° Cuarenta y seis °

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Hazel

Ver a mi padre reír por las bromas de Aidan es un recuerdo que nunca olvidaré.

Observo desde la entrada de la cocina como ambos se ríen sin parar en el comedor, esperando a que la cena sea servida. 

Una sonrisa involuntaria se formó en mis labios, quería esto: que mi novio se llevara bien con mis padres y Aidan con su carisma y buen sentido del humor lo había conseguido. 

—Haz, ¿Te quedarás ahí toda la noche? —escuché la pregunta de mi madre a mis espaldas. Y sin verla, sabía que se encontraba sonriendo. 

Seguí con mi camino hacia la mesa del comedor, me había quedado viéndolos más tiempo del que me gustaría admitir, además, no quería interrumpir su momento.

—... ¡Y no es broma! —exclama un sonriente Aidan—. No tengo idea de cómo fue que pasó, simplemente bebía de un vaso totalmente vacío, para estar al segundo muriendo por ahogarme con mi propia saliva.

Papá estalla en otra carcajada.

Empiezo a poner los platos en los lugares que ocuparíamos cada uno en la mesa, Aidan y papá seguían hablando y riendo de diversos temas. Al parecer, mi papá tenía un poco de conocimiento sobre la astronomía al igual que el pelirrojo.

—¿Has visto alguna vez una lluvia de estrellas? —le pregunta papá, calmando su risa.

Aidan menea la cabeza aún sin perder la anterior sonrisa.

—Me encantaría verla alguna vez, dicen que es muy lindo.

Papá asiente.

—Es hermoso —afirma—. La mejor fue la de inicios de este mes. Nunca había visto tantos cometas.

—¿Habla de la lluvia de eta acuáridas? —pregunta Aidan, no pasé por alto la emoción en su voz.

—La misma, fue la mejor lluvia de estrellas que alguna vez pude ver.

—Recuerdo haber leído algo del tema... ¿Que están asociada al cometa Halley?

—Sí, se relacionan por ser los restos del cometa.

—Me invitaron a ver esa lluvia de estrellas, pero no pude ir. Ocupaciones del trabajo, para la noche ya estaba machacado.

—Una lastima, en serio fue una de las mejores.

—Le gusta mucho eso, ¿No? —cuestiona Aidan, acomodándose en su asiento.

—Así es, soy un aficionado a los eventos astronómicos desde que tengo dieciséis. Siempre me parecieron interesantes.

—Oiga, ¡Yo también! —exclama mi novio, nuevamente emocionado—. Empezó a llamarme la atención desde que estoy en noveno grado. Es tan genial todo el tema.

Papá ya sonreía bastante contento de tener un compinche de la astronomía. Desde hace mucho no lo veía así de feliz tocando este tema.

—¿Sabes? El cinco días se dará la caída de las sagitáridas, quizá puedan venir —sugiere mi papá, viéndonos a ambos.

¿Le estaba ofreciendo ver lo que sea que sea una caída de sagitáridas a Aidan?

Sí, lo está haciendo.

Dioses... eso está... guah. Papá no le hace esa invitación a cualquiera, era una tradición sagrada que tenía con Hansel.

—Sería genial, en serio, pero... es domingo, y no creo que podamos faltar el día siguiente a clases —dijo Aidan, haciendo una mueca—. Además, tengo que cumplir con mis horas de rodaje.

Solo Me Importas Tú [Loved #2] ✅Where stories live. Discover now