Prólogo.

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En un tranquilo atardecer de verano, cuando los rayos dorados del sol se filtraban entre las hojas de los árboles y pintaban un lienzo mágico en el cielo, dos destinos se entrelazaron en el pequeño y pintoresco pueblo de Rosenthal.

Lisa Manobal, con su cabello oscuro como la noche y sus ojos chispeantes llenos de travesura, caminaba por las angostas calles del pueblo con su típica sonrisa encantadora. Llevaba puesto un sombrero de ala ancha y unos lentes de sol, y tarareaba una melodía alegre mientras observaba con curiosidad a la gente que pasaba. Rosenthal no era un lugar donde todos conocieran su nombre, pero eso no le impedía hacer chistes y jugar con desconocidos. Era parte de su naturaleza contagiar alegría por donde pasaba, y esta tarde no sería diferente.

Mientras tanto, en la iglesia local de Rosenthal, Jennie Kim, con su belleza serena y una mezcla de nerviosismo y devoción en sus ojos, se preparó para la reunión comunitaria. Su padre, el respetado pastor, se ocupaba de los últimos detalles antes de comenzar el evento. Jennie estaba acostumbrada a las reuniones y actividades religiosas, pero esa noche sintió una inquietud inexplicable que la perdería en sus pensamientos.

En un caprichoso giro del destino, Lisa se detuvo en la iglesia para tomar un respiro y admirar la majestuosidad del edificio. No tenía ninguna creencia religiosa, pero siempre había sentido curiosidad por los lugares de culto y la tranquilidad que irradiaban. Sin embargo, al darse cuenta de la reunión en curso, Lisa estuvo a punto de marcharse cuando sus ojos se encontraron con los de Jennie, quien había salido a tomar un poco de aire fresco.

Los ojos brillantes de Lisa captaron la atención de Jennie de inmediato, y una sonrisa traviesa se dibujó en el rostro de la joven atea. Sin pensarlo dos veces, Lisa se acercó a Jennie, rompiendo la barrera entre sus mundos opuestos.

—Hey, ¿Qué hace una chica encantadora como tú en un lugar tan sagrado?—, preguntó Lisa con un guiño, suavizando la seriedad del entorno con su humor juguetón.

Jennie se sintió tomada por sorpresa, pero la calidez en la voz de Lisa y su encanto natural hicieron que sus mejillas se tiñeran de un suave rubor. 

—Oh, solo necesitaba un poco de aire fresco—, respondió tímidamente.

La conversación que comenzó como un encuentro casual, se convirtió en el punto de partida de algo especial e inesperado. En ese momento, sin siquiera saberlo, Lisa y Jennie iniciaron un viaje juntas, un camino que desafiaría sus creencias, emociones y, sobre todo, sus corazones.

Unidos por una atracción magnética, las dos jóvenes no pudieron evitar los desafíos que les esperaban. Dos almas dispares, Lisa, la humorística y sin filtro, y Jennie, la tímida y devota, estaban destinadas a descubrir que el amor trasciende las diferencias y puede llevarnos a lugares inimaginables.


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Bienvenidos a mi primer historia Jenlisa, no quería que fuera algo muy cliché. Quería que fuera un poco más humorístico. 

Bueno, espero a los pocos lectores que tengo les guste esto. Dios, publico demasiado xd.

En fin, yo ya me despido.

Bye :).

Take me to church -JenlisaWhere stories live. Discover now