- Vámonos a ahogar las penas - me dice Yoongi dejando una pinchada playlist. - Aún no te lo he contado todo.

Llegamos a la barra que los Kim han puesto para agasajar a sus invitados y pedimos dos whiskeys.

- Tienen cuatro hijos - me suelta yoongi antes de beberse el líquido ambar de un solo trago y le lanza el vaso al barman para que vuelva a rellenárselo.

- ¿Qué? - no he podido escuchar bien.

- Que tienen cuatro preciosos hijos - vuelve a beberse de trago la copa.

- No puede ser - lo digo más para mí mismo.

Yoongi me explica cómo se ha encontrado con Tae, y todo lo que ha pasado después.

- ¿Has podido hablar con Jimin? - le pregunto.

- No - se lamenta. - Tan sólo me ha explicado que se casaron hace tres años y que decidieron formar una familia. - La he vuelto a cagar, Kook.

- ¿Qué ha pasado?

- Le he preguntado a ver si ha conseguido ser feliz sin mí - se ríe amargamente. - Me ha mirado como si fuera la peor escoria sobre la faz de la tierra y me ha dejado plantado.

- Yoongi - apretó su hombro y rompe a llorar.

- Sigo amándole como el primer día, ¿sabes? - confiesa. - Yo llevo años desesperado por no poder tenerle y él no sólo me ha superado, sino que ha formado una familia. Sin mí. Nuestros amores han acabado juntos, ¿se puede ser más desgraciados que tú y que yo? - ríe histérico y sé que está borracho como una cuba.

Sigue riendo y llorando, desquiciado perdido. Gruño por pura impotencia. Porque me niego a que esto se acabe aquí. Porque, ahora que he encontrado a Tae quiero hacer las cosas bien. Bebemos y bebemos como dos animales, intentando empañar este sentimiento de derrota que nos embarga. Yoongi hace rato que se ha dormido sobre la barra y yo velo su sueño. Cada vez queda menos gente y la fiesta está llegando a su fin. Eso significa que voy a marcharme de esta casa y volveré a perderle. Me levanto, negándome a que este sea mi triste final. Así que aprovechando que ahora mismo, Tae y Jimin están solos, voy directo hasta ellos. Cuando llego, agarro a Tae por la muñeca.

- Tae - me tambaleo un poco. - Necesito hablar contigo en privado.

- Jungkook, ¿estás bien? - me pregunta Park, siempre tan amable.

- Yo sí, pero Yoongi se ha desmayado en la barra - juego la carta más sucia de todas.

Jimin sale despedido y eso me brinda una esperanza a la que quiero agarrarme con uñas y dientes. Miro a Tae y este me devuelve una mirada inquisitiva.

- Eso ha sido demasiado rastrero, incluso para ti - intenta soltarse de mi agarre.

- Lo sé, pero no me dejas mucha más alternativa para poder hablar contigo - le digo tomando su mano.

- ¿Qué quieres, Jungkook? - suspira pesadamente, como si estuviese harto de mí.

- Te marchaste Taehyung - siseo. - Te marchaste después de que hiciéramos el amor, maldita sea.

- Y qué querías que hiciese, ¿quedarme para ver cómo te volvías a ir porque te avergüenzas de mí? - me escupe con rabia. - Y perdona que te diga, pero tú y yo sólo hemos follado un par de veces. Sólo las personas que se aman entre sí, hacen el amor - suena más berrinchudo que otra cosa.

- Tae - me acerco a su oído, porque, como muy bien recuerdo, es uno de sus puntos débiles. - Puedes reconocerlo o no, pero yo te he hecho el amor. Lo tuviste que sentir aquí - rozo su corazón con los dedos y no se me escapa el ligero temblor que recorre su cuerpo.

Misión: Alfil Negro (Taekook) 🔞Where stories live. Discover now