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El mes está a por terminar, faltaban escasos cuatro días. México había mejorado su relación con Usa, al punto de salir tomados de la mano sin importar la opinión de ONU sobre la diferencia de clases.

Estados Unidos aún no era capaz de expresar abiertamente sus nuevos sentimientos, sin embargo, se esforzaba cada día más en poder entender a México. "¿Por qué se ve tan lindo cantando?" Se preguntaba el americano mientras que observaba a México barrer desde la sala.

México por su parte, se sentía feliz, las cosas avanzaban rápido físicamente, pero siempre que estaban a punto de consumar el acto, el latino comenzaba a temblar y sollozar como un perro enjaulado. Usa contenía su paciencia.

—¿Has pensado en tener una casa propia? —Cuestiono Usa desde su lugar.

—Creo que no.

—Bueno, no creo que sea necesario ahora.

México sonrió ampliamente, sin levantar la mirada, pues sabía que al ver al americano se sonrojaria.

—No puedo esperar a unir nuestros territorios.

Aquel comentario hizo que México borrará su sonrisa, aún no le encantaba la idea de pertenercerle a alguien y perder el título de país.

La tarde paso como cualquier otra, USA se fue apenas comió, pues una potencia solía estar ocupada.

Una llamada de un número desconocido entro al celular de México. Contesto casi al instante, pues tenía el celular en las manos.

—¿¡Eres un idiota!? —Grito una voz desde el otro lado del teléfono.

—¿Hola?

—¿Acaso sabes lo que provocaste?

México reviso una ves más el número, tenía LADA de ucraniana.

—¿Ucrania?

—Tu realmente no tienes idea... —Se escucho molestia— ¿Qué tan importante fue tu primer beso para ti?

—Bueno, yo...

—¡Ni te atrevas a contarme, todos sabemos que fue España! —Volvio a gritar— ¡Qué tu primer beso haya Sido un asco no significa que hayas tenido que arruinar el de Rusia!

—¿Primer beso? ¿Rusia? —Pregunto México.

—Todo lo que el quería era que su primer beso fuera contigo, en algún lugar nevado, quedándose juntos. ¿Pero quién tiene la culpa? Rusia, al meterse con una zorra como tú.

México apenas podía contener la respiración para no soltar su entrecortada voz. Quería defenderse, decirle que no era su culpa y no conocía los deseos de Rusia, pero la imagen de Perú hablando sobre como México quería su primera vez vino a su mente.

—¿Dónde está Rusia ahora?

—¿Acaso importa?

—¿¡Dónde está Rusia!? —Grito México.

—Está en el bar del barrio chino, no ha salido de allí en los últimos días.

México colgó el teléfono apenas escucho el lugar. Tomo las llaves de uno de los autos de USA y salió tan pronto como pudo. El camino parecía ser eterno. México tenía encontrar a Rusia en malas condiciones, se sentía culpable por haberlo dañado de tal manera.

Al bajar del auto y entrar en el lugar, noto que solo estaba Rusia sentado en la barra. Nadie más estaba en el bar.

—Cuando llegué aquella noche... —Dijo Rusia al escuchar las pisadas de México — Te escuche, los escuche a ambos. Le decías que lo amabas, incluso si el no te contestaba, seguías diciendolo.

Poca Paciencia /Rusmex-Usamex/حيث تعيش القصص. اكتشف الآن