Capitulo 17

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Perspectiva de Dakota Johnson.


Siento la molesta barba de mi esposo pasar por cada centímetro de mi espalda,  yo me remuevo un poco en el momento que sus húmedos dedos descienden hasta mi cintura donde comienzan a hacer pequeños círculos con sus yemas, suelto un pequeño gruñido que es callado por la almohada blanca y blanda pues estoy boca abajo. Una de sus manos la guía hasta mi cabeza donde juega con una mecha de mi cabello, extiendo mis brazos hacia donde debería estar el echado pero no está en el lugar donde hace unas horas se quedo dormido, frunzo el entrecejo mientras mis manos palmean buscando el delicioso cuerpo de Jamie pero nada, su mano traviesa trata de meterse por debajo de mis bragas y la otra sigue con su trabajo en mi cabeza...

Disfruto de sus mimos en el momento que mis manos encuentra el cuerpo de mi amado esposo, toco sus fuertes brazos  con ambas manos se encuentra muy majado, una mano asciende hasta su barba ya bien grande y la rozo delicadamente;  una sonrisa se me dibuja en mi rostro pero él no ve lo estúpida que me veo pues la almohada sigue tapando todas mis facciones, una mano la detengo en sus duros pectorales rozando la fina maraña de vellos que hay en su pecho la dejo detenida justo por debajo del pectoral izquierdo donde siento los latidos de su corazón que laten acorde a los míos... Como ya he dicho aunque tengamos peleas, somos uno sólo y no podríamos vivir sin el otro, suena muy cursi pero en estos largos años que hemos estado juntos nos ha quedado muy claro eso pues  en nuestras tantas peleas que generaba que termináramos por nuestro bien y no se arruine una amistad que ha crecido mucho, pues en esas separaciones   nuestras vidas se volvían uno tremendo desastre, ambos nos complementamos... El destino nos juntos, fuimos hecho el uno por el otro.

Las grandes palmas de Jamie ahora las coloca en mis hombros donde comienza a hacer unos deliciosos masajes, me baja las tiras de mi sujetador para dejar mis hombros desnudos.-  Relájate preciosa, deja que te consienta.- escucho al fin la voz de mi hombre, sus manos masajean mis hombros tal como un panadero lo hace con la masa de un pan, lo disfruta, lo calienta y lo sé por los latidos de su corazón que ahora laten desenfrenadamente al igual que los míos al sentir como su pectoral se flexione generando que mis dedos disfruten más de su dura, fuerte y excitante piel.

Mi otra mano sigue rozando su barba, que aunque me molesta y  me incomoda lo disfruto pues es una parte de mi esposo, su respiración se vuelve entrecortada en el momento que mi dedo roza su carnoso y húmedo labio, él abre la boca y chupa mi dedo, su lengua que siempre hace un magnífico trabajo está vez no falla pues roza y juega con la punta de mi dedo índice.

La palma de su mano desciende por mi espalda y me libera completamente de mi sujetador, sigue masajeando mi cuerpo, saco mi húmedo dedo de su cavidad bucal,  su barba ahora acompaña a los mimos de sus manos, lo roza haciendo que una corriente eléctrica me sacuda todo mi cuerpo conforme pasea su rostro por toda mi espalda.- Te amo Dakota.- me susurra, extiendo mis manos por toda la amplitud de la  suave cama, la parte inferior de mi cuerpo sigue protegida por las sábanas.- Disfruta.- su voz suena entrecortada, el aliento que emitió al pronunciar esa deliciosa palabra llega hasta donde comienzan mis nalgas, está muy cerca de mi húmedo sexo, un cosquilleo sigue bañando toda mi sangre conforme su barba conjunto con sus manos ascienden nuevamente a mi espalda... Es mi perdición y me encanta que mi esposo genere tantos sentimientos en mí, hago lo que me ha pedido y simplemente disfruto de los consentimientos  de Jamie quien ha amanecido hoy muy cariñoso.

En el mar de pasión en el que me encuentro los sentidos ya no me funcionan, sólo él tiene este poder en mi cuerpo que con un solo toque, con el sólo ligero roce  de su barba hace que me pierda completamente, escucho un ruido lejano muy lejano que logró identificar por el sonido de una puerta que es acompañado de los ladridos de Zepillin, pero todo lo escucho muy lejano pues me encuentro en el cielo, en el paraíso donde las manos de Jamie y su lengua que ahora recorre mi espalda son mis dioses, nosotros dos somos los únicos que importamos en este momento.... Los ladridos y toques de la puerta se siguen escuchando en un lejano segundo plano, pero logró escucharlo claramente cuando ya no siento las caricias de mi esposo... Ya no siento la presencia de Jamie a mi lado pues seguramente se ha puesto de pie.- Regreso en un momento.- escucho ahora su voz que es acompañada por un fuerte gruñido que emite su irritado cuerpo

Señor y Señora DornanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora