Las horas transcurrieron rapídamente y al anochecer en lo profundo de las aguas dónde la luna alumbraba maravillosamente las ruinas bajo el agua, en un lugar que parecía un hermoso castillo, se encontraba sentado sobre un pequeño y segundo trono un joven y atractivo sireno de cola azul con escamas brillantes y apenas una tela en los brazos bastante fina.
-Haru-chan...¿Qué sucede?, Hoy has estado más callado de lo normal y peor aún, suspirando.- Pregunto un igual a éste en raza bastante preocupado mientras hacía un ligero puchero.
-Hoy en la mañana...Acércate.- hizo una pausa y evitando que alguien más escuchara llamo a su hermano para poder susurrarle.
El rubio se acerco y escucho atentamente cada palabra que salía de los labios del pelinegro.
-¡¿Que qué?!,¡¿Pasaste el -...?!-
Tapo su boca al suponer que lo gritaría por la impresión.
-Si...pero no le digas a padre.-
Luego el rubio más tranquilo pero preocupado, tomó la mano de su hermano y lo jalo hasta lo más arriba de las aguas tomando asiento sobre las rocas que solían salir en ciertas partes dónde los guardias no estaban.
-¿Por qué,Haru?,¿Acaso no sabes de lo peligroso que puede ser? Ya sabes que Padre a dicho que los humanos son peligrosos y más los del reino Rojo, recuerda que ellos mataron a nuestra madre, los reyes de ahí...-
Recordar aquello era triste y doloroso para aquel joven; el pelinegro vio lo que le habían hecho a su madre y su odio por aquella gente del palacio era grande.
Tenía en mente vengarse matando un día al hijo del rey que mato a su madre, pero, había algo que le impedía...Eran aquellos ojos rojizos y vivos como la sangre.
-Yo... conocí al príncipe del reino, es tonto y entusiasta .- mencionó sin más para luego soltar un gran suspiro.-Me ha dicho que nos veamos mañana...necesito que vayas conmigo.-
El rubio se encontraba paralizado mientras veía a su hermano quién reflejaba un lindo brillo en la mirada al haber mencionado al príncipe.
-¿Sabes el riesgo que puedes correr si Sousuke se llegara a enterar de que te encariñases con un humano u otra persona?- Preguntó pasando un fuerte trago de saliva.
-Lo se perfectamente, por éso necesito tu ayuda para poder ganarme su confianza y luego matarlo.-
Pasaron solamente unos eterno pocos minutos para que acompañado de un gran suspiro el rubio cediera.
-Está bien...solamente lo haré por ti y porque siempre hemos estado juntos en las buenas y en las malas sin importar quienes se opongan...Eso hacen los hermanos.- Contesto regalandole una gran sonrisa en muestra de apoyo y sobando su hombro ligeramente.
Bajaron nuevamente a su palacio y luego de unas cuantas horas de sueño nadaron desde muy temprano hacía aquella costa y a la espera de casi una hora se acercaron a la costa acompañados del resonar del reloj marcando la hora establecida y el maravilloso sol asomándose para subir al despejado cielo color celeste con pequeñas y esponjosas nubes blancas.
Venía en camino una persona vestida casual con un toque elegante, acompañado de alguien con una bata.
Poco a poco se acercaban hasta quedar frente a frente; ver nuevamente aquella cálida mirada rojiza, algo dentro de mi se relajaba y se sentía raro. ¿Qué sucedía?,¿Qué era éso?
Sin darle tanta importancia su fija voz del sireno salió acompañada de las siguientes palabras. - Ya llegué, princesito...-
Guiados por éstos caminaron la parte de la costa privada hasta hallar una pequeña cueva cubierta de hierbas verdes con flores rojizas y rosadas.¿Ésto era un pequeño lugar dónde mataban gente o qué era?
La expresión fría y asustadiza del sireno era más que obvia por lo que el príncipe algo tenso pero alegre comentó. -Tranquilo ésto es un laboratorio, él es el chico encargado de éste lugar y quién se dedica a investigar nuevas cosas y criaturas marinas que encuentro.-
Entraron a ésta y se fascinarón al encontrar maquinas y cosas que jamás en su vida habían visto.¿Qué les esperaba a éstos pequeños?
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Woli, espero y estén bien♡.
Mañana actualizaré otro si llega a agradarles la nueva marcha de la historia. ; ;)♡
