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Por su propia parte, se tambaleaba un poco mientras sostenía su cabeza, era como haber despertado de un mareo profundo y doloroso, miró sus ojos que mantenían su color natural de azul claro, sonrió al verse nuevamente con su traje tradicional y terminó por darse un último corte a su cabello que había estado más largo de lo usual, al terminar dejó las doradas tijeras y acomodó su camisa sonriente.

Al ver con más profundidad, sintió que su estómago se revolvía un poco, escupió y notó aquel color divino que tanto caracterizaba el milagro, se agachó y observó detenidamente el color y la consistencia del líquido, se levantó y miró hacia la puerta de la salida, se lavó la mano y caminó afuera de la sala en dónde estaba, miró hacia todos lados y se dirigió al elevador, apretó el botón y esperó a que llegara.

- ¿A dónde vas Aziraphale? - escuchó una voz detrás suyo, volteó ligeramente y vio a Saraqael mirando con tranquilidad.

- ¡Oh! Solo quiero ver cómo está la tierra - sonrió nerviosamente, regresó la mirada a las puertas del elevador.

- No hace falta, lo sabes - se acercó a lado de él.

- Si, solo que...- sintió un escalofrío en su espalda y sus mejillas enrojecerse, puso su mano en sus labios - Quiero aclarar algunas cosas - no quitó la vista, vió abrirse las puertas y entró, Saraqael lo miró sin objeción y se cerraron las puertas, la respiración de Aziraphale se hacía un poco más nerviosa conforme bajaba, miró hacia abajo y suspiró.

Mientras tanto, se encontraban todos juntos viajando dentro del Bentley de Crowley, era la primera vez que iban más de tres personas en el auto y para ser precisos, al demonio no le fascinaba la idea. Gabriel miraba el camino mientras tenía a Beelzebub recargada en su hombro, Muriel movía la cabeza a la par de la canción que sonaba en el auto, Galadriel miraba hacia enfrente con los lentes negros puestos y Crowley tenía una expresión de que olía a caca.

Era obvio su desagrado por la multitud en su auto.

- ¿Por qué tenemos que ir hacia allá? - frenó al notar un auto enfrente suyo y volteando a ver a su copiloto, Galadriel no lo miró, solo hizo una expresión seria y siguió en lo suyo - Es un simple campo ¿Cuál es el punto? - mencionó señalando el camino por el que estaban, era medio día y el sol alumbraba a todos ellos.

Galadriel colocó su dedo en su boca a modo de guardar silencio, diciéndole en pocas palabras a Crowley que se callara y siguiera manejando, el demonio bufó y siguió manejando hasta llegar al campo en el que tendrían que estar por alguna razón, sería una zona solitaria en dónde poca gente pasaría, cerca de la carretera en dónde los autos pasaban a toda velocidad.

Al llegar, Crowley pasó el cemento y se dirigió a aquel campo en dónde se estacionó hasta el fondo, debajo de varios árboles, para que ningún transeúnte viera el auto y se acercara, todos bajaron de este y caminaron hacia afuera de la sombra de dichos árboles, viendo un paisaje agradable.

Se sentía una brisa fresca y con cercanía, Crowley se colocó a lado de Galadriel, quién estaba segura de que si este tuviera su cola de demonio, la movería por la emoción que tenía de esperar a que algo sucediera, pero solo mostraba su rostro frío...

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Se sentía una brisa fresca y con cercanía, Crowley se colocó a lado de Galadriel, quién estaba segura de que si este tuviera su cola de demonio, la movería por la emoción que tenía de esperar a que algo sucediera, pero solo mostraba su rostro frío y serio - Bien, ya estamos aquí - incitó Crowley mirando hacia enfrente, Muriel miraba impresionada el lugar y tomó su bolso y corrió hacia el pasto abundante, se dejó caer y sonrió mirando hacia los demás, Gabriel y Beelzebub caminaron hacia ella emocionados de igual forma, pero Galadriel y Crowley permanecieron en su sitio - No hay ninguna conexión con el cielo en este sitio - Crowley puso sus manos en su cadera - ¿Cómo vamos a encontrar a Aziraphale así? - Galadriel no brindó respuesta, se quitó los lentes y miró entrecerrando los ojos hacia los demás.

- Lo vas a encontrar, Crowley - sonrió y fue hacia los demás, soltó un quejido y la siguió. Después de todo era bueno pasar el tiempo antes de comenzar lo que sería la batalla final.

Miguel soltó su teléfono al oír la noticia de que Aziraphale se había marchado como si nada, volteó a ver a Saraqael con una sonrisa fingida - ¿A dónde se fue? - sus ojos parecían desorbitados, Saraqael no dió respuesta a la pregunta, Uriel tenía sus manos juntas siendo expectante de aquello - Búscalo, aún podemos encontrarlo - indicó Miguel.

- ¿No es esto lo que querías? - Uriel no siguió las órdenes de Miguel, solo la observó - Sin Aziraphale, tú tienes el camino limpio -.

- Así no funciona Uriel - se acercó a ella - Tengo que ganarmelo y lo voy a hacer, demostrando que sigue siendo un traidor aún después del título que le dieron - sonreía egocéntricamente, Uriel alzó las cejas y accedió a una de sus pantallas, de ahí comenzó a rebuscar el camino que Aziraphale tenía en la tierra.

Miguel tenía razón en algo, el hecho de que Aziraphale no estuviera en el cielo, no ayudaba mucho, pues sería haber perdido nuevamente a otro arcángel como lo fue con Gabriel.

Y eso sería vergonzoso para los arcángeles en general, todos ellos tenían que mantener una postura ante sus superiores para ser merecedores de poder como el que había recibido Aziraphale, por lo que decidió no contarle a Metatron hasta haberlo encontrado, sería mejor para todos que Metatron se enterara cuando Aziraphale ya fuera traído de regreso.

Mientras tanto, aquel arcángel caminaba sin entender a dónde lo llevaba su cuerpo, pero seguía un camino que sentía entender con su cuerpo y esencia, al bajar del elevador y ver su librería, sintió una emoción tan reconfortante, ver que no había sido destruida o algo por el estilo, y notar que aún brillaba como siempre lo hizo para él. Vió a Maggie charlar alegremente con Nina, vió a todos caminar como siempre lo hicieron día a día mientras él estuvo ahí, su corazón palpitaba emocionado.

Miró hacia enfrente y con una sonrisa, sacó sus alas y despegó rápidamente del suelo, sus alas lo llevaron por todo el lugar haciéndole sentir el aire tan libre, caminó hacia una dirección que él sentía que debía ir, sonreía mientras miraba a todos abajo suyo como miniaturas.

Por fin después de tanto tiempo, se sentía verdaderamente feliz.

Good Omens 3 - FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora