazándolo como una desquiciada.

Bastó solo ese día para que él decidiera que mantenerme por un tiempo "Sedada", fuera de mis cabales era lo mejor. Estaría más tranquila, sin quejarme y sin reclamar.

Vuelvo a cuestionarme una y otra vez. ¿Como pude creer que sería feliz con un hombre así?

(...)

–Ya tenemos un plan, voy a sacarte de ahí unos minutos antes de que comencemos con el operativo para no arriesgarlos.

–No quiero poner en peligro a mi hijo Jerry.

–No lo harás, ya está todo listo. ¿Estás consiente de la hora en que vez a tu hijo?–Me observo con tristeza

–A veces, Alex no siempre me lo permite en la misma hora pero comúnmente es entre las cinco o seis de la tarde–Me percaté de que Alex no me despegaba la vista como si intentara leer mis labios para saber la conversación que estaba teniendo con Jerry–¿Cuando será?

¿Tiempo Para El Lamentó?...Tal Vez En Otro Momento. Where stories live. Discover now