Capítulo 4

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Look at this godforsaken mess that you made me


Medianoche envolvió la pequeña casa en el bosque con su manto oscuro. El viento susurraba suavemente entre los árboles mientras la luna brillaba en el cielo estrellado. En la oscuridad, Agustina yacía en su cama, envuelta en sueños inquietos. De repente, sus ojos se abrieron de par en par y un recuerdo comenzó a emerger de lo más profundo de su mente.

Vio imágenes destellantes de su pasado: días soleados y risas, momentos compartidos con Betty que llenaban su corazón de alegría. Recordó cómo su amistad con Betty era un refugio en medio de la tormenta. Y el día en que esta se había casado con James y como su relación nunca volvió a ser la misma. El marido de Betty, un hombre controlador y manipulador que la había maltratado tanto física como emocionalmente, y ella le había tenido miedo hasta el punto en que había aceptado lo que le había propuesto.

Recordaba su peso sobre su espalda mientras la hacía suya contra su colchón. Como había llorado dias despues sobre ese mismo sitio y como no había probado bocado. Intentando no sentir el dolor que sentiria su mejor amiga si esta se enteraba de lo suyo.

No aguantaba las visitas de aquel hombre y como la forzaba a hacer lo que él quisiera mientras su amiga tambien sufría. En su corazón no dejaba de anhelar con el día en que ambas se escaparian de aquel cruel hombre y vivirian libres y juntas.

Las lágrimas llenaron sus ojos mientras el recuerdo se intensificaba. Recordó cómo James la había humillado y menospreciado, cómo había sentido que su autoestima se desmoronaba bajo su tiranía. Y en medio de ese tormento, recordó a James insinuando una relación secreta como si ella hubiera dado su consentimeinto.

Una relación que sería una traición a Betty.

Agustina revivió la mezcla de emociones que había sentido en ese momento. La confusión, la atracción prohibida hacia Betty y el dolor de traicionar a una amiga. Pero, sobre todo, recordó cómo se dio cuenta de que sus sentimientos iban más allá de la amistad. Secretamente, estaba enamorada de Betty, y eso solo había empeorado la situación.

Entonces, en un recuerdo más reciente, James le había contado a Agustina que Betty lo había abandonado, que había dejado la ciudad y desaparecido de sus vidas. Agustina sintió cómo su corazón se hundía en ese momento. La idea de perder a Betty había sido devastadora y, en un impulso, decidió dejar a James y buscar a Betty en el campo.

Las semanas de búsqueda habían sido agotadoras y llenas de desesperación. Agustina había seguido pistas y rastros, preguntando a quienes pudieran haber visto a Betty, siguiendo cualquier pista que la llevara a ella. Y finalmente, después de tanto esfuerzo, había llegado a esta pequeña casa en el bosque.

Pero justo cuando estaba a punto de reunirse con Betty, había tropezado y caído contra una roca, golpeándose la sien y perdiendo la memoria en el proceso. La última imagen que tenía en su mente antes de despertar en la casa de Betty era la silueta de su amiga desvaneciéndose en la distancia mientras perdía el conocimiento.

Agustina finalmente se sentó en la cama, las lágrimas rodando por sus mejillas mientras el recuerdo completo se asentaba en su mente. Y justo en ese momento, cuando sus emociones estaban en su punto más crítico, una voz suave la sacó de su ensimismamiento.

—Agustina, ¿estás bien?

Agustina se volvió hacia la voz y allí estaba Betty, de pie en la entrada de la habitación, sus ojos llenos de preocupación.

Agustina miró a Betty con una mezcla de emoción y asombro.

—Betty... ¡Lo recuerdo todo!

Aunque Agustina y Betty se abrazaban con cariño, había un aire de tensión que rodeaba a Betty. Sus ojos reflejaban una mezcla de emociones, desde la felicidad de haber encontrado a Agustina hasta una cierta aprensión por enfrentar el pasado doloroso.

Agustina notó el cambio en la expresión de Betty y la miró con preocupación.

—Betty, sé que esto es abrumador, pero quiero que sepas que no hay necesidad de arreglarlo ahora mismo. Podemos tomar el tiempo que necesites para procesar todo esto y decidir cómo queremos seguir adelante. Lo más importante es sanar y encontrar una manera de reconciliarnos con nuestro pasado.

Betty asintió, suspirando profundamente.

—Entiendo lo que sientes, Betty. Y lamento profundamente haber traído esos recuerdos dolorosos de vuelta. Pero quiero que sepas que las relaciones con James nunca fueron consensuales. Fueron forzadas debido a la coacción y el miedo. Yo también fui una víctima de su control. Nunca quise lastimarte de esa manera, y siento mucho el dolor que causó.

La expresión de Betty se volvió aún más grave mientras absorbía las palabras de Agustina.

—No puedo creer que él haya sido capaz de hacer algo así, de manipularnos de esa manera. Me siento tan enfadada y disgustada por haber estado en una relación con alguien así. Pero también siento tristeza por ti, Agustina, por lo que tuviste que soportar. Nadie debería vivir con tanto miedo y dolor.

Agustina asintió con gratitud por el apoyo de Betty.

—Gracias, Betty. Tus palabras significan mucho para mí. Estamos en esto juntas, y juntas enfrentaremos las consecuencias de nuestro pasado. Pero quiero que sepas algo más...

Las palabras de Agustina quedaron suspendidas en el aire mientras luchaba por encontrar el valor para expresar sus sentimientos más profundos.

—¿Qué es, Agustina? —preguntó Betty, mirándola con curiosidad y preocupación.

Agustina tomó un respiro profundo y finalmente habló con voz suave pero firme.

—Betty, durante todo este tiempo, incluso antes de perder la memoria, me di cuenta de algo... Algo que me llena de miedo y esperanza al mismo tiempo. No es solo la amistad lo que siento por ti. Estoy secretamente enamorada de ti, Betty. Siempre lo estuve. Y aunque puede que sea complicado y confuso, quería que supieras la verdad.

El corazón de Betty parecía detenerse por un momento mientras procesaba las palabras de Agustina. Sus ojos con los de ella, buscando cualquier indicio de duda o rechazo.

—Agustina, no sé qué decir... Esto es mucho para asimilar. No puedo negar que siento una conexión profunda contigo, que siempre la sentí. Pero también hay miedo y dudas en mí. Después de todo lo que hemos pasado, ¿cómo podemos saber si estos sentimientos son reales o si son solo una respuesta a nuestra situación actual?

Agustina sostuvo la mirada de Betty con sinceridad.

—No tengo todas las respuestas, Betty. Pero lo que sí sé es que siento algo muy real y profundo por ti, más allá de la amistad. Y quiero explorar eso contigo, con honestidad y paciencia. Pero entiendo que necesitas tiempo para procesar esto y tomar tus propias decisiones.

Betty asintió lentamente, sus emociones en conflicto todavía evidentes en su mirada.

—Gracias por ser sincera conmigo, Agustina. Y por darme tiempo para entender mis propios sentimientos. Aprecio tu honestidad y tu disposición para enfrentar esto juntas.

Agustina le sonrió con cariño.

—Estoy aquí para ti, Betty, sin importar lo que decidas. Lo más importante es que sanemos y encontremos una forma de seguir adelante, ya sea como amigas o... algo más.

La noche seguía envolviendo la pequeña casa en el bosque, pero dentro de esas paredes, Agustina y Betty estaban abriendo sus corazones y enfrentando la verdad, con la esperanza de que el amor y la comprensión pudieran prevalecer sobre el pasado doloroso.

La noche seguía envolviendo la pequeña casa en el bosque, pero dentro de esas paredes, Agustina y Betty estaban abriendo sus corazones y enfrentando la verdad, con la esperanza de que el amor y la comprensión pudieran prevalecer sobre el pasado do...

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