Escrito IV

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Una vez escuché a una desconocida decir:

"En una relación siempre hay alguien que va a dar más amor que el que puede dar, el que entrega más de sí mismo" Al final va a haber siempre un sumiso y uno que domina, y generalmente el sumiso es el que termina queriendo más o el que da, entrega u aporta más". En ese juego de palabras no le entendí nada y le pedí que me explicara.

Así fue, nos sentamos en aquella banca, en el parque que había ido a jugar un rato, ya que al terminar todas mis tareas mis padres me dejaron ir un rato a jugar, pero al ver a aquella señora tejiendo mientras observaba a los animales de un árbol de aquel lugar, me dio cierta curiosidad que en sus audífonos el sonido que provenía.

Al escuchar aquella frase, "A veces esta sociedad está a dieta de empatía", así que me senté y empezamos hablar...

A lo que me cogió de la mano y me dijo: "Mira dulce niña, en una relación siempre hay alguien que va a perdonar lo imperdonable, aguantar lo inaguantable, a aceptar lo inaceptable y lo peor de todo, a justificar lo que nunca tendría explicación.

A esa gente le toca amar el doble, y aunque muchos juzgan esa manera de amar que podría carecer de amor propio, es el amor que está más lleno de esperanza.
Porque entre cada perdón, cada "yo voy a aguantar un poco más"

Hay una gota de esperanza que dice: "intenta otra vez más que en esta puede que la persona que tanto quieres cambie". De esto se habla mucho y quizá esto es lo que vayas a ver en tu vida futura y verás a ese alguien queriendo por dos.

Y nunca te atrevas a juzgar a esa persona porque ella misma libra una batalla entre amarse así misma o amar al otro. Porque algo que es muy difícil de encontrar a ese alguien que te permita amarlo sin dejar de amarte".

A lo que yo respondí: "Ahhh... Ya entiendo, pero ahora tengo una duda ¿Acaso esa persona nunca se cansa de amar de esa manera tan cruel?,

Recuerdo que ella me sonrió, me dio una flor amarilla que estaba en el borde de la acera y me dijo: "esa es la mejor parte, porque esa persona deja de amar y la otra persona se da cuenta de que perdió la demostración de amor más grande que haya podido encontrar. Y créeme que eso es lo peor que le puede pasar a alguien, tener el amor más fiel en frente y distraerse mirando corazones pasajeros.

Me abrazo y me dijo: "le pido a Dios que nunca encuentres a alguien así, pero le imploró que nunca seas la que somete a la otra persona".

Bajo mi mirada un momento al piso de mi habitación, en donde reposan mis pies guindados en la cama y sonrío débilmente al ver como mis padres son el claro ejemplo de ello, donde mi mamá es aquella mujer que exige amor a mi papá, pero al ser alguien que se crio bajo un cierto pensamiento donde el hombre es quien decide por encima de la mujer, para ella se le es más difícil tratar de darle lo mejor todo el tiempo.

Así que no sé si en un futuro pueda ser la que reemplace a mi mamá en una relación a futuro y en cierto punto me da miedo entregar todo de mí, sabiendo que ya no tengo nada que dar a aquella persona.

Estoy vacía, no sé si sepa dar amor cuando ni me amo a mí misma y aún más sabiendo que no tengo más nada que aportar a la gente, ni mis consejos siento que son buenos, mis abrazos se sienten muy flojos y sobretodo aquella alegría que antes tenía, ya no está tan brillante.

¿Será que mis pedazos rotos serán suficientes?

La niña rotaWhere stories live. Discover now