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Salto y salto haciendo que las puertas se abran ante un mínimo.
El aire frío sale causando un ligero escalofrío en mi piel, Hermione solo me ve desde dentro de este lugar, veo acaricia su frente y con un pequeño empujón entro.

-¿Qué es este lugar?- vuelvo a preguntar de la misma manera que en la mañana.
Después del desayuno y un merecido Té, Hermione me informó que iríamos a comprar comida al igual que la gente de cuarta o como los elfos domésticos. En un inicio sugerí esto, pero resulta que no tenemos y que ella misma limpia la casa con su propia magia.

Una hora después salimos de casa para caminar unos cuantos minutos antes de hacer la aparición.
Un callejón solitario nos dio la bienvenida, ajuste la sudadera que llevo puesta y caminamos por las calles Muggles.

Debo admitir que hay una gran diferencia entre la residencia y lo raro que es esto.
Mucha gente caminando al mismo tiempo, te-le-vi-si-ónes enormes en las paredes que repiten un único canal y unos "autos" que se mueven por todas las calles.

A pesar de ser apenas medio día hay luces por doquier, una aparente simetría que tiene poco o nada que ver con la asimetría del mundo mágico. Todo en orden y medianamente más limpio... Colorido. Si, esa es la palabra que describe solo las calles.

Sí. Hay colores monocromáticos en muchas partes, pero el color no falta.
Cómo alguna vez fue el callejón Diagon cuando compre mis cosas para ir a Hogwarts por primera vez en dónde muchas ahora viejas casas mostraban su brillo y color por primera vez.

En el mundo mágico hay gente rara y excéntrica. Pero te acostumbras y ves varios patrones repetitivos uno del otro, pero aquí todo es diferente.

Tan diferente.

Llegamos al "supermercado" el cual tiene un lugar lleno de autos antes de siquiera entrar al lugar.
Un anuncio enorme en la entrada y luces destellantes contra el nublado día que tocó hoy.

Hermione se acercó y las puertas se abrieron por si solas, en un inicio creí era magia. Pero resulta que es algo creado por los Muggles que se abre al tenerte cerca.

Y por eso el salto.

-No había visto a alguien tan emocionado por unas puertas- dice tomando una canasta metálica con dos pares de ruedas bajo ella -Vamos, hay una lista de cosas que faltan-

-Aja- respondo apenas viendo el alrededor. Colores blancos; café, rojo, amarillos u otros más por todas partes. Una voz sonando en la nada que dice los precios y personas paseando con las canastas metálicas. El frío que sentí antes de entrar persiste, pero no importa nada cuando veo una enorme pila de te-le-vi-si-ónes con muchas imágenes en ellas -¿De quién es este palacio?- pregunto ante tal cantidad de cosas pues incluso la comida es tan abundante que la gente solo la toma. 

-Aquí vienen los Muggles a comprar su comida y otras cosas- explica tomando una caja de lo que ahora se es cereal. Claro sabía de él, pero no que podía venir en cajas tan coloridas y con animales en ella -También hay otros lugares, pero digamos que este es uno de los principales-

-Entiendo- mentí caminando en los pasillos que reflejan a uno. No importa a dónde vea, todo es tan diferente -¿Por qué nuestro maestro no nos dijo de estas cosas?-

Al darme cuenta de lo dicho cerré la boca y me quede callada.
Un sentir de malestar y pena inunda mi persona e incluso sé que algo así debería de terminar en una reprimenda, pero en lugar de eso ella sonríe. Estira la mano y lanza a la canasta metálica una bolsa con pan dentro y sigue caminando.

-Eso no fue nada- me adelanto tratando de dejar de mirar mi alrededor.

-Dices eso. Pero incluso aunque siguiera vivo, este lugar te seguiría robando la atención. Vi como veías las calles, los lugares y la gente-

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