Annie Potter y la segunda generación de merodeadores.

28. Slytherin... ¿Escarlata y dorado?

Miro a los gemelos por última vez.

-¿Estáis preparados?-Murmuro mientras me coloco bien la coleta.

-Sí, pero si quieres te esperamos, Lady Potter.

-Ya sabes, por si quieres hacerte un peinado mas elaborado.-Sigue Fred para picarme.

-Oh, callaos de una vez.-Susurro mientras les doy un codazo. Sigo andando silenciosamente (Sí, récord, por una vez en toda mi estancia en Hogwarts no me he dado contra una armadura ¡ALELUYA!) y consigo llegar a la entrada secreta de la sala común de Slytherin.

-¿Una contraseña?-Empieza Fred.

-¿Acertijo?-Murmura George.

-¿Demostrar que son idiotas?-Sigue Fred. Sofoco una carcajada y niego con la cabeza.

-Es mas simple de lo que nadie cree.-Digo sonriendo- Salazar Slytherin.

Entonces el muro de piedra empieza a apartarse para dejar una entrada a una sala común con colores plateados, verdes, y un ambiente algo frío. Oh, bien hecho Annie, sin jersey.

Anda, si el calamar gigante te está saludando desde la ventana.

¿Qué estas diciendo, Max? Luego yo soy la psicópata de esta relación.

Mira a la ventana de la izquierda, la que da al lago.

Ohhhh, ese calamar.

Como hay mas de un calamar, Annie.

-Recordad, a todo el mundo menos a Lea Moore. ¿Entendido?-Murmuro ignorando a Max.

-Pero sobretodo...-Dice George.

-Sí, a esos tres.-Terminamos los tres. Una sonrisa traviesa asoma al rostro de ambos gemelos, y a la mía también, creo. O es una sonrisa traviesa o psicópata, da igual.

-Nadie se mete con los merodeadores y sale ileso.-Digo chocando las manos con ellos.

***

Baba en mi mejilla... Una lengua chupando mi mejilla... Espera, ¿Que narices? ¿Una lengua chupando mi mejilla? Eso no es algo habitual.

-¿Quién esta chupando mi mejilla?-Preguntó aun con los ojos cerrados.

-¿Que dices, Annie?-Dice Angelina riendo.

-Que alguien esta chupando mi mejilla...-Digo con pereza de levantarme.

-Ah, es Hermes.-Dice Alicia dándome un pañuelo para quitarme la baba. Abro los ojos y veo los ojos multicolor de mi ya no tan pequeño fénix. Durante el curso, a crecido exageradamente, y ya no es ese fénix bebe que se escondía en mi bolsillo. Ay, dioses, voy a llorar como una madre que deja a sus hijos por primera vez en el colegio.- ¿Annie?

-¿Sí?-Pregunto sin apartar la vista de Hermes.

-Tienes los ojos rojos...-Murmura Angelina. Yo sonrío.

-¡CRECEN TAN RÁPIDO!-Y bajo la mirada de "¿Ésta está loca o qué?" de mis dos amigas, bajo corriendo las escaleras hasta sala común.

-Lady Potter, no es que no me alegre de verte pero... ¿Que haces en pijama?-Dice George aguantando una carcajada. Miro mi atuendo y sonrío.