Encuentro.

434 55 12
                                    



Aquel peli negro se encontraba sorprendido. ¿Estaba soñando.?

—Espera, ¿Qué acabas de decir.?— Cuestiono, pues podría jurar que escucho mal.

—Maldición, no me hagas repetirlo. Solo dime si aceptas.—Arruino el ambiente, pero ya no era importante, si no escuchaba una respuesta rápido sabía que se arrepentiría por haber hecho esa pregunta en primer lugar.

—¡Por supuesto que acepto.!—No dudo, se arrojo a los brazos del Alpha antes de que este le colocase la sortija. —Tenía miedo, creí que te marcharías, pero ahora estoy feliz.—Quería llorar, pero su felicidad era más. 

En la oscuridad de aquel parque, sin que nadie más pudiera verlos. 

—Lo siento, no debí actuar así, pero ahora, no me arrepiento de nada.—Mentía, incluso su tono de voz era distinto. —Quería preparar algo mejor, pero comencé a pensar que te perdería si no me daba prisa, así que corrí a la joyería más cercana para comprar esto.— Con pesadez, le coloco al mayor aquel obsequió, se estaba condenando a si mismo. 

Pero ya no había marcha atrás, debía continuar... ya había llegado demasiado lejos.

Ahora lo entendía, el Omega peli negro podía darse cuenta de lo desaliñado que estaba el más alto, lo asociaba a su distracción por la discusión de la mañana, y eso lo hacía alegrarse más, pues pensaba que el Alpha no había pensado en otra cosa que no fuera él. 

—Esto es suficiente para mi, saber que ahora seremos una familia de verdad, me enorgullece.—No le importaba que el cenizo cediera a tanto solo por la presión, por fin sería solo suyo. 

—No digas tontearías, aun podemos ir a cenar, conozco un buen restaurante por esta...—Antes de terminar su frase, los labios ajenos sobre los suyos lo detuvieron.

Sintiendo como al mismo tiempo unas manos traviesas buscaban desabrochar el cinturón de su pantalón. 

—Eijiro, detente, estamos en un parque publico.—Nuevamente lo detuvo el contario. 

—Vamos, será emocionante hacerlo aquí. No me digas que tú no tienes ganas.—Sonrió, sin detener sus acciones. 

—De acuerdo, tu ganas, pero no aquí, vayamos a casa.—Aparto las manos ajenas y comenzó a caminar con dirección a su hogar. 

Estaba cansado, le dolía la cabeza y quería ir a la cama, pero sabía que eso no se podría hasta dejar satisfecho al peli negro que ahora caminaba alegremente a su lado, observando la sortija.

—La mirada al frente o te caerás.— Menciono. 

Pero no hubo respuesta. 

Suspiro.





El sonido del despertador fue lo primero que Katsuki pudo escuchar. 

El dolor de cabeza continuaba ahí. 

Al ponerle fin, se levanto de la cama dejando ver su desnudes, ¿Su destino.? el baño. Necesitaba una ducha antes de ir al trabajo, apenas y había logrado dormir un par de horas. 

No solo por que el Omega parecía insaciable, sino también por pensar mucho en lo estúpido que había sido al tomar tal decisión. 

Suspiro antes de sentir como el agua fría caía rápidamente por todo su cuerpo. 

Pecado [Katsudeku] [Omegaverse]Where stories live. Discover now