Vida vacía.

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Odiaba las mañanas con todas sus fuerzas. 

No solo debía ir a su nuevo trabajo, también debía aceptar la actitud del Omega con el que ahora vivía. 

—Buenos días, cariño. El desayuno esta listo, debes darte prisa o llegaras tarde.— La dulce y tierna voz del peli negro podía escucharse desde la puerta de la habitación, aun se encontraba en pijama y con el pelo algo despeinado. 

—Cállate, no me des ordenes.— Cubrió su rostro con las sabanas para evitar que la luz que se colaba por las ventanas continuara molestándolo.  

—No lo hago, solo me preocupo.— El peli negro entro a la habitación y se coloco sobre el cuerpo del cenizo para intentar descubrirlo. —Oh ¿Preferirías desayunar algo más.?.— Con su voz baja y sus manos traviesas, buscaba colarse bajo las sabanas, pero rápidamente fue alejado por el más joven.

—Suficiente, debo irme al trabajo.— Ninguno de los dos estaba en celo, así que no había necesidad de tener relaciones... él no quería. Siempre intentaba sacarse de la mente la imagen del peli verde, pero cuando se distraía esta regresaba para perturbarlo. Creía que estar al lado de alguien más lo ayudaría a olvidarlo, pero ahora se arrepentía. 

Con gran velocidad, aparto al cuerpo ajeno, arrojándolo al lado contrario de la cómoda para lograr escapar. Caminando velozmente al interior del baño para tomar una ducha. 

—Vamos, no me has tocado en días, si lo hacemos rápido no llegaras tarde.— El Omega se puso de pie de igual manera y camino detrás del cenizo para detenerlo, pero no logro entrar con él, la puerta fue cerrada con seguro. 

—Será en otro momento, ahora no tengo necesidad de hacerlo.— Se recargo sobre la puerta para evitar que el contrario la abriera a la fuerza, realmente le enfurecia que el mayor lo molestara en todo momento cuando se encontraba en casa. 

—De acuerdo, no olvides tus documentos.— Algo triste, el peli negro acepto las palabras del menor, sabía que tenía una actitud muy fuerte y algo arrogante, pero no creería que tanto como para ser tan indiferente con él. Sin más, se dio media vuelta y volvió al comedor para terminar su desayuno, también debía asistir al trabajo después de todo. 


Katsuki suspiro aliviado cuando escucho al Omega alejarse del lugar... su conciencia comenzaba a culparlo por haber perdido al peli vede, su lobo interior aullaba para atraerlo... pero el llamado nunca era respondido. 

Se dejo caer al suelo, abrazando sus piernas para ocultar su rostro mientras dejaba que las pequeñas lagrimas descendieran por sus mejillas, odiaba llorar, pero ahora no podía evitarlo. 












| ° CINCO AÑOS DESPUÉS ° |




—Vaya, nuestro empleado estrella por fin decide aparecer.— Decía con un tono burlón aquel Alpha de cabellera ámbar, observando como su empleado más problemático llegaba a la entrada de su oficina. 

Pecado [Katsudeku] [Omegaverse]Where stories live. Discover now