BIENVENIDOS A TEX-TEX

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Al darse cuenta de que no podían enfrentarlos a todos, los cazadores de recompensas se dieron a la fuga, llevándose a Luffy con ellos.

"Supongo que tiene sentido..." dijo Electra, su conversación llegó a un alto cuando al fin llegaron a un pueblo con un letrero que decía: Frontera Roja.

Mientras caminaban por la calle principal, el tentador aroma de la carne se filtraba por el aire, proveniente de un bullicioso restaurante.

"Bienvenidos al Cañón Picante!" saludó el camarero con una cálida sonrisa, sus ojos reflejando la vibrante atmósfera del restaurante. "¿Qué les sirvo?"

"Tendré tu especialidad Carolina, y un refresco de fresa, por favor", dijo Electra.

"¡Yo, quiero todo!" exclamó Luffy, sus ojos ensanchándose de emoción mientras hojeaba el menú.

En poco tiempo, la mesa estaba adornada con una variada selección de platos, cada uno preparado y presentado con destreza culinaria.

Luffy sucumbió a la tentación de probar el plato de Electra, pero su atrevido movimiento resultó contraproducente cuando el picante del Carolina lo golpeó como una llamarada. Su rostro se puso rojo, y gotas de sudor perlaron su frente mientras alcanzaba desesperado su vaso de agua.

"Luffy, ¿estás bien?" preguntó Electra.

"Oh, parece que el joven subestimó al carolina reaper", se rió uno de los cocineros del restaurante.

Después de tomar más agua, Luffy empezó a calmarse.

Electra, para sorpresa de todos, comenzó a comer su comida sin protestar por el picante, mientras que Luffy ya se había quedado dormido. Electra vaciló, indecisa sobre si debía despertarlo, así que decidió esperar.

De repente, la puerta crujió y se abrió, desvelando la presencia de una mujer de estatura imponente. Lucía una chaqueta de cuero desgastada y un sombrero vaquero tan amplio que apenas dejaba entrever sus ojos.

Cada paso que daba resonaba con el tintineo de los cascabeles en sus botas, mientras en su pecho relucía un distintivo de sheriff que destellaba como una estrella en la oscuridad.

"¡Hola, Kate!" saludó el camarero con cordialidad, mientras Kate se acomodaba en su asiento en la barra de comida, justo al lado de Electra.

“¿Lo de siempre?” Le preguntó el camarero.

"¡Ni lo dude, así es!" respondió Kate, con su acento muy marcado.

Mientras Kate esperaba su comida, no pudo evitar notar la mirada curiosa de Electra fija en ella.

"¿Qué pasa, escuincla¹? ¿Acaso tienes algo atascado en tus ojos?" bromeó Kate, sus labios curvándose en una sonrisa juguetona.

"Tenía un poco de curiosidad. Y no, nada en mis ojos", respondió Electra, con los ojos abiertos de par en par en inocencia mientras parpadeaba.

"No eres de por aquí, ¿verdad?" se rió Kate, su risa mezclándose con el suave murmullo de fondo del restaurante.

"No", respondió Electra con simpleza.

El camarero se acercó con un gesto, colocando el plato de Kate frente a ella, llenando el aire con el aroma de la comida recién cocinada. El olor era tan tentador que despertó a Luffy de su sueño, sus ojos ensanchándose con hambre.

"¿Carne?" exclamó Luffy.

Mientras tanto, Electra hizo discretamente un gesto al camarero, con la intención de pagar la cuenta. Para su consternación, se dio cuenta de que su billetera estaba perdida, sus dedos palpando sus bolsillos en una búsqueda inútil.

Polluelos / ASL ONE PIECE FANFICDonde viven las historias. Descúbrelo ahora