↳ ❝ [ 𝐃𝐈𝐒𝐂𝐎𝐑𝐃 ] ¡! ❞
« i curse the name, the one behind it all »
✎ᝰ┆𝐃𝐎𝐍𝐃𝐄:
𝐇azel 𝐏ettigrew entra a Hogwarts para
descubrir muchas cosas sobre su pasado,
su familia y lo que supone debe ser su futuro.
✎ᝰ┆𝐎 𝐃𝐎𝐍𝐃𝐄:
𝐇arry 𝐏otter en...
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Hazel nunca pensó que le molestaria tanto una persona como cada vez que debía estar al rededor de Ronald Weasley, Harry Potter o Draco Malfoy. Y si estos tres estaban juntos al mismo tiempo en un mismo lugar, Merlin, Hazel deseaba escapar o podria perder toda la poca paciencia que su pequeño cuerpo de once años podría tener.
—Genial, justo lo que mas deseaba —Hazel gruño—. Compartir otra clase con Gryffindor.
—No entiendo porque te molesta tanto —Pansy dijo, mientras desenvolvia una rana de chocolate y rogaba por que esta no saltara—. Solo debes ignorarlos. Es mucho mas facil asi.
—No podré soportar otra clase donde Potter y Malfoy se peleen, son demasiado molestos, Pansy. Y por favor, dime que tu tambien te haz cansado de escuchar a Draco molestando y alardeando con lo bueno que es en el Quidditch. Es simplemente insoportable, estoy seguro de que terminara burlándose de Harry y el pelirrojo molesto, y terminaran peleando, y yo maldiciendo a alguien.
—Aunque amaría verte maldecir a alguien, creo que lo mejor es que no nos metamos en los problemas de ellos. Solo ignoralos y concentrate en que a ti te vaya bien —Hazel miro a su amiga, que aun peleaba con la envoltura de la rana de chocolate, y sonrió mientras se la quitaba para abrirla ella y darle el dulce—. Gracias, Hazz.
—Vamos, Pan, o nos perderemos la cena.
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La tarde del jueves siguiente, Hazel, Pansy y Hermione estaban esperando a que todos llegaran a la clase de vuelo, mientras conversaban animadamente sobre algunas cosas.
Ese era un dia claro y ventoso, por lo que las tres niñas se encontraban atando su cabello de la forma mas comoda, descubriendo que sis varitas servian demasiado para eso.
Entonces, cuando el horario llego, también lo hizo la profesora. La señora Hooch era baja, de pelo canoso y con unos ojos amarillos brillosos que dejaron a Hazel totalmente intrigada.
—Bueno, ¿qué están esperando? —bramó—. Cada uno al lado de una escoba. Vamos, rápido.
Hazel miró la escoba a su lado con un poco de desconfianza, parecian viejas y las ramas de paja no estaban de la forma en la que debían. La pelinegra ya había volado en escoba, su padre y ella siempre jugaban pequeños partidos de Quidditch.
