8. Imagine

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Habían pasado unos días del incidente en la cafetería.

Y Josh no podía sacarse a Tyler de la cabeza. Se sentía como un adolescente hormonado con su primer amor, y eso lo hacía sentir patético.

Un gruñido de frustración salió de sus labios y su cabeza se estrelló con fuerza sobre el mostrador, llamando la atención de algunos de los clientes que se encontraban ese día. Ashley rodó los ojos, dejando de lado la escoba con la que limpiaba y acercándose a su hermano.

– ¿Por que no simplemente le hablas? Si sigues de ese modo matarás las pocas neuronas que te quedan. – la chica recostó su cabeza a la par de su hermano mientras escuchaba los lamentos ahogados.

Josh rió sarcástico, volteando para ver a la joven. — No quiero parecer un urgido. – murmuró bajito, con vergüenza sabiendo que probablemente ya parecía uno. La chica rió, burlándose del sufrimiento de su hermano y este frunció el ceño. – ¡No te rías!, esto es serio. –

Ashley rodó de nuevo los ojos. – Y yo seriamente te digo que hagas algo al respecto antes de que ahuyentes a los clientes, tu olor está empezando a molestar. – la joven se alejó volviendo a sus actividades mientras que el de cabello azul recobraba la compostura, oliendo ligeramente su camisa y carraspeando. Lo mejor sería irse a descansar y aclarar la mente. Dejó encargada a Ashley y subió a su departamento, aun podía sentir muy ligeramente el olor de Tyler y eso le causaba cierto cosquilleo en el estómago.

Suspiró de nuevo. Tenía que parar ya con eso. Era un adulto, no un adolescente desesperado por un omega. Decidió que lo mejor para su salud mental era tomar un baño, un largo baño.

Empezó a retirar sus prendas en lo que se dirigía al baño, quedando solo en ropa interior, abriendo la llave para que la tina comience a llenarse. Salió a la cocina y puso la cafetera, tomó su teléfono y de nuevo ahí estaba el pensamiento de llamar a Tyler. Buscó el contacto del castaño y mordió su labio, totalmente nervioso.

¿Qué podría pasar?

Marco el número y contuvo la respiración, esperó, esperó y esperó. Justo cuando se empezaba a desmoralizar, escuchó la voz de Tyler. Josh se mantuvo en silencio unos momentos, y solo se escucho su respiración agitada por haber contenido tanto la respiración. Pudo escuchar al castaño chasquear la lengua.

– Si solo eres un pervertido haciendo llamadas, vete a la mierda y deja de molestar. Maldito enfermo. – la voz rabiosa de Tyler lo regresó a la realidad. – ¡Oh no, no, no! Lo siento, lo siento, ¡Soy yo! Josh. Perdón por ese silencio incomodo. No me cuelgues, no soy un pervertido. – Quería que se lo tragara la tierra en ese momento. Se llevó una mano a la cara, totalmente avergonzado de aquello.

– ¿Josh? – el castaño pareció dudar de quien era y Josh sintió que el mundo se caía, ¿no recordaba quién era? Tan poco singular era que en unos días se olvidaban de él. Segundos después escuchó una exclamación. – Ah Josh, el de la cafetería. – y el alma del alfa regresó a su cuerpo, y pudo suspirar de alivio.

– Ese mismo, cabello azul y todo eso. Que bueno que te acuerdas de mi. – hubo un momento de silencio, y Tyler fue quien rompió con eso. – Amm, ¿te puedo ayudar en algo? – su voz sonaba algo nerviosa.

– ¡Si! Lo siento. Recuerdas que te di mi chaqueta por que la tuya estaba llena de café, ¿verdad? Llamaba para poder devolvértela. No sé que día puedas para reunirnos y dártela. – trató de sonar lo mas relajado posible, pero muy en el fondo estaba temblando de nervios.

Pudo oír como Tyler dudaba y carraspeaba. De fondo podía escuchar la voz de una persona y esto lo dejó pensando un poco, ¿Tyler vivía con alguien?
Pasaron unos segundos y seguía sin respuesta, su esperanza empezaba a derrumbarse y comenzaba a sentirse como un idiota. A lo mejor fue muy pronto.

– ¿Te parece si voy en una hora? – la voz de Tyler lo sacó de sus pensamientos y su corazón latió rápido. – Si, si claro. ¿Te veo acá entonces? – Tyler afirmó y terminó la conversación.

Josh festejó brevemente, hasta que notó que empezaba a salir agua del baño y su café se había arruinado totalmente.

Mierda.

Tyler estaba sentado al borde de su cama, reflexionando sobre sus decisiones. Brendon estaba a su lado, observándolo ligeramente preocupado. Nunca había visto a Tyler nervioso. Lo había visto mal de muchas maneras, pero no nervioso. Eso era algo nuevo, y sinceramente le preocupaba. Tyler traba de averiguar que es lo que pasaba con él. Él no era así, ¿desde cuando se acercaba a los alfas?, o peor aun, ¿desde cuando aceptaba verse con uno? Los odiaba totalmente. Eran crueles, odiosos y todo el tiempo buscaban la manera de violentarlos, eran la razón por la cual su existencia era una miseria. La razón por la cual sus padres lo odiaban.

La única excepción siempre fue Dallon, pero ahora, ahora se encontraba a nada de verse con uno de esos seres que siempre odió. Y no sabía como era posible.

No lograba entender por que Josh no le causaba repudio. Tal vez era el hecho de que fue el único que lo ayudo sin esperar nada a cambio. Pero, ¿y sí había cambiado de opinión y solo le llamó para cobrarse el favor?

Se le revolvió el estómago de solo pensarlo. Brendon se acercó a él y froto su espalda tratando de calmarlo. – No tienes que ir si no quieres hacerlo. – Tyler lo pensó. Tenía razón, no tenía que ir si no quería. Podía simplemente mandar a alguien más. Lo pensó por varios minutos, pero cada vez que pensaba en la cara de decepción del azulado algo dentro de él se removía incomodo. 

Gruñó por lo bajo, poniéndose de pie para darse un baño rápido. Brendon lo miró con cierta sorpresa. – ¿Entonces irás?, ¿estas seguro? – Tyler lo miro por unos segundos y asintió, resignado. No entendía que pasaba o el por qué sentía esa incomodidad en el pecho cada vez que pensaba en dejar plantado a Josh, pero sabía que era una batalla perdida.

Se sentía frustrado. Le gustaría poder odiar a ese alfa, así no tendría que pasar por esas crisis existenciales. Pero simplemente algo le decía que no le haría daño, aunque él dudaba que fuera cierto. El hecho de aceptar verlo no significaba que lo dejaría acercarse o que bajaría la guardia.

Al final, Josh seguía siendo un alfa y él un omega. Siempre estaría en desventaja. 

Tyler suspiró por ultima vez, antes de adentrarse a aquella cafetería. Josh estaba detrás del mostrador, esperando pacientemente por él. Tyler dudó, aun estaba a tiempo de irse, podía solo dejar la chaqueta e irse, pero vio como Josh sonreía al verlo y algo dentro suyo lo empujó a ir hacía el azulado, regresando una sonrisa tímida y torcida.

No sabía que tenía el alfa que lo hacía actuar de una manera inusual. Y eso le asustaba mas de lo que se podía imaginar.  

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⏰ Last updated: Feb 15 ⏰

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Goner |Joshler Omegaverse|Where stories live. Discover now