No hay marcha atras.

Fútbol

Han pasado dos semanas desde que se fue Adrián aunque hemos estado hablando todos los días le echo de menos. En dos semanas ha cambiado mucho. Edu tiene novia, que le caigo mal y el sentimiento es mutuo, llevan casi un mes juntos por lo que apenas hablamos y si hablamos es solo en el insti. No sé cuando empecé a llevarme bien con Alejandro, Javier y Steven pero me caen bien y supongo que yo a ellos también. No sé como me aguantan la verdad. Hoy hemos quedado para ir al parque porque 'vamos' a jugar fútbol. Aunque sea la única chica me gusta, prefiero mil veces tener amigos chicos que chicas. ¿Qué ha pasado con Gabriel? Pues le conteste a su mensaje diciéndole que no pasaba nada, que todo esta bien. Mentira, no estaba bien. No me respondió y me sentí realmente estúpida. Eso es lo que eres.

-¿No habías quedado para ir a jugar fútbol?.- me pregunta mi madre mirándome de pies a cabeza porque llevo una camiseta roja con el logo THE 1975, una falda gris, unas medias hasta los muslos y mis Dr Martens.

-Si pero yo no pienso jugar, yo veré como juegan.- le digo y ella levanta la ceja. -¿qué? Una cosa es que lo vea y otra es jugarlo.- le digo mientras voy a por mi chaqueta Levis y mi madre camina detrás.

-Sé que no es lo mismo pero de pequeña te gustaba. Podrías pasarlo bien jugando....- me dice y me giro para verla.

-¿Y tú sabes eso por...? Así mi tía, nunca me has visto jugar fútbol y mas cuando era pequeña.- le interrumpo. Cojo mi movil, las llaves y el dinero.

-¿Volvemos a lo mismo de hace 4 años?.-

-Me tengo que ir, adiós.- le digo y me voy. No quiero discutir.

*3 años atrás*

-¿Desde cuando te preocupas tanto? ¿Cuando te salió el instinto maternal?.-

-¡No me hables así, soy tú madre!

-A buenas horas te das cuenta. Mamá ya no soy una niña, no te necesito. He aprendido a valerme por mi misma.-

-¡Tienes 14 años! ¡Eres una niña!-

-Soy más madura que tú. Y si quieras que hagamos cosas juntas haberlo hecho años atrás, nos ahora. ¿Qué pasa? ¿Qué no tienes con quien salir? ¿Y te ha salido el instituto maternal?- le termino de escupir y se calla. Vale tengo razón, el que calla otorga. Cuando era pequeña la necesitaba y a mi padre también, veía en el parque como sus padres jugaban con sus hijos y yo, yo estaba con mi tía. Aunque ella me cuidaba se pasa el mayor tiempo con el movil y lo entiendo, tenía que trabajar. Joder lo que único que quería era pasar un día con mis padres pero no, ellos estaban ocupados en su cosas, tenían tiempo para todo menos para mi. Lo gracioso es que se pensaban que con regalos lo iban arreglar.
Ese mismo año mis padres se separaron, no estaban bien, aunque yo nunca los he visto bien y si han estado juntos por 9 años era por las apariencias o algo.

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-Uy... ¿Tú no vas a jugar?.- me pregunta Javier, mientras los otros dos me miran de pies a cabeza.

-Os dije que no pensaba jugar y pasaba de venir con las converse y vaqueros porque me haríais jugar así que he venido preparada.- les digo y me siento en el banco que hay cerca del campo. ¿Por qué lo han puesto tan cerca? ¡Te pueden tar con el balón!

-Mira si es lista y todo.- me dice Steven y le saco mi dedo favorito.

-Gira a la derecha y camina sin parar.- le respondo y le digo que haga eso porque hay un lago profundo.

-¡Me quieres matar! Pero aún así te quiero.- me dice y me abraza por la espalda con su cabeza apoyada en mi hombro. -Como amiga claro.- me dice y lo miro de reojo, esta sonriendo y me asusta. Ahora que me doy cuenta tienes unos ojos marrones muy bonitos y tiene las pestañas viradas, cabrón.

-¡Venga a jugar!- le digo para no contestar. -Si me aburro viendo lo mal que jugáis me pondré a leer.- les advierto. Ayer por la noche estaba buscando libros para leer, en español, y encontré 5 que me llaman la atención: Yo antes de ti, La ladrona de libros, Por siempre mi chica y Just listen. Supongo que empeceré a leer Yo antes de ti, claro si me aburro. Se ponen a jugar y a Steven por lo que parece no se la da muy bien el fútbol por lo que me empiezo a reír.

-¡Qué bien juegas Steven!.- digo sarcásticamente y me saca mi dedo favorito por lo que le saco la lengua. -¿Eso es lo mejor que sabes hacer?.- le pico y se acerca a mi. Uy, ¿qué he hecho?

-¿Sabes jugar mejor que yo?.- me pregunta con burla.

-Creo que hasta un niño de 8años juega mejor que tú.- le digo y le sonrió.

-¿Qué talla eres?.- me pregunta.

-Una 85B.- le digo y intenta no mirarme a las tetas por lo que me levanto y si, me mira las tetas. -Te he dicho ya que talla, no me mires.- le digo y se pone rojo. Que gracia.

-Decía de zapatos pero bueno saberlo.- me dice y le fulmino con la mirada. -Además que quería ver tu corazón.- concluye.

-Mira este, gilipollas.- digo y le doy un puñete en el hombro flojo, pero él se queja. -Una 39.- le digo y empieza a sonreír, vale este me asusta ya.

-Tengo la zapatillas de mi prima en la mochila, venga ponte tú a jugar. Tanto que me criticas a ver que tal juegas tú.- me dice y yo mi cara es de póker. Petit salaud, petit pervers. Encima que me mira "el corazón" No me gusta la idea pero pienso dejarlo mal, así que sonrío y estiro la mano para que me de las zapatillas. Espero jugar mejor que él, que hace mucho que no toco un balón.