Capítulo 2

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Arco tercero "cumplaños"

Si no les sale la canción, es "The hill of yearning" .

Luego de unos minutos en los cuales pensó en irse ya que no le encontraba sentido alguno a la situación, lo vio volver con un envoltorio negro brillante en forma rectangular entre sus manos; ¿Tanto misterio por un simple regaló?, Que ganas de crear problemas, pensó.

—Toma— se lo extendió sin rodeos una vez estuvo frente a ella, parecía algo nervioso y su voz que siempre era áspera y seca ahora se tambaleaba.

—¿Y esto?—  tomó el obsequio observando el envoltorio desinteresadamente para luego verlo a el con interrogativa,
¿te tardaste tanto para esto?, pareció que leyó su pregunta con los ojos

—Es para ti, es evidente— aparto la mirada, escondiendo sus manos en los bolsillos tratando de ocultar su nerviosismo.

—Esta bien, pero no te enojes— sonrió eso le pareció patético y tierno al mismo tenía además quería romper el hielo, se había formado un ambiente tenso en el lugar sin darse cuenta pero procedió a abrirlo sin crear más problemas deslizando las suaves cintas de tela.

—Tsk, yo no me enojó, solo que también quería darte algo hoy, pero no pude hacerlo hasta ahora porque al parecer todos estaban empeñados en hacerlo primero, fue molestó— confesó mirando al suelo mientras pateaba una piedra imaginaría.

—Es natural, es un cumpleaños
generalmente al agasajado se le obsequian cosas de eso se trata la celebración— vio como la miraba mordazmente y su expresión cambiaba a una de reproche com sus oscuros ojos violetas que amenazaban con recriminarle

—JAJAJA, esta bien lo siento— sonrió al ver la cara de constipación que puso

—¿Puedo abrirlo?— preguntó con tono fingido y dulce terriblemente irritable para molestarlo más pestañeando excesivamente a lo que se ganó un empujón de su parte

—No, es para que lo guardes y solo lo puedas mirar desde lejos— contestó con sarcasmo y poca paciencia empujando el rostro de ella lejos de el. —CLARO!, Es tu regalo, ¿porque me preguntas si puedes abrirlo o no?—

—Porque tu me lo diste— respondió capciosamente

—¡Ya basta!— exclamó ofuscado abriendo el envoltorio salvajemente dejando ver una caja de terciopelo blanca

—El abuelo dice que la paciencia es una virtud que— se detuvo al ver su ceño fruncido con sus amenazadores que brillan bajo la luz dorada de las farolas del jardín mirándola atentamente

—Esta bien me callaré— cedió sonriendo.

—Tu no puedes hablarme de paciencia, eres la que menos tiene en esta casa Rys— Ahg, de nuevo ese apodo, se lo había puesto unas días luego de reencontrarse tras luego de 5 años de estar separados mientras vivía con su padre o más bien desde que su padre la habría secuestrado para usarla de conejillos de indias personal 24/7.
Pero no le agradaba para nada ese apodo, eran un diminutivo de "Andrarys" claro por las últimas tres letras pero no le podía reprochar nada por el momento al ver el esfuerzo que estaba haciendo por llevarse bien y hacer las pases.

Sonrió al escuchar aquello, era cierto, no mentía en lo absoluto pero se divertía molestándolo, era desestresante el verlo lleno de enojó

La ultima rosa del veranoWhere stories live. Discover now