CAPÍTULO 16

19 5 17
                                    

DÍA 1: "El comienzo del viaje"
"MAYA"

Estiré los brazos al cielo, intentando destensarme un poco.

Hacía ya un buen rato que habíamos emprendido la bajada, pero aún me notaba el cuerpo algo entumecido del tiempo que habíamos pasado sentados encima de aquel muro. Era como si el reloj se hubiera detenido en nuestras cabezas y de golpe hubiera pasado las agujas casi sin enterarnos, al menos yo no lo había hecho. Me había perdido tanto en aquel espectáculo crepuscular, que cuando fui a darme cuenta, ya estaba oscureciendo y teníamos que apresurarnos a bajar si no queríamos rodar colina abajo por no ver dónde pisábamos.

Miré de reojo al chico a mi lado, que iba dándole patadas a una piedrecita a sus pies, completamente despreocupado. Me parecía tan loco que alguien que encontró mi cartera en el aeropuerto y me la devolvió haya sido mi guía turístico durante todo un día... Notó que lo estaba mirando y se giró a mi dirección, sonriendo, marcando esos hoyuelos que aquel día tanto me había acostumbrado a ver. Volví mi vista al frente, algo avergonzada.

Aún no había terminado de asimilar que estuviera pasando todo el día con un completo desconocido; el hecho de sentirme cómoda a su lado, me incomodaba, ya que verdaderamente no sabía nada acerca de él. Sí, otra vez me estaba entrando la paranoia del asesino en serie de turistas. Pero es que era cierto, íbamos de camino a la casa allanada –importante el recalcar eso– e íbamos a dormir bajo el mismo techo; quizás me estaba pasando de confiada y aún estaba a tiempo de buscar algún otro sitio para dormir.

—¿En qué piensas?

Estaba andando de espaldas, mirándome con la cabeza un poco ladeada.

—¡No hagas eso! Te vas a matar, y no quiero tener que pasar mi primera noche en Italia dando parte a la policía porque un descerebrado ha tropezado por no mirar al frente y se ha despeñado por la colina —le reprendí, a lo que me contestó con una carcajada, pero volvió a ponerse a mi lado, caminando normal—. No sé, pensaba en el día de hoy, ¿no te parece un poco loco? Todo lo que ha pasado, quiero decir.

Se quedó pensativo unos segundos antes de responder.

—Yo más bien diría muy loco —rió—, pero, no me parece mal.

—Ah, ¿no?

—En absoluto —negó, levantando la vista al cielo en el que ya se empezaban a ver algunas estrellas—. La verdad es que no sé si tú lo habrás sentido igual, pero pasar el día juntos me ha hecho sentirme más yo que nunca, como más comprendido. Paradójico, ¿no crees? Pero bueno, imagino que es una de esas situaciones inevitables de la vida que se te presentan y a las que no puedes decirles que no, porque son el empujón necesario a algo más grande. Por lo que gracias, Maya Honey, ha sido un día maravillosamente loco y único.

Su sonrisa me contagió.

Me preguntaba si tenía razón, si aquello significaba el comienzo de lo que me esperaba a continuación. El camino que me llevaría a abrir la puerta que tanto ansiaba.

No le respondí, pero estuve todo el tiempo que continuamos bajando, pensando en sus palabras. Odiaba eso, lo llevaba odiando todo el día, el sentirme tan identificada con lo que decía o pensaba; como él había dicho, el sentirme "comprendida", era como si ambos buscásemos lo mismo, y me asustaba. Él no volvió a decir nada, simplemente respetó mi silencio, al menos hasta que un estridente sonido resonó.

—¿Eso son tus tripas? —vi cómo se intentaba aguantar la risa.

Me abracé el estómago, totalmente avergonzada, y más roja de lo que probablemente había estado nunca. Le dirigí una mirada llameante.

15 DÍAS PARA CONOCER(TE)ME #PGP2024Where stories live. Discover now