[Capítulo 1]

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Otro día más de trabajo terminado.

Neo sonrió, guardo sus cosas en su maletín y apagó su computadora. Dio una última repasada a su área de trabajo, verificando que nada se le olvidara.

Estaba ansioso por volver a su casa.

Su esposa, Vivían, a quien de cariño llama Vi, lo estaba esperando con una deliciosa cena.

Cómo todos los días se despidió del personal de seguridad y de algunos pocos compañeros que se quedaban a hacer horas extras.

La gran sonrisa de tonto nadie se la quitaba.

Ah, ama mucho a su esposa.

Es su primera amiga, su confidente, su lugar seguro. Ella es su todo.

Puede que al principio ella lo haya rechazado por miedo a perder la bonita amistad de tantos años, todavía se acuerda de esos meses donde su esposa se negaba a aceptar que también estaba enamorada de su amigo, evitándolo y refunfuñando cada que lo veía.

Ahora lo recuerda con diversión y una expresión cariñosa, en su tiempo le dolió el cambio drástico de la chica que le gustaba.

Con el tiempo, Vi se dio cuenta que estaba mejor con Neo que sin él, así que decidió dejar de ocultar lo que sentía y acepto los sentimientos de Neo, quién en todo este tiempo no había dejado de estar a su lado a pesar de su maltrato.

En una parada de semáforo, Neo logró ver un puesto con diferentes tipos de arreglos florales, incluido un gran ramo de girasoles que le recordaron a su adorada esposa.

Su esposa, con su pelo platinado y esos ojos dorados que amaba ver cada día al despertar.

Sin dudarlo, se estacionó y bajo para comprar el ramo. No tenía que ser una ocasión especial para que el consintiera a su esposa.

Llegó a su casa alrededor de las 6:45, cruzó el umbral de la puerta principal cargando el gran ramo. Un rico aroma lleno su olfato, hoy era el turno de Vi de cocinar la cena y Neo tenía la plena confianza de que su esposa se luciría como siempre.

Hizo el intento de esconder el ramo detrás de su espalda, con cautela se acerca a la cocina, dónde pudo observar la silueta de la espalda de su amor.

Amaba su cabello corto y lo suave que era al tacto.

Con una sonrisa boba se acercó y carraspeo para llamar la atención de Vi.

—Buenas noches, bonita.

Vi dio un pequeño salto del susto, giro su cuerpo para encontrar a su esposo viéndola con cara de bobo, frunció el ceño y colocó sus manos en sus caderas.

—Neo—murmuro entre dientes. —Quince minutos tarde, ¿qué te tomó tanto tiempo?

—Oh, pues veras—sacó el ramo de su escondite, acomodándolo en sus brazos. —Yo sé de una persona que le encantan los girasoles, los adora y me dije a mi mismo "Neo, ¿qué tal si le llevas un ramo a tu rayo de luz? Claro, Neo, eres un genio" Ta-dah.

El mayor extendió el ramo a su esposa, orgulloso de su compra.

Las mejillas de Vi tomaron un color carmesí de inmediato. —Tonto, no tenías por qué. —La mujer aparto la mirada, cruzándose de brazos.

—Claro que tenía, eres mi esposa, debo velar por tu felicidad.

El tono carmesí llegó hasta las pequeñas orejas de Vi. —Y-Ya, Neo, me pones nerviosa.

Neo soltó una risita, adorando la forma en la que su esposa esquivaba sus afectos.

Con los años, el aprendió que Vi era así, poco demostrativa y algo ruda al expresarse, por eso ya no se sentía mal, al contrario, encontró ternura en el acto de su esposa al estar nerviosa.

Flor amarilla [NxV]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang