Capítulo 9 "Anhelo"

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La alarma sonó dando fin a su sueño, era lunes y su jornada de trabajo empezaba, debía levantarse ya, si no quería llegar tarde, miró a su costado encontrándose sola en la cama, Cedric se había ido dejándole una rosa en su mesita de noche.

Tal ves podía resultar raro, pero extrañó despertarse con los besos y caricias de Cedric, le gustó tener su compañía, y esperaba que el volviera el próximo fin de semana.

Se dirigió a su auto, con su termo de café en la mano, no estaba con ánimo de desayunar, manejó con dirección a su trabajo y se dirigió a su oficina con algo de apuro, hoy tendría una reunión.

—Buenos días señorita Kassandra —Saludó Lorena su asistencia—.

—Buenos días Lorena —Contestó con una sonrisa— ¿Ya están todos en la sala?

—Sí, todos esperan por usted.

—Gracias, voy para allá.

—Por cierto —Interrumpió Lorena tomando un arreglo floral grande, de su escritorio— esto llegó para usted.

—¿Dicen de quién son? —Revisó la tarjeta encontrándose con el nombre de Cedric—.

—Tiene la tarjeta señorita Kassandra, pero no me pareció prudente de mi parte leerla.

—Te lo agradezco.

Tomó emocionada el ramo y lo dejó en el escritorio, antes de dirigirse a la sala de reuniones, los directivos esperaban por ella, incluido su ex, que era el hijo del presidente de la empresa.

La reunión empezó y fue Kassandra la encargada de dar los resultados, del balance, las ventas habían sido altas, después de todo su estrategia de marketing había funcionado.

—Felicidades Kassandra, has hecho un gran trabajo.

—Gracias señor —Respondió antes de volver a su oficina—.

—Lo has hecho muy bien Kassandra —Interrumpió una voz, su ex hacía presencia—.

—Sí, ya lo se —Continúo soberbia, ignorando su presencia—.

—Podríamos ir a cenar para celebrar tu logro —Propuso, pero ella lo silencio—.

—Ya tengo con quien celebrar —Mintió— y ahora si me permites, necesito trabajar.

—¿Estás echándome?

—Sí, sal de mi oficina.

—Vamos Kass, no puedes seguir enojada, solo fue un pequeño desliz —Se justificó— No pensarás echar a la basura tanto tiempo de relación.

—Escúchame bien pedazo de basura —Lo encaró— fuiste tú quién lo jodió todo, así que ahora no me bengas con tus tonterías y sal de mi oficina ¡ya! —Alzó la voz haciendo que se retirara—.

El día se le hizo eterno, sobre todo porque Cedric no la había llamado y eso la tenía intranquila, observó el reloj, estaba cansada, pero al menos su día de trabajo ya había terminado.

Subió a su auto y se dirigió a casa, ya pediría una pizza al llegar, no estaba con ánimos de cocinar, tomó el arreglo floral que Cedric le había mandado y se preparó para entrar, aunque las luces encendidas le hizo darse cuenta que había alguien dentro.

—Has llegado temprano hoy Kass —Escuchó decir— te he estado esperando —Dijo Cedric mientras bebía algo de café—.

—No llamaste en todo el día —Comentó y él sonrió—.

—Tuve un día muy ajetreado, pero veo que te llegaron mis rosas.

—Sí, gracias, son muy hermosas.

—Me encanta ver esa sonrisa en tu rostro Kass —Se acercó a ella, amagando un beso que no llegó— desnúdate —Susurró sobre su boca, tomándola por sorpresa—.

—¿Qué?

—Que te desnudes —Repitió volviéndose a sentar y encendiendo un cigarrillo— o puedo hacerlo yo, si lo deseas.

No supo que responder, la situación le resultaba muy intensa, al igual que la mirada del hombre que la devoraba con la mirada, y que la ponía nerviosa.

—Piensas mucho Kass, demasiado, arrodíllate —Ordenó—.

—¿Qué?

—Quiero que te arrodilles y gatees hasta mí.

—Yo...

—No pongas esa cara Kass, esto solo es un juego ¿No quieres jugar?

Guardó silencio por un breve instante, pero accedió a su petición, apoyó sus rodillas en el suelo y gateó hasta donde Cedric se encontraba sentado.

—Eso es, buena chica —La tomó del rostro y la acercó a él— ¿Fumas? —Le ofreció el cigarrillo que tenía en sus manos—.

—A veces.

—Fumar mata Kass —Lamió su labio inferior— es dañino —Continuó fumando y manteniendo el humo en su boca— te destruye lenta y dolorosamente —Expresó haciendo algo de presión en sus mejillas, para que abriera los labios y recibiera el humo del cigarrillo— pero es adictivo, es como yo y dependerá de ti, y de los límites que me pongas, cuánto daño te haga.

Hundió su mano en su melena y la atrajo hacia él para besarla, sintió como sus brazos le rodearon la cintura y la subieron a su regazo, fueron sus manos las encargadas de despojarla de su ropa hasta dejarla completamente desnuda.

—Así está mejor, al natural —Comentó presionando sus caderas contra su miembro— ¿Sientes lo duro que está?

—Sí —Respondió excitada—.

—Tú me la pones así Kass, haces que piense en ti todo el día, me tienes como un jodido loco —Lamió su pezón acompañándolo con una pequeña mordida, que la hizo sobresaltarse— ¿Dolió?

—Un poco —Contestó cerrando los ojos, al sentir que succionaba sus pechos—.

—Es lo que te espera conmigo Kass, un agonizante y excitante dolor —Aseguró embistiéndola con su erección— voy a hacer de tu vida un completo infierno, te envolveré con mis llamas —Subió su mano hasta su cuello y la acercó a sus labios, invadiendo su sexo sin piedad alguna—.

—Cedric —Gimió apoyándose en sus hombros embriagada por el placer, y por esas palabras que prometían acabar con ella—.

El orgasmo le llegó, haciéndola gemir descontroladamente, pero ni eso parecía suficiente para Cedric que continuó sumergiéndose en du interior, mientras la sometía en la alfombra, su castigo había empezado. 

INSANOHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin