dix-sept.

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La pastelería tiene gruesas tablas de madera crujiente y una lámpara de araña cubierta con cadenas de cristales de topacio. Éstos brillaban como gotas de miel. La mujer detrás del mostrador coloca pasteles extravagantes en cajas de color marrón y negro a rayas, cintas de color turquesa y una campanilla de plata. Hay una larga fila, pero todo el mundo aquí tiene paciencia y está disfrutando del ambiente. Seungmin y yo esperamos frente a un par de soportes tan altos como nosotros. Uno de ellos es un árbol hecho de macarrones, galletas tipo sándwich redondas con costras tan frágiles como cáscaras de huevo y relleno tan húmedo y sabroso que me desmayo en el acto. La otra es un arreglo de pasteles en miniatura, con glaseado de almendras y azúcar.

Nuestra conversación está de vuelta en Hwang. Ahora es de lo único que hablamos.

— Simplemente estoy asustado de que lo expulsen. — digo, en puntillas. Estoy tratando de mirar dentro de la caja de cristal en la parte delantera de la línea, pero un hombre en uniforme a rayas que lleva un perrito moviéndose bloquea mi vista. Hay muchos perros dentro de la tienda hoy, lo que no es inusual en París.

Seung sacude su cabeza, y sus mechones rebotan debajo de su sombrero de punto. A diferencia de Hwang, el suyo es color azul y muy respetable, con la forma similar a la de una boina.

Me gusta más el de Hwang.

— No será expulsado. — dice ella. — Minho no ha sido expulsado, y se ha saltado las clases desde hace mucho tiempo. Y la directora jamás expulsaría a alguien cuya madre está... tu sabes.

No le está yendo bien. Cáncer de cuello uterino. Etapa 2B. Una etapa avanzada.

Palabras que jamás quiero escuchar asociadas a alguien que amo -terapia de radiación externa, quimioterapia- ahora son parte del día a día de Hwang. SooHee, su madre, empezó el tratamiento una semana después de Halloween. Su padre está en Seúl, llevándola cinco días de la semana a terapia de radiación y una vez a la semana a quimioterapia.

Hwang está aquí.

Quiero matar a su padre. Sus padres vivieron separados por años, pero su padre no deja a su madre obtener un divorcio. Y tiene amantes en París y Londres, mientras SooHee vive sola en Seúl. Cada pocos meses, su padre la visitará. Se quedará por algunas noches. Restableciendo el dominio o lo que sea que tiene sobre ella. Y luego se iría otra vez.

Pero ahora él es el que la cuida, mientras Hwang sufre a seis mil millas de distancia.

Toda la situación me pone tan enfermo que apenas puedo pensar en eso. Obviamente, Hwang no ha sido sí mismo estas últimas semanas. Le va mal en la escuela, y sus notas están cayendo. Ya no viene al desayuno, y come todas las cenas con Karina. Aparte de las clases y el almuerzo, donde se sienta frio y como piedra a mi lado, las únicas veces que lo veo son en las mañanas que lo despierto para ir a clases.

Seungmin y yo tomamos turnos. Si no tocamos su puerta, no iría a la escuela.

La puerta de la pastelería y un frio viento azota a través de la tienda. La araña se balancea como gelatina. — Me siento tan inútil. — digo. — Desearía que hubiera algo que pudiera hacer.

Seung tiembla y se frota los brazos. Hoy sus anillos están hechos de fino cristal. Parecen hechos de azúcar.

— Lo sé. Yo también. Y todavía no puedo creer que su papá no va a dejar visitarla en Acción de Gracias.

— ¿No lo va a dejar? — estoy pasmado. — ¿Cuándo paso esto? — ¿y por qué Seung sabía sobre eso y yo no?

— Desde que su papá oyó sobre su caída de notas. Minho me dijo que la directora llamó a su padre, porque estaba preocupada por Hwang, y en lugar de dejarlo ir a casa, dijo que Hwang no podía volar para allá hasta que comenzara a actuar responsablemente de nuevo.

☁︎ the french kiss ; hyunin.Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ