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Por alguna razón, Aziraphale no había dejado de dar vueltas por todo el cielo, pensativo, mirando a todos lados sin una respuesta a su cuestionamiento interno, tocó sus mejillas y analizó su postura, de pronto escuchó unos pasos resonantes acercarse a él - ¿Ocurre algo? - incitó aquel ser que se colocaba detrás suyo, al voltear notó que Metatron lo miraba con una ceja alzada, manos detrás de él y postura firme, Aziraphale lo miró y sonrió nerviosamente mirando a otro lado.

- No, señor - miró hacia abajo y sintió la mirada de Metatron que no parecía estar convencido de aquella respuesta - Estoy pensativo, solo eso - movió sus manos y una ligera tonalidad azul clara regresaba a sus ojos.

- ¿Y en qué piensas? - se colocó a su lado y frunció el ceño al notar el ligero cambio, Aziraphale sin mirarlo solo sonreía falsamente, tembló un poco su labio y movió sus manos.

- Dudo - escupió la palabra como si le hubiera costado aceptarla, Metatron asintió entendiendo, le dió dos palmaditas tranquilas.

- No hay porque dudar del estatus en el que estás Aziraphale, tú lo escogiste, es tuyo y si necesitas seguir pensándolo, quizá una taza de café te venga bien - guiñó el ojo y sonrió, se dió la vuelta y caminó por dónde había llegado, Aziraphale movió su mano tímidamente al notar como se iba, su sonrisa nerviosa aún se mantenía, tomó aire y se movió su torso ligeramente, suspiró y acomodó su suéter, un azul fuerte inundó sus ojos nuevamente y siguió con su día a día en aquel blanco y vacío cielo.

- ¿Por qué carajos Barachiel está en la tierra? - Crowley alzó los hombros molesto mirando a Galadriel, la única que sabría sería ella, pues al final era la más cercana al cielo en su totalidad - Ese ángel tiene a millones detrás de él capaces de seguir órdenes, si él está aquí no me imagino quien más este - señaló la ventana molesto.

- Yo.. - miró hacia su derecha, Crowley notó duda en su esencia - Yo no lo sé - volteó de regreso al demonio, este apretó su labio inferior estirándose.

- Mientes - dijo serio.

Ambos se miraron y el ángel volteó a otro lado, sin dar más explicaciones - No importa - caminó a la lanza que se había incrustado en el mueble y la separó con fuerza, era pesada pero no imposible de cargar para un ángel - Vayamos a buscar la manera de contactar al arcángel - le dió la lanza a Muriel quien la observó con una mirada de admiración al ver lo que poseía en sus manos.

- ¿Llamar al cielo no funciona? - hizo una mueca pensando en lo obvia que era la solución, Crowley miró a Gabriel juzgando aquella mente tan pequeña que tenía dentro de si.

- Cualquier arcángel respondería, necesitamos que ÉL responda - dijo Galadriel sin mirar a los demás a su alrededor, apesar de querer disimularlo, se notaba un nerviosismo dentro de si que no permitía concentrarse por completo.

Crowley lo notaba.

- Vamos - abrió la puerta de la librería - Todos - volteó mirando hacia ellos y esperando a que se acercaran, así fue, todos salieron de la librería, Muriel cerró la puerta con llave mientras ponía la lanza recargada en la puerta, comenzaron a caminar alrededor de los restaurantes que habían por la zona dirigiéndose al parque de la ciudad, dónde abundaban los patos.

De pronto Galadriel se detuvo y observó el agua - ¿Qué le diremos? - volteó a ver a Crowley, el demonio alzó las cejas y miró hacia arriba pensativo, Beelzebub por su parte había tomado un pato para dárselo a Gabriel cariñosamente sin pensar que a veces los patos no suelen ser tan amigables. Muriel se meneaba detrás de Galadriel y Crowley sin prestar atención a los demás, por otro lado, Galadriel sacó de su bolsillo, la caja que tenía sonidos dentro, miró a todos lados y la guardó entre sus manos, al abrir sus manos, la caja ahora era una cajita de dulces, la guardó nuevamente y espero la respuesta del demonio.

Good Omens 3 - FanficWhere stories live. Discover now