𝔠𝔞𝔭𝔦́𝔱𝔲𝔩𝔬 𝔳𝔢𝔦𝔫𝔱𝔢

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La humedad era como golpear en una pared mohosa y el ruido era ensordecedor, pero era el olor que Taehyung recogió por primera vez. El mal olor, rancio, le daba ganas de vomitar.

La cámara era pequeña y bastante oscura. Sólo que la visión de Taehyung era extrañamente verde y desalentadora, aunque en los primeros segundos, su capacidad de tomar los detalles no le falló.

La habitación era de doce por doce pies, el techo sobre su cabeza completamente hecho de grandes bloques de piedra. Había arena bajo sus botas, las paredes no tenían signos distintivos aquí, sólo el raspado de piedra que parecía más de marcas de arañazos de uñas.

Entonces se fijó en el movimiento. Había vampiros resucitados en la habitación. Y el sonido se grabó en el cerebro de Taehyung como una ola que lo mantuvo bajo.

Ambos, Bes y Eleanor habían descrito al vampiro resucitado a la perfección: oscuro, la piel hundida, estirado y seco como un esqueleto, el pelo enmarañado, los ojos redondos hundidos, dientes de vampiro. Olían a aceites de embalsamamiento y muerte.

Náuseas rodaron en el estómago de Taehyung.

Bes también había descrito los sonidos, aunque ninguna palabra podía hacer justicia. Era un chillido agudo severo. El ruido, como las avispas torturadas, parecía al mismo tiempo cercano y lejano, y sumido a cientos.

Taehyung estaba frente a la parte trasera de la sala, lo más lejos del peligro. Sin duda, una táctica deliberada de Jungkook en tener a él mismo, Yoongi y Jimin frente a él. Yoongi y Jimin cambiaron, el rubio barriendo su mano, enviando una ola de congelación a través de los vampiros, impresionante en volverlos momentáneamente quietos y en silencio hasta que Yoongi los barrió con una estaca en cada mano, enviándolos una vez más al polvo.

Él ejercía las estacas como espadas japonesas largas y con los arcos fluyendo con precisión, lo que fue más poesía en movimiento que violencia.

Pero, cuantos más vampiros mataron, más entraban por la puerta. Bes, Chanyeol, Yoongi y Jimin, todos cambiaron con tanta facilidad, estaqueando a sorprendidos vampiros gritando para una segunda muerte. Siguieron entrando más, entrando por la puerta y aproximándose.

— Ellos no están congelándose. — dijo Jimin. — Son muy secos.

Taehyung había sacado la pistola y apuntó a la puerta.

— Mantén tu arma. — dijo Jungkook.

Así, que en menos de un abrir y cerrar de ojos, Jungkook estaba allí. Con una estaca en cada mano, parpadeando dentro y fuera de la vista, saltando como un arma automática, perforando el corazón y creando nubes de polvo a su paso.

Taehyung sabía por qué todo el clan vampiro de Nueva York le temía. Si él te quería muerto, sería simplemente saltar delante de ti con una estaca en tu corazón antes de que tuvieras tiempo en parpadear.

Limpiando la habitación en menos de dos segundos, el flujo de vampiros resucitados a través de la puerta se detuvo.

Yoongi suspiró.

— Wow.

A Taehyung le tomó un segundo para procesar lo que acababa de ver.

— Está bien... Esto fue... Así joder.

Jungkook saltó de nuevo al lado de Taehyung.

— Habrá más. Tenemos que seguir adelante.

— Estas criaturas... —dijo Jimin. —... Están completamente deshidratadas.

— ¿Qué significa eso? — preguntó Taehyung.

— Eso significa que no se han alimentado. — dijo Jimin.

La Llave de Jungkook #1 [kt]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora