¿Hermanos? Raiden ya no sabía si llamarlos así.
—Yo... —el tono ahogado de su voz no pasó desapercibido, pero Raiden no quería consuelo, sólo esperaba que continuara con sus palabras.
Eddard pareció notarlo, por lo que se mantuvo sobre su lugar. El adulto luchó internamente, pero llevó su mano hacia el papel firmado por Robert hace sólo un momento. Rompió el cello, sin importarle cómo iban a proceder después; el muchacho frente a él había sido incluso más un hijo para Eddard que para Robert y merecía saberlo todo. Raiden era parte de la manada. Una manada que se protege mutuamente. Un líder de manada no deja que uno de ellos se vaya solo.
—Aquí. —Eddard abrió con un ruido crujiente el papel. Raiden aspiró hondo desde su posición cuando él se acercó y limpió bruscamente sus lágrimas.— Él me hizo escribir ésto.
Los orbes de Raiden recorrieron las palabras escritas en tinta, frunciendo el ceño mientras sus manos, que sostenían el papel manuscrito, temblaban con inconstancia. Cuando terminó de leer, apartó la mirada y dejó salir un sonoro suspiro. Ahora, parecía molesto.
—¿Dónde está? —Ned entendió que se refería a su padre.— Necesito verlo. Quiero que me lo diga todo.
Raiden dió un paso con la intención de dejar la habitación, pero el Stark rápidamente lo tomó por el brazo.
«Es tan impulsivo como el apellido de familia» pensó Ned.
—Es muy peligroso, Raiden. Robert está delicado, un jabalí lo hirió en la cacería. —el muchacho apretó la mandíbula, en un intento de sostener algo que luchaba por salir de su interior.— Él... morirá pronto. Para ese momento, tú debes estar lejos de aquí.
—¿Qué? —Raiden se soltó de su agarre, sin ser brusco.— Pero, creí que-
—Eres el heredero al Trono. Si Cersei Lannister intentó deshacerse de ti antes, ¿qué crees que querrá hacer ahora? —las palabras podían ser crueles, pero ya no tenía tiempo para ser cuidadoso.— Debemos enviar un mensaje a Stannis Baratheon, pedirle que venga a Desembarco del Rey cuanto antes, y tú puedes tomarlo a él como sucesor en mi lugar, para que pueda prepararte para reinar.
—M-Mi Lord, yo no sé nada sobre ser un Rey... —Raiden titubeó, negando.
—Y hasta sólo unos días tampoco sabías nada sobre ser un caballero, muchacho, y mírate ahora. —Ned nuevamente rompió la distancia, tomando sus manos ásperas y dejando el papel firmado por Robert entre ellas.— Puedes quedarte con ésto.
Raiden presionó el papel entre sus palmas, doblándolo.— ¿Qué hay de Joffrey?
El adulto tragó saliva, suspirando. Tanta información podía desestabilizar al chico aún más, pero no iba a ocultarle la verdad como las personas habían hecho toda su vida.— Joffrey, Tommen, Myrcella... No son hijos de Robert. —ante la evidente confusión en el contrario, Ned siguió.— Son hijos de Cersei y Jaime Lannister.
Raiden frunció el ceño, pero cuando se realizó sobre la implicación de sus palabras, un atisbo de horror parpadeó en su rostro.
—Por eso es que tú eres una amenaza para su reclamo.
—Espere, ¿no se supone que son hermanos?
En otra situación, Ned se habría reído. Ahora, sólo suspiró y asintió, esperando que asimile la información de una vez. Mientras tanto, Raiden sólo podía preguntarse a sí mismo cómo había terminado formando parte de una familia tan bella y unida como los Martell, a descubrir que su origen provenía de personas que ni siquiera podían llamarse familia entre ellas.
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INHERITANCE 𓄃 a song of ice and fire.
Fantasy» Él era todo él, hasta los huesos. Todo Baratheon, nada Lannister. « Desde las ventanas de la cámara de parto, los llantos de un primogénito se filtran, los rayos centelleantes de una tormenta furiosa brillan sobre él, como si la propia tempestad q...
VII,Treacherous blood.
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