Pecado [Katsudeku] [Omegaverse]

Dudas del periodo difícil.

Su mente llevaba días intentando recordar donde había sentido ese aroma antes... pero hasta el momento no logró nada. Comenzaba a creer que solo se trataba de una confusión, cerro fuertemente su puño y golpeo la superficie de madera que se encontraba delante de él, derramando el vaso de jugo que tenía planeado beber una vez que terminara con su desayuno. 

El silencio reinaba sobre todo el lugar, desde el día en que su madre se fue de casa no había sabido nada de él. 

Eso lo estaba matando por dentro, su lobo aullaba para atraerlo... pero sus llamados no eran respondidos, no había un lazo que los uniera. Y le molestaba pensar que ahora era el heterocromático quien disfrutaba de pasar las noches en compañía del pecoso. 

Una vez más un fuerte golpe dio directo contra la mesa, logrando que un desastre se hiciera presente. 

—Debo recuperarte como sea.— Antes de que pudiera continuar hablando consigo mismo, el sonido de su móvil lo interrumpió.

° — Katsuki, hoy es mi día libre, ¿Podrías venir a casa para divertirnos un rato.?— ° 

La voz al otro lado de la línea era una que el cenizo conocía muy bien desde hace unas semanas.

—No creo tener tiempo, estaré ocupado en la oficina con unos pendientes.— Mintió, también era su día libre, pero no estaba de humor para visitar al peli negro que lo molestaba desde temprano. 

° —Vamos, desde que comenzamos a salir me tomas menos importancia.— °

La voz al otro lado parecía ser la de un cachorro haciendo puchero, para ser alguien de veinticinco años se comportaba de manera muy infantil. 

—Ya te lo dije, no puedo descuidar mi trabajo...— Antes de que pudiera terminar de mencionar su comentario, el timbre de la puerta lo sorprendió, haciendo que se pusiera de pie inmediatamente y caminara para abrir. —Maldición, espero que no sea algo estúpido para hacerme abr...— Al abrir la puerta se sorprendió al ver de quien se trataba. 

—Lamento molestar, se que no te gusta tener visitas tan temprano, solo vine a recoger el resto de mis cosas.— El pecoso se encontraba de pie frente a él, su voz era cortante y algo fría, no se parecía en nada al Omega de antes... pero todo se trataba de una fachada para evitar caer ante las provocaciones. 

—Te llamo después.— Fue lo único que dijo ante de terminar la llamada con el Omega peli negro.  

—No te molestes por mi, continua en tu llamada será mejor que regrese en otra ocasión.— Estaba de darse media vuelta para marcharse, cuando sintió los brazos del Alpha envolverlo en un abrazo... pero algo no estaba bien. —Kat...Katsuki... me... me estas lastimando.— Con algo de dificultad logro hablar, mientras intentaba liberarse del agarre. 

—¡¿Qué hace ese bastardo aquí.?!— Su voz era la de una persona muy molesta, al abrazar al más bajo logro observar al Alpha bicolor que esperaba al interior del vehículo. Y al escuchar como la respiración del ojí esmeralda era algo entre cortada, se aparto. 

—Esta aquí para ayudarme... no es de extrañar ya que es mi pareja.— Decir aquello le provoco un nudo en la garganta, no quería mentirle a su propio hijo y mucho menos utilizar a uno de sus amigos para hacerlo, pero era la única manera de solucionar las cosas sin armar un alboroto. —De ahora en adelante viviré con él.— Las lagrimas querían hacerse presentes, pero no era el momento. 

— Eso no puedo permitirlo, tú sigues siendo mío.— Su irá lo estaba dominando, sus colmillos comenzaban a salir para intentar marcarlo por la fuerza en ese mismo lugar sin importar lo que alguna persona los viera.