° Cuarenta y dos °

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Aidan

¿Ya tenía todo?

Sí, sí, ya tenía todo.

Pero... ¿No olvidaba algo? Siento que me olvido de algo.

Por los dioses, Aidan Manuel López Cabello, ¡No olvidas nada!

Sí, sí, mi conciencia tiene razón, no me hacía falta nada. Lo tenía todo ya preparado, pero aún tengo esa sensación de que...

Saboreo mi boca, llevándome un mal sabor.

No era algo que me faltaba para Hazel, ¡Era que aún no me había cepillado los dientes!

Fui corriendo al baño del apartamento, ahí tomé mi cepillo con un poco de pasta dental y tuve una extensa sesión de cepillado dental. La boca me apestaba.

No debí comerme ese sándwich de atún ayer para cenar.

En cuanto mi boca ya no olía como un muerto viviente, volví a mi habitación. Revisé mi celular y confirmé que la reservación en el restaurante estaba lista, ya tenía el DVD de la película y ya sobre la barra en la cocina estaba el regalo que le daría en cuanto la viera antes de clases.

Y es que el viernes ha llegado.

Y con él se vino el cumpleaños número veinte de Hazel.

Toda esta semana estuve pensando en qué regalarle a ella, pregunté a Camille, pregunté a Bea y Lyla, también a Dione y Alisha, incluso a Polet, todas ellas me dieron respuestas similares: que sea algo entre nosotros, íntimo, que le diera un momento bonito en su cumpleaños qué recordar.

Y conociendo a Hazel, esa idea aplicaba bien porque a ella le gustan las cosas simples, sin nada que ver con lo ostentoso. La idea que me dieron las chicas me gustó, pero igual yo le agregué un par de cosas más para hacerla de verdad inolvidable.

Decidí que la llevaría a un bonito restaurante en Downtown City, sé que Hazel preferiría mil veces tener un picnic en el parque comiendo donas y galletas del MediaLuna Café o incluso sandwiches de mantequilla de maní y jalea, pero vamos, es su cumpleaños, y como ella me dió un gran regalo en el mío, yo pienso hacer lo mismo en el de ella.

Después de la cena tenía la idea de qué solo sea algo pequeño entre nosotros: venir acá y ver Enredados, su película favorita de siempre. Luego, cuando termine, cantarle el feliz cumpleaños con una tarta que compraré antes de ir a cenar.

Eso sería lo que haría hoy. Mañana la cosa cambia...

Aún sigo sorprendido de que los padres de Hazel quisieran conocerme. Me hacía sentir nervioso, ¿Qué pensarán ahora de mí? ¿Qué pensarán después de conocerme? Eran las preguntas que me carcomían desde la semana pasada.

Meneo la cabeza, espantando esos pensamientos nerviosos. Luego veré qué hago con esa situación. Veo la hora en mi teléfono, si no me apuro seguro que llegaré tarde a clases.

Me pasé la camiseta por la cabeza, era la prenda que me faltaba, tomé mi mochila y salí hacia la salita. En la barra de la cocina reposaba el regalo que le daría a Hazel en cuanto la vea.

Eran tres cosas, una caja de regalo de bisutería dorada, le había comprado con ayuda de mamá a través de una videollamada un par de alhajas que me recordaron a ella, además de un collar que fue precisa y exclusivamente hecho para ella. También una caja de sus bombones de chocolate favoritos, sé que les fascina porque tiene relleno de caramelo. Además de que una vez, mientras estudiábamos, se había comido media caja de esos bombones en menos de una hora.

Por último era un ramo de claveles rojos decorados con cintas, mi mejor amigo ayer me jugó más de una broma por haber comprado este ramo. El que tu mejor amigo sepa el significado de las flores te asegura un balde de bromas.

Solo Me Importas Tú [Loved #2] ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora