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   “ ... Recuerdo tu mirada; el dolor, la traición, el lazo que se rompió...”

   Cerrando el libro en sus manos, Carlisle le da una mirada al bosque fuera del ventanal en la oficina. Levantándose con un suspiro, abandona su lectura para dirigirse a la puerta. Se detiene por un segundo, piensa en lo que va a hacer, en si es correcto, en si es la única opción que realmente le queda.

...

—Conozco a alguien que podría ayudarnos.

Las personas en la sala se quedan en silencio en el momento en que Carlisle anuncia su presencia con aquellas palabras.

La situación actual era delicada, inclusive más que las últimas veces que se sintieron en peligro. No podrían evitar siempre a los Vulturi, aunque Carlisle lo intentó con todas sus fuerzas. Seguir sus órdenes, abandonarlos, intentar mantener sus vidas al margen para no llamar su atención. Les habían permitido irse ilesos dos veces, lo cual no era algo que hacían con los demás. Quizás Carlisle se aprovechó un poco de su antigua posición, del poder que tuvo, pero siempre fue para proteger a su familia.

Sin embargo, rebasó sus oportunidades con los Vulturi. Finalmente lo que tanto había estado evitando durante años les había alcanzado: un enfrentamiento directo con el clan de vampiros italianos. Un mal entendido de parte de un integrante del clan Denali le otorgó a los Vulturi la situación indicada y esperada durante siglos para declarar la guerra contra ellos.

Y aunque no quisiera admitirlo, no eran suficientes para detenerlos. Muchos iban a morir si no hacía algo para evitar esa pelea. Y sólo se le había ocurrido una cosa, una solución riesgosa de último momento que podría no funcionar, lo cual temía. Pero debía arriesgarse, pensar en su familia, no en él. Siempre estarían ellos primeros, había sido así desde que el clan se formó. Incluso aunque Esme se hubiera apartado de ellos para tomar su propio camino.

...

—Iremos contigo. —Emmett y Rosalie entran en su oficina para informar de su decisión, ganando la atención de Carlisle, quien seguía pensando si estaba haciendo lo correcto. Si realmente no había otra forma.

Acercándose a sus hijos, toma el hombro de Emmett, sonriendo cuando dice: —Iré solo, no se preocupen. Deberían quedarse, mantener la guardia por cualquier cosa. No nos podemos confiar de los Vulturi.

—Es cierto. —Edward aparece, acercándose a su familia. —Pero presiento que a donde vas, no será sencillo para ti. —aquello se gana una mirada curiosa de sus hermanos, quienes claramente no podían leer los pensamientos de su padre; quien aunque intentaba ocultarlos, no podía evitar desvariar por su preocupación. Su inseguridad se debía sólo a una cosa, pero Edward no podía descifrar qué, debido a que Carlisle no lo pensaba en concreto, enfocándose en dudar sobre lo que era correcto o no.

Con una mirada un poco preocupada que oculta con una sonrisa, Carlisle no discute con sus hijos, no quiere revelar más de lo necesario; lo cual sabe que ocurrirá si insiste en que no le acompañen. Esta seguro de que Edward intentará descubrir qué oculta, lo cual aún no está listo para revelar. Es parte de su pasado, una parte que nunca imaginó que volvería a tocar. Pero allí estaba, 352 años después, teniendo que enfrentar algo que nunca se perdonó. Y es que había sido un acto tan cobarde, tan imperdonable, lo había mantenido oculto tres siglos, era una parte de él de la que no estaba orgulloso. Una parte de él que no estaba listo para revelar a su familia, para hacer frente aunque hubiera pasado tanto tiempo.

...

—¿Dónde estamos? —Emmett pregunta cuando se adentran en un antiguo bosque londinense a mitad de la noche, tan silenciosos como fantasmas. Habían tomado un vuelo a Inglaterra, a Londres para ser específicos, conduciendo hasta un pequeño pueblo que parecía congelado en el tiempo. Era pintoresco, bastante agradable para turistas, pero ellos no estaban allí para eso.

Pensaron que la persona (vampiro) que Carlisle había mencionado podría ser de ayuda para pelear contra los Vulturi, vivía en aquel apartado lugar. Sin embargo, cuando Carlisle los guía al bosque, la imagen del desconocido se distorsiona un poco en la cabeza de Emmett. ¿Es que acaso el vampiro que buscaban vivía oculto en el bosque? No sería el primero, pero a veces seguía siendo raro que tantos vampiros prefirieran vivir de esa manera.

—Estamos cerca. —aunque muchas cosas habían cambiado, Carlisle podía recordar ese lugar como si hubiera estado allí por última vez hace unos días. El camino estaba cubierto de maleza, nadie había pasado por el en décadas, pero él lo veía claramente como en aquellos años cuando los cruzaba siendo sólo un niño.

Siguiendo al Cullen con más años, Emmett y Edward se sorprenden cuando se encuentran con unas antiguas ruinas de un pueblo abandonado. La verdad es que no queda nada más que algunos pilares o caminos de tierra, pero es sencillo imaginar cómo se veía antes. Mientras los dos vampiros parecen maravillados, Carlisle siente que su estómago se hunde hasta el fondo. Piensa en versículos de la antigua biblia que heredó de su padre, intentando concentrarse en no demostrar lo que le afectaba estar allí. Sus origines, el comienzo de su vida, su muerte, su eterna condena.

Mientras pasan por el lugar, puede ver a las personas que antes vivían allí, el miedo cuando pasaba con su padre y grupo de religiosos en busca de alguna nueva víctima para acusar de brujería o de ser algún demonio del inframundo como un hombre lobo o un... vampiro. Durante años, su padre asesinó a tantas personas inocentes que él temió seguir sus pasos, por lo que fue más precavido antes de juzgar a alguien. Adoraba a su padre, creía en sus palabras, pero no apoyaba sus métodos.

«Carlisle, eres diferente a tu padre»

El repentino recuerdo hace detener los pasos de Carlisle, voltendo a un específico lugar donde antes había una taberna, escuchando aquella voz como si estuviera allí y no en un recuerdo en su cabeza.

Lo hace pensar en que sí, nunca sería como su padre, no podía ser tan devoto o estricto como él, cosa que siempre se reprochó.

Cosa que por mucho tiempo le atormentó.

Cuando era pequeño, anhelaba ser como su padre, seguir sus pasos, impartir las enseñanzas de la biblia con la misma pasión y ferocidad que él. Pero cuando creció comenzó a pensar por su cuenta... muchas cosas cambiaron para él. Aunque estuvo emocionado cuando su padre le dió el manto como Pastor, también sintió un gran peso en sus hombros, tan pesado que lo hacía perder el aire. Si su padre hubiera sabido...

—Carlisle. —Edward le llama, por lo que Carlisle detiene su excavación en el pasado para prestar atención al presente, observando a su hijo con una sonrisa despreocupada. Seguramente Edward ya había descubierto que ese lugar era el pueblo donde había nacido y crecido, pero no le daría más que eso.

—Continuemos. —Carlisle retoma el paso, dirigiéndose a una parte un poco apartada de la parte central del antiguo pueblo que antes había allí. —Es aquí. —se detiene frente a la rejilla oxidada de una abandonada alcantarilla.

—¿Tú amigo vive en las alcantarillas de un pueblo abandonado? —Emmett cuestiona con escepticismo.

—Sí. —es todo lo Carlisle puede responder sin una expresión clara en su rostro, agachándose para abrir el camino hasta los túneles.

«Nos vemos luego, Carlisle, deberías ir rápido a casa. La noche no es para personas como tú»

Otro recuerdo se desliza por su mente, haciéndole sonreír con amargura. En el pasado, no había entendido esa advertencia o ¿revelación?, pero ahora sí. La había entendido hace 352 años en aquella noche que aunque intentara olvidar con todas sus fuerzas, siempre le perseguiría. Lo había ignorado durante años, pero ahora que estaba allí, era como un balde de agua fría. Cuando pensó en esa opción, fue como golpearse contra un muro. La realidad de que ese momento siempre estaría allí, tan fresco cuando volvía.

«No me sigas, no te gustará ver donde vivo. Mi familia es, especial»

Tantas señales, tantas advertencias, había sido tan ciego.

Pero... ¿No es eso en lo que te convierte el amor?

"Vulturi" | Carlisle Cullen [BL]Where stories live. Discover now