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Nagini repta por una húmeda y oscura habitación.

Arrastra su alargado y reptiliano cuerpo uniformemente en los mosaicos, mis manos pegajosas al haber sido tumbada a su paso y tocar la sangre aun caliente hace que el frío del lugar sea mínimo ante el que cala mis huesos.

-Nagini- Susurra mi maestro, la serpiente deja de moverse hacia su comida. La varita del señor oscuro es levantada y apuntada con una certeza audaz -Estamos reunidos, para una alegre charla entre nuestra numerosa familia- explica -Hay un traidor de sangre entre nuestras filas, escoria que enloda su sangre con la basura Muggle-

El pequeño grupo formado en la sala se asombra al momento, Nagini trepa hasta llegar al inicio de la pierna de la persona frente nosotros, no sé si es un mago o un simple Muggle que mi señor tomo para alimentar a su fiel mascota.

Unas pocas mordidas bastaron para que la carne de la persona se abriera y que los puntos de sangre se convirtieran en ríos fluidos de rojo.

-La persona que ven aquí no es más que un misero Muggle tomado por la fuerza, un entretenimiento para mi fiel amiga- la serpiente sisea, se alza sobre el cuerpo y embiste ferozmente clavando sus colmillos sobre la yugular del Muggle. Poco a poco el líquido se cuela por y dentro y fuera. La pared comienza a llenarse de sangre al igual que el piso. Cierro los ojos al sordo grito del sofoco del Muggle hasta que el burbujeo asqueante termina en una imagen impropia de la muerte -Pero no los he reunido para ver a Nagini comer, no. Un traidor de la sangre se mofa en nuestras caras-

Silencio, murmullos agobiantes que congelan el aire hace que mi mente grite por una futura clemencia.

-Bellatrix- llama sonriendo, sus abiertos e inexistentes labios tratan de formar una sonrisa amigable. Sonrisa hambrienta de sangre, sedienta de esta -He visto, conozco de esa sangre sucia inmunda. El lastre horripilante de Hermione Granger. La manera en que la tratas, en la que la soportas. Esa asquerosidad antinatural de mago y Muggle-

-Mi señor- respondo con voz temblorosa -Por favor-

-Bellatrix, Bellatrix- repite negando con la cabeza serpentina -Me has fallado, la más leal de todos. Por una sucia alimaña llena de lodo. Una escoria de Potter-

Una presión corta mi respiración provocando un mareo por la falta del aire y hace levante las manos en nada.

Como si buscara que apartar de mi cuello y cuerpo.

-Mi lord- digo apenas -Por favor-

-Me lastima, Bellatrix. Saber que alguien como tú caería ante esos... Esos Muggles-

Me atrae hacia él, lento, en burla.

Como si quisiera que todos fueran testigos y vieran con claridad absoluta.

-No entiendo, Bellatrix. Este cambio es... Inesperado. Realmente me sorprende-

-Mi lord- repito nuevamente -Lo siento, mi señor. No quiero, no debo. No he hecho nada-

-Nagini deja la comida- mi señor sisea en Pársel palabras que, si bien no comprendo. Son lo bastante claras incluso para el más torpe de los Weasley.

La serpiente enrosca mi pierna, sube sujetando mis piernas y torso. Cada movimiento de sus músculos aplasta mis huesos con increíble facilidad.

-A tus años de gran servicio debemos pagarte como se debe y puede. Quitar lo que daña, lo que quema y mancha. Es por eso, Bellatrix. Que te, libero-

El hocico de Nagini se abre, sus colmillos salen de su carne y se lanza.

- ¡Bellatrix! – Salto, pataleo y caigo con una maraña de sabanas que impiden mi escape - ¡Bellatrix! Llega la voz de Hermione.

Me quitan la manta y veo su rostro lleno de preocupación como sudor. Tiende su mano y la tomo sin dudar, soy llevada hacia ella y sus brazos me envuelven con fuerza.

-Tranquila- susurra cerca de mi oído. Siento el comienzo de caricias en mi espalda provocando que esconda mi rostro en su cuello, hundiéndome en su calor y olor a vainilla provocado por el baño -Solo fue una pesadilla- explica sin la intención de apartarme.

- ¿Pesadilla, yo? – pregunto separándome apenas -No es posible, no debería-

-Bellatrix, estabas gritando. Parecía que querías escapar-

-Sabes a lo que me refiero...-

Hermione suspira, junta nuestras frentes haciendo un solo respirar por parte de ambas. Deja de acariciar mi espalda para ahora sentir el tacto en mi mejilla. Un suave tacto que poco a poco calma mis nervios y pasmos.

- ¿Qué soñaste? – pregunta, sisea, susurra. Como si alguien nos fuera a escuchar.

-Volde... Mi señor- respondo con pocas ganas de decir -Él, me castigaba-

- ¿Por qué? –

-Por ti, él... Me castigaba por estar aquí. Por no ser como debo ser-

- ¿Eso te molesta? –

-No. Pero, es difícil. Ambas sabemos como puede terminar un día esto. Un ataque de ira, de pánico, psicosis. Lo he visto en documentales, con personas con estrés postraumático-

-Si, sé algo del tema. Pero sabes que no me refiero a eso... ¿Qué hacía él? -

-Nagini- respondo solo con eso. Hermione entiende y deja que el silencio se quede, poco a poco la respiración se calma. Se vuelve normal, cotidiana. Pero el corazón sigue latiendo solo que ahora con falta de miedo.

- ¿Quieres dormir juntas? – pregunta separándonos.

-Si- digo en susurro. Hermione nos levanta y caminamos lejos de la habitación hasta el oscuro pasillo. Me guía a una puerta y entramos donde duerme, abre las sabanas y me sienta en la cama con cuidado.

-No hay nada malo con tener pesadillas. No hay debilidad-

-Soy una mortifago. Debería tener prohibido tenerlas-

-No, tienes todo el derecho. Como todos-

-Nunca las había tenido, creo. Al menos pocas-

-Bueno- Hermione se sienta del otro lado de la cama, entra en ella y se cubre con las sabanas -Puede ser que tu mente finalmente se relajó-

-No entiendo-

-Estas en un entorno de paz, Bellatrix. Tu mente finalmente está calmándose, se encuentra de poco en poco. Así que ver el mal dentro de tu cerebro no es malo, tampoco es bueno. Pero eso da a entender que eres mucho más que solo un mortifago-

Me recuesto a su lado, abro las sabanas y le miro.

Una pequeña sonrisa adorna su cara, me acerco y abrazo su brazo. Cierro los ojos y duermo.

.........

El continuar dormir me parecía imposible al tener a Bellatrix a mi lado, no por miedo (como debería de ser en un inicio) Es por algo más, un algo que interrumpe mi calma nocturna.

Muevo la cabeza sintiendo el abultado peso sobre mi hombro y almohada, su respiración lenta y tranquila hace que una sincera sonrisa se establezca en mis labios.

Bellatrix es un caso, un algo único sin duda alguna. Exactamente hoy se cumple el mes desde que fue dejada a mi cuidado cuál animal perdido. Paso a paso la empatía ha comenzado a florecer, el malestar y nerviosismo se ha alejado considerablemente quedando en un malestar agobiante, pero que, en vista de lo que fue y pudo ser. Va todo en paz.

La rehabilitación y espero posterior reinserción social. Es algo que ahora no parece estar tan lejos de lo que creo.

Pasos pequeños y cortos, esa es la manera junto a Bellatrix. Y si bien esta empatía está creciendo incluso en este presente y futuro.

Siento que... Hay algo más. No sé cuál sea la razón, pero.

Me gusta verla sonreír. Y justo ahora, en la oscuridad como luz de la madrugada, en la calma del crepúsculo.

Puedo admirar y degustar su tranquilidad. 

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