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Recibí un mensaje por WhatsApp de Peter que decía que pronto nos veríamos ya que estaba ocupado en su ajetreada pero monótona vida de casado.

Le contesté que lo esperaba ansioso en mi casa, cuando el pudiera (a menos que a mí me surga un compromiso)

Llegó el sábado y para no dormir hice una rutina de ejercicio por más de tres horas hasta que a las siete de la mañana recibí un mensaje de un hombre que había contratado para mi obra maestra.

El mensaje decía que el muchacho llegaría como a las once de la mañana a mi estudio. Me preparé algo de desayunar y mientras disfrutaba de mi fruta escuchaba Claro de Luna y mi cabeza no pudo dejar de ubicar esa pieza en la Saga Crepúsculo.

Vampiros... Me burle de ello al lavar los trastes que había utilizado.

Después de tantas ocupaciones en mi casa me dirigí a mi estudio donde un hombre alto y cabello crespo castaño con una gran condición fisica me esperaba apoyado en la pared de ladrillos rojos

–¿Kyle Fletcher no es así?–Le pregunté y el solamente asintió.

Kyle era un muchacho al que había visto en una película para adultos que había visto para "distraerme" antes de conocer a Peter.

Lo invite a pasar y fue al pequeño baño a cambiarse...

Mi vida es un completo océano de aburrimiento y monotonía.

Eso le comenté a uno de mis compañeros mientras estábamos en la sala de juntas del clarín. Jameson ya había terminado la junta a la que había llamado y yo aunque no tenía nada que hacer llegando a mi casa, yo no quería;tenía una ansia loca por estar con Miguel y disfrutar de el lo más que pudiera.

–¡Ya hay fecha para la exposición de Miguel O'Hara!–Mi compañero de apellido Holland se acercó a mi con un folleto con una foto impresa de mi hombre, le quité el papel y lo observé de pies a cabeza

Sería en unas dos semanas y tendría por nombre...

Kyle estaba posando para mí mientras yo lo pintaba, observaba con detenimiento cada parte de su cuerpo, sus músculos como se contraian y la luz que le daba directamente en su costado derecho.

–Sigue así, no desesperes ya pronto–Le dije al modelo.

Llegó el domingo y Peter y yo nos vimos en un hotel que estaba muy cerca de una estación de gasolina, no podía llevar a Parker a mi casa ya que ahí estaba toda mi obra guardada y no quería que la sorpresa se arruinara.

Esa noche que la pasamos juntos a Pete lo hice llegar a su clímax dos veces, no paramos hasta que sonó su celular, el lo tomó del buró que estaba de nuestro lado.

–Deja eso, nos interrumpe–Le pedí mientras lo embestia lentamente, el no se hizo hasta que:

Señor Parker, lo estuvimos buscando y no dimos con usted.

Tenemos algo que lamentar y su esposa Mary Jane Watson sufrió un infarto en su oficina...

Era la primera vez que me sentía de la chingada.

Peter y yo estábamos en el acto cuando a ella se le ocurrió morirse.

La Pasión de Miguel Where stories live. Discover now