Incómodo.
Solo haci podía describir la situación que había ahora, hasta podría jurar que en el aire se podía notar la incomodidad del ambiente.
Emili estaba sentada a mi lado, sus manos sobre su regazo entrelazadas, temblando. Su mirada en sus piernas mientras mordía su labio inferior con fuerza, veía de reojo como uno de sus pies se movía ligeramente contra el suelo.
Irene por otro lado estaba sentada frente a nosotras en el sofá, una pequeña era lo que nos separa.
Sus brazos cruzados sobre su pecho, una de sus piernas arriba de la otra, veía fijamente y con seriedad a Emili, su ceño fruncido, sus labios apretados con disgusto y desconfianza en su mirada.
Es igual a su hermano cuando esta disgustado.
Por mi lado solo me encontraba sentada viendo a Irene de frente y a Emili de reojo, mis manos sobre mi regazo con tranquilidad pero manteniendome alerta de cualquier cosa que pudiera pasar en esta situación, las vigilaba con cautela y con seriedad, tenía que estar atenta.
Podía estar incómoda, si, talvez no sea solo yo la que sienta está tensión pero estoy segura de que soy la única que puede mantener todo en calma por el momento.
Si me descuido un momento todo podría salirse de control, las conozco a ambas, más a una de que la otra.
Pero si se algo es que ambas son bastantes inestables a la hora de una discusión, no saben contenerse del todo en el momento qué cruzan la línea, eran amigas pero eso no quita todo lo que pasó con ellas, no hablo solo de lo bueno si no también de lo malo.
Llevemos alrededor de unos minutos sentadas en silencio, nadie a querido hablar. Siendo sincera me había costado que nos dejara entrar, casi nos cerró la puerta en la cara.
Escuché a Irene aclarar su garganta llevando la atención de ambas, más de la chica sentada a mi lado la cual pude ver cómo se tensaba.
- ¿Qué hace ella aquí T/n? -me pregunto viéndola con cuidado.
- Irene -la escuché susurrar a mi lado, fue bastante bajo pero por la mirada que le dió Irene a ella sabia que también la había escuchado.
- Quería hablar contigo -respondí a su pregunta, cruzando mis brazos sobre mi pecho, me acomode en el sofá- no quiero peleas, son mayores, ya deberían de saber cómo hacer las cosas.
Iría directo al grano.
No puedo atrasar está conversación, no puedo esperar que pase algo malo después.
- Irene yo de verdad lo siento -se escuchó la voz de Emili en un susurró aún con la cabeza baja.
- ¿Lo sientes? -se rio Irene- ¿Que es lo siento sientes exactamente? ¿Haberte intentando ligar a mi novio? ¿Todas esas palabras que me dijiste sobre mis padres o hermano? ¿Romper nuestra amistad? -casi le gritó.
Vaya...
Esto es más serio de lo que imaginé.
- Irene yo de verdad -intentó decir pero la antes nombrada por ella misma volvió a hablar, o mejor dicho gritarle.
- ¡No mientas! -gritó- ¡Sabías que yo no tenía a nadie cerca más a qué a él y ti! ¡pero solo usaste esa amistad y la destruiste como si nada! ¡Nunca te importo nuestra amistad!
- ¡Claro que sí! -gritó Emili poniéndose de pie también como Irene- ¡Siempre fuiste mi amiga, mi mejor amiga!
Pues, sip, no siempre al nacer gemelas tienen que ser las mejores amigas.
No pensaba meterme en esa conversación a menos que fuera necesario, era un momento de ellas.
Solo me mantenía aquí por el simple hecho de que no quería que terminarán arrancándose el cabello la una a la otra
- ¡Mentirosa! -gritó Irene.
- ¡No estoy mintiendo!
- ¡Que si!
- ¡Que no!
Suspire pesadamente mientras negaba, seguían siendo un par de niñas malcriadas a la hora de una discusión.
Juro que si esto sigue haci pronto voy a tener una gran jaqueca.
- ¡Si!
- ¡No!
Esas dos estaban tan metidas en su discusión que ni siquiera notaron a Taehyung quien entraba, le hice una seña con la cabeza negando. El no tardo en captar y desaparecer por dónde entro.
Si el entraba en la escena todo se podía poner mucho peor.
En su tiempo de amistad, muy pocas veces las había escuchado pelear. De hecho, no recuerdo que hayan tenido una pelea que durará más de una semana sin que una buscará a la otra o se disculpaban mutuamente.
- Oigan, no peleen -me hice escuchar entre sus gritos- ya no son unas niñas, arreglen sus problemas como las adultas que son.
Ambas voltearon a verme con ganas de jalarme de las extremidades y arrancarme cada una de ellas con fuerza.
- ¿¡Por qué la trajiste!? -me grito Irene.
- Porqué me lo pidió -dije sin expresión alguna- ella quiere empezar de nuevo.
- ¿Empezar de nuevo? ¿Acaso la dejaras entrar así como así a tu familia? -preguntó.
Bien, hora de interferir.
- No estoy diciendo nada de eso -dije viéndola a los ojos para que supiera qué ella no sabía nada- sabe que Soobin no tiene a nadie más que a mí -se que era malo meterlo en la conversación pero no quería meter a Emma en nada de ésto- y no va a interferir en eso.
- Fuera de mi casa -dijo hechando nos a las dos.
- Irene -dijo Emili queriendo protestar.
- ¡Fuera! -gritó apuntado con su dedo la puerta.
- Irene por favor, déjame explicarte las cosas, déjame hacerlo -volvió a pedirlo- por favor házlo por lo que era nuestra amistad.
Vi la duda en los ojos de Irene, habia posibilidades de que ella aceptará.
Incluso mordía su labio mirando hacia otro lado, me acerque a pasos lentos hacia Irene quedando frente a frente.
- Habla con ella por favor, si lo haces aceptará internarse en una clínica.
Solo tienes que convencerla, me la llevaré después lo juro... Solo no menciones a Emma en esto, te lo pido por favor -le suplique, si se trataba de Emma incluso podía ponerme de rodillas ante cualquiera.
- Bien, pero quiero hablar a solas con ella -dijo con seriedad, asinti ante su petición.
Volví hacia el sofá para tomar mi bolso junto a mi celular, antes de salir le pase por un lado a Emili.
- Comportate por favor -le dije antes de salir.
Me estoy pareciendo a mi padre.
Al salir pensaba esperar en mi auto pero ví a Taehyung sentando en la acera con sus largas piernas estiradas sobre el pavimento con la mirada al frente.
- No pensaba ver a tu hermana aquí después de tanto -dijo en cuánto me senté a su lado.
- Quería hablar con Irene -respondí también estirando mis piernas.
- ¿Para qué? Solo le hace daño a Irene -dijo con cierto rencor en su voz.
- Si aceptaba traerla ella aceptaba ir a una clínica para recuperarse -solte un suspiró- tampoco me agrada haberla traído.
- T/n.
Voltee a míralo cuando escuché el tono con el que me llamo, uno lleno de seriedad.
- ¿Quien es el padre de Emma? -preguntó- ¿En verdad es un tipo cualquiera? Hice cuentas, a menos que hayas conocido a alguien justo después de irte. Esa niña fue concebida aquí ¿Quien es el padre?
- No eres el padre, no se porqué te atormentas. Ni siquiera nos acostamos una vez, además no sabes nada. Pude haberme acostado con un tipo cualquiera el mismo día que me fui -dije encogiéndome de hombros.
- No eres haci, no lo eras cuándo eras una adolescente tampoco. Eso quiere decir que uno de los chicos es el padre de la niña, ¿Quien es? -volvió a preguntar con aún más seriedad, quería saberlo.
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