Capítulo 34 : Sueños prohibidos

16 1 1
                                    

—¡Esto es genial! Finalmente termina el curso y podremos tomarnos unas merecidas vacaciones— Joly parecía bastante entusiasmada. Claro que los estudios no eran su fuerte y no asombraba a nadie que quisiera escapar de la escuela —El baile que se dará estará planificado por mi ¿no es increíble?

—Lo es— dijimos Kori y yo al mismo tiempo muy contagiadas por la felicidade de nuestra amiga.

—¿Cómo van las heridas? No puedo creer que te hallas caído de ese árbol— señaló Kori, mirando las fisuras que aún quedaban en mi piel de aquel desastroso momento. Había pasado tan solo dos días en lo que reparábamos los detrozos del bosque. No podía ni describir el daño inmenso que había ocasionado la zona oscura, Tuksaka permanecía mas alerta que nunca.

—Estoy bien, solo es cuestión de tiempo— le expliqué antes de notar como la rubia me miraba directo a los ojos, con mucha seriedad. «¿Acaso sospecha algo?» sudaba frío de solo imaginarlo.

—Sasuke te a invitado a la fiesta. Seras su compañera de baile— soltó de golpe volviendo a sonreír relajada.

—¿¡Qué?!— palmeó mi hombro sin dar explicaciones y se marchó a seguir con sus festivos. Kori me miró comprensiva y hasta un poco triste ante mi penosa situación de amor imaginario ¿Cuando se iría a terminar todo esta situación? De reojo pude ver como ella se despedía de mi, pero sin darse cuenta de que su mochila estaba abierta. Algunos de sus papeles escolares cayeran al suelo. No pareció percatarse del incidente así que me acerque lo más rápido posible a recojerlos, encontrándome entre estos un cuaderno de portadas azules.

No traía muchos escritos pero sí un dibujo oculto entre paginas dobladas, un corazón rojo con un nombre en el centro: «Sasuke» leí y tuve que hacerlo dos veces más antes de entenderlo «¿¡Sasuke!?» Quedé pasmada al instante recordando escenas del comienzo de mi amistad con Kori, relacionándolas en busca de comprobar lo que ya me venía a la mente. «Oh..oh..¡OH!...¡Kori y Sasuke!» cerré el cuaderno con un golpe sonoro antes de salir corriendo detrás de mi amiga.

—Kori espera, se te a caído este cuaderno— volteó curiosa a mis llamados pero al notar el libro sus ojos se abrieron de par en par. No le di explicaciones y solo lo dejé dentro de su mochila con el resto de los papeles —No lo pierdas. Adiós— y salí corriendo por todo el pasillo, comenzando a sentirme mal por no haberme dado cuenta antes, esas miradas tristes y sus reacciones cada vez que Joly insinuaba mi supuesto amor por Sasuke. Jamás llegue a imaginar los grandes sentimientos que se guardaba Kori. Lo correcto era que todos abrieran los ojos, que no era yo la embelesada por el chico sino mi mejor amiga. Así que tenía que hacer algo por solucionarlo.

Enseguida se me ocurrió un plan en el que ya Joly me había ayudado inconscientemente al planificar una cita entre su hermano y yo. Así que solo necesitaba que Kori asistiera a la fiesta y se encontrara cara a cara con Sasuke pero para eso ella necesitaba de una cita falsa, lo que para mi gran suerte conocía de dos hermanos que me debían un favor por haberles salvado la vida.

.

—Los ojos delante Daichi , no puedes bailar en parejas sino miras a tu acompañante— le indiqué como la nueva instructora de baile que era. Me sentía aliviada de poder llevar a cabo mi plan y hacer triunfar el amor con ayuda del kitsune revoltoso.

—¡Sería mas fácil si mi acompañante fuera una mujer!— se quejó irritado, sosteniendo la cadera de Daisuke quien no estaba de mejor humor. El mayor de los hermano si que había sido un hueso duro de roer, se negaba rotundamente a ayudarme, pero no por el hecho de bailar, sino de algo más que no pude descubrir, era como si se quisiera alejar de todos nosotros, alejarse de su hermano. Tuve que recurrír a la autoridad de Tuksaka para obligarle a participar en mi plan.

Niebla: El zorro de nueve colas Where stories live. Discover now