𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟯𝟰

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4 de agosto del 2023
Lara

¿porque esta mierda se mueve tanto?— dije mirando por la ventana del avión, por lo que Gavi, quien estaba sentado al lado mío río ante mi comentario.

—No lo sé, Lara. Pero estoy cagado también— dijo susurrándomelo en el oído.

—Wow, me has servido de gran ayuda.

—No me llames así— dijo murándome serio.

Ahora nos encontramos en el avión camino a Sevilla. Mañana el cumple de Pablo y su familia nos había invitado a los dos a pasar la semana allá con ellos para celebrarlo.

Si soy sincera, jamás había ido a Sevilla. Pero, yo ya conocía a sus padres y a su hermana porque los había visto en partidos y reuniones.

—¿Me das un auricular porfa?— dije mirándolo a lo que el asintió y me dio el otro audífono.

—Toma— me dio su móvil— escoge la que más te guste.

Obviamente puse la playlist que tenía mi nombre.

Chismosa!

La puse en aleatorio y empezó a sonar Tiroteo. Apoye mi cabeza en su hombro y cerré los ojos concentrándome en la letra de la canción. El puso su mano en mi muslo y lo acaricio con cariño. Un rato después escuchando un par de canciones mas me quede profundamente dormida en su hombro.

Una hora y media después, estábamos afuera del aeropuerto de Sevilla esperando a su padre, quien nos llevaría a la casa de Gavi en su pueblo.

Escuchamos una bocina de auto y nos volteamos, efectivamente era Pablo padre sonriéndonos emocionado.

—Chicos! Que alegría de veros — dijo abrazándome — hola hijo ¿cómo estás? — dijo acariciando el brazo de hijo.

—muy bien padre— respondió mi novio.

—que bueno hijo. Suban al auto yo subo sus cosas en la maleta.

Pablo no le hizo mucho caso a su padre con lo último y fue el quien subió las maletas en vez de su padre. Una vez ya los tres en auto el padre de Pablo habló.

—Lara! Cuanto tiempo que no te veía guapa — dijo sonriéndome desde retrovisor con ese acento sevillano mucho más marcado que el de su hijo.

—Si, desde el mundial no los veía. Ya los echaba de menos— dije sonriéndole.

—Es verdad. ¿Cómo están tus padres y tus hermanos?

—Mi mamá se fue a Paris con la empresa, mi papá está muy ocupado siempre en la oficina, Ricardo esta muy bien también y a Mateo lo quiere fichar el Chelsea en Londres— dije mirándolo.

—Enhorabuena para el peque de la familia.

—Está muy emocionado, aunque no sabemos cuando podamos ir a firmar el contrato.

—Eso lo planificareis después lari. Ahora a disfrutar con los Páez Gavira— dijo sonriendo alegremente a lo que Pablo se volteó a verme avergonzado y yo me reí un poco al ver su cara.

40 minutos después nos bajamos del coche y entramos a la casa de Gavi. A decir verdad era muy bonita por fuera. Era toda blanca y tenía palmeras estilo playero, y la piscina le daba el toque. Pablo padre abrió la puerta con su llave dejándonos pasar primero. Era muy amplia y la decoración era toda blanca con gris.

—Ay hijos!— escuché la voz emocionada de mi suegra entrando a la cocina.

—Hola Belén— la saludé amablemente dandole dos besos y fundiéndonos en un abrazo. Tras separarse de mi, fue hacía su hijo.

Estuvimos un rato hablando con sus padres y después Gavi me preguntó si quería ir a ver su habitación y así aprovechábamos y dejábamos con las cosas ahí, a lo que asentí.

Su cuarto era todo blanco como el resto de la casa pero tenía la camiseta de su debut con el barça, la de su debut con la selección y una con su nuevo número que era 6 colgadas en la pared, de resto eran puras fotos suyas de pequeño jugando en la masía.

Una foto que me llamo mucho la atención era una de el pequeño con la equipación del Betis apoyado en una pared, se veía muy adorable. La agarre en entre mis manos para verla mejor. Sentí unos brazos abrazarme por la cintura detrás mío y yo sonreí.

—¿te gusta mi habitación?— preguntó dejando leves besos en mi cuello a lo que yo sonreí.

—si, me encanta esta foto— deje la foto devuelta en su sitio y me volteé a verlo mejor.

—te quiero, gracias por estar aquí— dejo un beso tierno en mis labios que yo correspondí encantada.

—Claro que si, te quiero—dije mirándolo con una sonrisa.

—Estoy reventado, me muero del sueño— ya era tarde, eran las 11 de la noche y por el viaje y la hora los dos estábamos muy cansados.

—yo también, pero me tengo que poner la pijama—dije yendo hacia el baño para cambiarme.

Cuando regresé el estaba con su móvil en la mano viendo TIKTOK por lo que me le quedé viendo extrañada mientras me sentaba en la cama a su lado.

—No sabía que tenías Tiktok— dije recostándome a su lado.

—Es mi secreto—dijo susurrando a lo que yo reí— si mis fans se enteran no me dejarían en paz, ademas me gusta ver lo que ponen sobre mi.

—Uyyy, misterioso.

Tras eso apagó su móvil y lo dejó en su mesita de noche al lado suyo para volverse a verme y acostarse a mi lado.

Agarro mi mejilla con su mano y la acaricio lentamente haciendo que yo cerrara los ojos por las caricias en mi piel. Se acercó y me beso, un beso el cual correspondí lentamente y su mano fue directa a mi muslo para acariciarlo. Después, fue dejando besos lentamente en la zona de mi cuello hasta llegar al escote de mi pijama mientras yo jadeaba bajito.

—Pablo, están tus padres en la habitación de al lado— dije tragándome los gemidos mientras el seguía besando mi pecho intentando ir más allá.

—No importa— dijo despreocupado.

—Pablo...

—Quee— preguntó fastidiado.

—Que no podemos hacer nada, no me hace gracia que tus papás nos escuchen en nuestras primera noche aquí—dije mirándolo sería.

—Bueno— dijo alargando la "e" y se acostaba de nuevo en la cama—por lo menos dame mimos que me dejaste con las ganas pringada.

Reí y me tumbe a su lado, se acurruco y puso su cabeza en mi pecho, le hice suaves caricias en su pelo haciendo que los dos quedáramos profundamente dormidos.

Nota:
Esta historia ya está llegando a su fin 😢

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⏰ Last updated: Sep 23, 2023 ⏰

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