La alejaría y el dolor.

Fuerza!

-Espero que te encuentres satisfecho-Reclamo el de ojos avellanas a su padre. Quién se encontraba viendo que su hijo salí en primera plana en todos los medio. Gracias a Fyodor la hermosa modelo que trabajaba para su empresa.

-No piensas en Chuuya . En cómo te debe odiar o lo mucho que le duele esto!!-Se burló mientras Dazai apretaba con fuerza su mano intentando controlar sus impulsos.

-Saca su nombre de tu boca, no tienes derecho de mencionarla.

-Vaya que la amas. Ya que por el amor que sientes por ella es que te encuentras aquí conmigo, gracias a tu amor. Pero dudo que ella te ame con todo esto, con todo lo que está pasando gracias a ti-Sonrió mientras le mostraba la revista donde salía él y Fyodor.

Sin decir nada salí con furia y dolor. Sabía que Chuuya lo debería odiar eso es lo que más le mataba cada día.
La depresión de Dazai empeoró más cuando se separó de la peli naranja.
Sus intento de suicidio eran más potentes. Pero no servía de nada quitarse la vida sabiendo que si lo hacía, a ella le dolería mucho. Y su padre no cumpliría su promesa.
Así que su única salida eran las autolesiones.
Las que había dejado en el olvido por ella.

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Los meses pasaron, y Chuuya mejoró su salud había bajado mucho de peso. Pero gracias a su madre logro casi recuperarlo.
Dazai, heredaría la empresa de su padre al año siguiente.
Parecía que a Morí le quedaban pocos meses de vida.
El de ojos avellanas intentaba controlar sus autolesiones y su depresión aumentaba extrañaba a Chuuya ella era su vida. Y como era su vida por eso el aún no moría.

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-Agracias a Dios que ya estás de alta, mi amor-La mujer mayor pelirroja agarraba la mano de su quería hija para ayudarle a bajar las escaleras de la salida del hospital.
Chuuya se mantenía callada, mientras no soltaba la mano de su madre en todo el camino a casa.
Odasaku quien la había ido a recoger intentaba hablar con la de ojos azules. Pero ella solo se mantenía callada.

Por la mente de nuestra peli naranja recordaba todo lo que había pasado estos meses. Intentaba olvidar a Dazai se podría decir que algunas veces no se acordaba de él en el día, pero en la noche sufría viendo todas las revista de sus novia.

-Cariño, pararemos aquí para hacer unas compras ¿te quedas en el coche o vienes con nosotros?

-Iré con ustedes-Quería olvidar por completo a Dazai, así que iría a distraerse con las tiendas hacia meses que no las visitabas aunque siempre que iba, nunca compraba nada ya que su economía, no se lo permitía .Era un agobio para ella ya que le encanta la moda y la ropa.
Viendo las tiendas, vio una hermosa chaqueta que la enamoró. Al ver su precio se decepcionó, pero pensó que quizás en el mercado podría encontrar una tan linda como esa. Intento animarse pero veía ropa tan hermosa y ella no podía darse el lujo de comprarlos .
Decepcionada siguió su camino, pero una mano la detuvo pensó que era su madre pero no, no era ella.
Era una hermosa mujer alta de pelo rosa, unos hermosos ojo del mismo color , una piel muy cuidada y unos labios hermosos que le dedicaban una sonrisa, iba bien vestía. Chuuya supo de inmediato que era alguien que tenía mucho dinero, su vestimenta era toda de marca.

-Desea algo-Pregunto intentado ser lo más respetuosa posible.

-Hola linda, me podrías decir tu nombre?-Sonriéndome me sostuvo la mano.

-Chuuya, Nakahara Chuuya-Respondió algo incómoda por las caricias en su mano.

-Te han dicho alguna vez lo hermosa que eres?

-Si, podría decirse.

-Eres una joven súper linda, te interesa ser modelo?
Chuuya se encontraba sorprendía. Modelo alguien como ella, como era posible ella no era tan guapa como las modelos. Solo salir en foto y que vieran lo fea que es le daba pánico, como podría salir en foto y peor modelando, la gente se burlaría de ella.
Estaba tan centrada en sus pensamientos, hasta que escucho una segunda voz.

-Señorita koyo es hora de su cita, tenemos que irnos

-Oh si, bueno lindura piénsalo si-Saco una tarjeta de su bolso para darse a nuestra querida peli naranja.- Llámame, estaré esperando tu llama.

Chuuya se quedó pensativa, era real lo que le habían propuesto?

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En la su habitación se encontraba de baja estatura, se sentía rara. Dazai siempre estaba por todos los lados de su habitación, ahora no había nadie.
Chuuya sabía que tenía que superarlo, pero nunca pensó que iba hacer tan doloroso el proceso.
Miro su móvil, ojalá nunca lo hubiera agarrado.
En tendencia  está Dazai y Fyodor que era su novia.
Por curiosa se adentró a la pagina y lo que vio fue algo que la dejaría destroza, en la pagina decían que Dazai y Fyodor estaban esperando un hijo.
Chuuya había quedó en shock como que un hijo, sus lágrimas bajarían sin que ella se diera cuenta.

Después de un rato Chuuya se levanto, con dolor de cabeza por su llanto pero aún así. Se dirigió al armario y sacó toda la ropa de Dazai que quedaba, y se dirigió con ella a su lugar secreto el de ella y él .

Al estar ahí, arrinconó toda la ropa de Dazai al igual que sus pertenencias y las roció con gasolina.
Se sentó un poco lejos el atardecer enseñaba hermoso, era como que si el cielo le dijo era que todos estaba bien.
Al caer la noche ella le prendió fuego a todo.
Mientras pensaba en todo lo que vivió con él.
Marcó el número de teléfono de la hermosa mujer, sonaron dos pitidos para así contestar.

-Hola, soy Nakahara Chuuya he pensado en la propuesta y he decido hacerlo-La voz de la oji azul sonaba más decidida que nunca.

-Que alegría, sabía que lo harías. Ya que lo has decidido te espero mañana en la compañía Kouyo lifestyle, a las 11:00-Sin más que decir ella colgó la llamada.

Chuuya estaba decidida a hacer que Dazai se arrepienta.