Capítulo 2: La Princesa Lunar

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***Empezar Música***

***Adensia***

—Buenos días. —Basalta abre las cortinas de mi habitación. Me había pasado antes del amanecer. La luz se refleja en su cabello tan oscuro como el ónix; un negro profundo que cae en cascadas largas y sedosas por su espalada.

—Despertaste temprano —concluyo apenas viendo el celeste mañanero por las montañas lejanas.

—La princesa intentó escapar anoche, de nuevo. —Basalta retuerce sus ojos color ámbar intenso—. Escapar a dónde, no sé; ni lo sabré. ¿Qué deseos persisten? Nunca entenderé los deseos efímeros de los humanos—. En fin. Alístate, estira esas alas.

Ella extiende sus alas de harpía, con un plumaje negro profundo, pero con matices iridiscentes que brillan con misterio. Cada una de sus plumas es afilada como cuchillas, y, al desplegarse por completo, son un espectáculo majestuoso.

Su figura es esbelta y musculosa, revelando la fuerza de los híbridos; además, lleva puesto su atuendo mañanero, que combina la elegancia con practicidad. Las telas fluyen alrededor de su cuerpo sin interrumpir su movilidad.

Ella salta por la ventana, dirigiéndose hacia la cima de la torre, donde descansa el príncipe dragón. Las llamas de Erandor, que durante la noche habían lanzado destellos rojizos al horizonte, ahora están apaciguadas.

El paisaje que se extiende a mis pies es una mezcla de oscuras sombras y colores vibrantes. Las plantas de colores deslumbrantes que crecen en la tierra quemada por el fuego desafían la lógica con su belleza, y sus pétalos brillan como gemas preciosas. La tierra negra, enriquecida por el carbón mágico que alimenta a Erandor, contrasta con el verde intenso de los bosques de alrededor.

Salto desde la ventana, lanzándome al vacío con ojos cerrados. A veces, me gusta pensar que no puedo volar. Es en ese breve suspiro de incertidumbre mientras caigo, cuando puedo engañarme a mí misma. Puedo imaginar que no tengo control alguno, que soy solo una humana cayendo en un abismo sin fin. La adrenalina corre por mis venas, y mi corazón late con la emoción del misterio, de la posibilidad de que esta vez, el suelo pueda ser mi destino final.

Pero, por supuesto, la realidad siempre me encuentra. Mis alas se despliegan en el último instante, y vuelvo a elevarme. Así comienzo mis mañanas, así me motivo al día a día. ¿Será así como piensa Basalta? Aquella mujer que ha vivido centenas de años, en esta torre, con su príncipe... ¿Qué es lo que piensa, al ver el fuego eterno? ¿Es acaso el sufrir del híbrido, o el de la jaula invisible?

Subo hasta la torre de Elara. Es hora de mi rutina mañanera. Toco rítmicamente las metálicas barras de la puerta de su dormitorio. Ella sigue en cama, las manchas de sangre en el piso y paredes son frescas... Basalta le ha dado su merecido por intentar escapar de nuevo. Abro el llavín de oro y me adentro en su habitación.

Las paredes están tapizadas con un suave terciopelo con tonos de azul zafiro, las cortinas tienen un encaje blanco y fluyen desde las ventanas hasta el suelo, permitiendo la entrada de luz natural, y contrastando con las barras de oro que bloquean paso alguno. La cama es majestuosa, con sábanas de seda asemejando un cielo estrellado... pero también están manchadas de sangre.

 pero también están manchadas de sangre

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⏰ Last updated: Sep 27, 2023 ⏰

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Adensia: Fuego EternoWhere stories live. Discover now