Mi Vida, Mi Destino

Capítulo 04

Suena como si estuvieras pasando un

Llegamos a la universidad y teniendo en cuenta que herodes es guapo, es el capitán de su equipo y tiene un BMW, osea es muy popular y yo llego con el, voy a llamar demasiado la atención, algo que no quería. Miro el lugar con horror y herodes ríe.

—No es gracioso — juego con mis dedos en mi regazo.

—Vas a estar bien y les vas a caer genial — volteo a verlo un poco triste.

—¿Tú lo crees?

—Claro que sí, solo no dejes que el pasado te afecte otra vez — me sonríe y es por eso que siempre lo he elegido a él sobre todos los demás — ahora vamos.

Se baja del auto y cuando yo estoy por hacer lo mismo el rodea el auto y abre mi puerta. Me extiende la mano para ayudarme a salir.

—Esto no era necesario, ¿sabes? — digo más nerviosa que antes.

—Lo sé — me sonríe — pero al menos así los chicos no se te acercarán tan fácil.

Caminamos y yo solo quiero pensar que no nos ven, que es producto de mi mente nerviosa pero lo que sí estoy segura de ver, es que las chicas se comen a Herodes con la mirada.

—Joder, te comen con la mirada — susurro solo para los dos.

—¿Qué esperabas? Soy irresistible — dice serio.

—Tienes el maldito ego por los cielos — volteo los ojos.

Un chico viene hacia nosotros, cuando llegan abraza a mi amigo.

Cuando se separan Herodes pone su brazo sobre mis hombros provocando que el me vea con curiosidad.

—Te presento a mi mejor amiga: Hebe. Hebe, te presento a mi más fiel fan: Nil — señala a un ojiazul de su estatura, fuerte y de pelo ondulado negro, muy guapo, el cual me sonríe y yo correspondo — es mi mejor amigo.

—Un gusto, Nil — extiendo la mano y él estrecha — así que tú eres quien me quitó el cariño de esta criatura — bromeo.

—Así es, yo soy... la otra — me sigue el juego.

—Sabía que se llevarían bien.

—Bueno, un gusto. Nos vemos luego — me despido y camino hacia Ash, quien está sola, sentada en el pasto.

Esta semana nos hemos hecho amigas cercanas y un poco íntimas. Comenzamos a platicar y pasan las clases hasta que llega mi primera clase sola: historia.

Llegó al salón y me siento hasta atrás, el lugar se empieza a llenar hasta que alguien se sienta junto a mi.

—Hola pequeña — volteo y lo miro mal.

—De tantas personas y ¿tú te sientas junto a mí? — finjo decepción.

—Yo también me alegro de verte — el sarcasmo notorio.

Walter se sienta frente a el y cuando me ve sonríe.

—oh hola Heb —le sonrió y cuando estoy por contestar entra quien supongo es la maestra.