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La pelinegra se acercó corriendo a su amigo y ayudó a los demás a levantarlo. Lo llevaron al barco, todos con las manos temblando sin saber muy bien qué hacer.

- esta sangrando mucho - Nami comentó lo obvio, Vanya sacó unas toallas y trató de parar el sangrado

- Luffy tienes que volver al Baratie - el nombrado salió de su trance

- la verdad no tengo hambre Vanya - esta rodó los ojos y lo miró frustrada

- no para comer niño, ve a ver si hay algún doctor! - este acató sus ordenes y enseguida salió disparado del barco.

Todos estaban asustados y preocupados por Zoro pero también notaron la reacción de Vanya, quien estaba lejos de parecerse a la centrada y calculadora mujer que era hace unos minutos. Se movía rápido y evitaba mirar a la cara a los otros, susurraba cosas para ella misma mientras trataba de permanecer concentrada en el cuerpo frente a ella.

- te dije que buscaras un doctor - Vanya vio entrar a Zeff y Sanji con el ceño fruncido

- quieres que tu amigo viva a o no? - si no fuera porque una vida estaba en riesgo ella no dejaría que le hablaran así.

A rangadientes se alejó de Zoro y dejó que hicieran lo que tuvieran que hacer, miró sus manos y ropa las cuales estaban llenas de sangre. Tenía un dejà vú...

No podía respirar pero no podía permitirse rendirse en ese momento, salió a la superficie tratando de mantenerse a flote junto a un cuerpo sobre ella. Una chica de su misma edad de cabello azul oscuro no dejaba de desprender sangre y no podía entender de dónde provenía.

Con dificultad logró llegar a la orilla, toció toda el agua que estaba en sus pulmones y prestó atención a la chica junto a ella que parecía estar agonizando.

- n-no, hey quédate conmigo porfavor - tenía los ojos llorosos, nisiquiera la conocía pero sentía el peso de su muerte en su espalda.

Vio como esta poco a poco dejó de respirar.

Vanya, aún con sus manos tratando de detener el sangrado, no se podía mover, vio el cuerpo sin vida de esa chica y rompió en llanto.

Miró el cuerpo y luego a si misma, ambos llenos de sangre y arena, empapados de igual manera y casi con la misma temperatura.

- hey! te encuentras bien? - despertó de su trance al escuchar la voz del rubio quien la miraba preocupado. Asintió mientras sentía sus ojos llorosos.

Sanji la ayudó a levantarse ya que sin haberse dado cuenta estaba sentada en un rincón sin despegar la vista de sus manos.

El rubio la había visto entrar en pánico, vio como la fachada de la pelinegra se había derrumbado en un solo segundo. La vio entrar en pánico y no dudo en ayudarla.

Se acercó a ella con cautela y la ayudó a levantarse sin quitar sus ojos se los de ella tratando de tranquilizarla.

El lugar ya estaba vacío, la ayudó a lavarse las manos y la sentó a su lado. Lágrimas recorrían sus mejillas de manera lenta y pacífica, en ningún momento se atrevió a mirarlo.

- gracias - susurró luego de un largo periodo de tiempo estando en silencio, este la miró algo sorprendido sin embargo no pudo evitar sonreír

- no te preocupes - susurró de la misma manera tratando de no espantada y hacer que se volviera a encerrar en sus pensamientos.

Dudosos llevó una sus manos a su mejilla y con cuidado secó sus lágrimas sintiendo como el rostro de la pelinegra se calentaba, esta lo miró sorprendida aún con los ojos cristalinos pero notablemente más tranquila.

Su respiración se fue sincronizando con la del rubio sin quitar sus ojos del otro, fue como si el le pudiera transmitir esa seguridad y tranquilidad que ella tanto necesitaba en ese momento. Se sintió débil, vulnerable, pero en ese mismo segundo no le importó y dejó que ese extraño calmara sus preocupaciones.

En cambio Sanji hacia todo lo posible por no decir nada estúpido, tenía a la mujer que, para él, era a la que más admiraba en em mundo, llorando en la palma de su mano. Ni en sus sueños más locos pudo haber imaginado que esto pasaría.

Seguía la "carrera" de Vanya Ocean desde que vio su primer cartel en la pizarra del Baratie, le parecía increíble que una chica de 16 años, en ese entonces, fuera tan buscada y tuviera una recompensa tan alta.

Pronto escuchó muchas historias sobre ella, como habia derrotado a toda una flota de marinos con solo un grito. Algunos la llamaban sirena y le temían tanto que comenzaron a crear rumores de que estaba en distintas ciudades al mismo tiempo, ya que muchos decían verla en muchos lugares.

Aparte de intimidante la encontraba malditamente hermosa, los carteles de recompensa apenas lograban captar bien su rostro pero eso era lo único que el necesitaba para sentir sus mejillas arder. Bueno, ya no era un torpe adolescente pero aún tenía ese efecto.

Miró a la azabache frente a él y al ver que está apartó la mirada avergonzada supo que no debía hablar.

Vanya seguía sintiéndose extraña ante la presencia del rubio, antes diría que era un imbecil sin pudor pero eso no era lo que ella estaba viendo ahora.

Vió a ese chico limpiarle las lágrimas y quedarse con ella apenas sabiendo quien era, era como alguien totalmente diferente.

La azabache se aclaró la garganta y se levantó sin poder dirigirse la mirada, se sentía demasiado cobarde. Caminó fuera de ahí con las mejillas sonrojadas sin entender que era lo que había ocurrido realmente.

Entró a la habitación donde estaba Zoro y se le quedó mirando tratando de despejar su mente, seguido de esto entró Nami con un libro.

Juntas comenzaron a contarle historias de este libro, no hablaban entre sí, su foco total estaba en el peliverde frente a ellas. No sabía en qué momento se había encariñado tanto con estas personas, lo encontraba ridículo y se escuchaba a sí misma burlarse de ella en su cabeza.












































I'M THE RIGHT PERSON (vinsmoke sanji)Where stories live. Discover now