Hace algunos años, Kikyo Zoldyck dio a luz a una pequeña niña
A la que decidió llamar Tolluna Zoldyck,
Tolluna es una niña normal
O al menos lo que se puede considerar normal en esa familia
Aunque tiene algo que la hace un tanto diferente de sus he...
Durante la reunión familiar, todos conversaban de cualquier cosa, la joven Tolluna permanecía en total silencio a menos que le hablaran y solo estaba de acuerdo con las decisiones de todos, tal vez simplemente ese era su papel: el de la marioneta, a nadie le interesaba como se sintiera ella, su atención iba al entrenamiento de la joven más que en sus emociones, no era algo relevante, no en la familia Zoldyck. El corazón de la pequeña y joven marioneta era esclavo de su familia, su mente era esclava de su trabajo y su cuerpo era esclavo del entrenamiento, prácticamente igual a una marioneta, puedes manipularla como se te de la gana hasta que se rompa y ya no sirva de nada. La joven estaba en medio de un jardín lleno de hermosos rosales a la espera de su aeronave mientras le avisaba a su amado padre que su trabajo estaba hecho.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
La joven sentía la mirada de alguien, no era ninguno de sus hermanos, mucho menos de sus padres, activó su Nen y las muñecas salieron al ataque.
-Que técnica tan interesante....- Dijo una voz masculina desde algún lugar, la joven Zoldyck miró en todas las direcciones y vió a un hombre parado en el techo de un edificio.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
La joven Zoldyck no reaccionó ante aquel elogio, nunca había visto a aquel hombre en su vida. Las muñecas volvieron al lado de la joven, su mirada era pura desconfianza ante aquel extraño payaso quien solo se quedaba callado mientras la observaba desde aquel edificio. ¿Quién sería aquel hombre?, bueno, en realidad, eso no importaba, la aeronave había llegado y se fue con la joven Zoldyck. El hombre solo se quedó viendo la aeronave desde lejos pensando en el gran potencial de la niña, tal vez podría ser una nueva fruta esperando a madurar. Claramente, aquel no era un payaso cualquiera, mucho menos de circo barato.
